ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah
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ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah

En este lugar pretendemos dar información clara acerca de Ahl al Sunnah wal Yama'ah. Con absoluta fidelidad y obediencia a los principios islámicos traídos por inspiración Divina a nuestro Profeta salla Allah aleihi wa salam
 
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 Así es la Justicia

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MensajeTema: Así es la Justicia   Así es la Justicia EmptyDom Sep 25, 2011 8:52 am


Así es la Justicia BemiAllah56



ASÍ ES LA JUSTICIA

JUTBA


Alabado sea Allah, Quien bien conoce a Sus siervos. Bendito sea Aquel que dispuso un final para todas las cosas creadas. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, Quien no tiene copartícipes, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia, con sus compañeros, y con todos aquellos que sigan su guía.
Temed a Allah (swt) y apresuraos a realizar buenas obras. El tiempo transcurre y todos dejaremos este mundo. Retrasar las obras sólo trae la perdición y el arrepentimiento de no haberlas realizado. La larga vida solo es sucedida por la vejez y la enfermedad. ¡Qué terrible para aquellas almas que prefieren la vida mundanal a la Otra!: "¿Acaso no reflexionan en el Corán o es que sus corazones están cerrados con candados?" (47:24).


Hoy trataremos algunos aspectos de la justicia en la historia del Islam. Se trata de un gobernador que amaba a su gente y ellos también lo amaban; porque el Corán era su conductor, el temor de Allah su guía, engrandecía la Sunnah del Profeta Muhammad (sallalahu aleihi wasalam), amaba a los pobres y necesitados, le gustaba oír las opiniones de los demás y sus consejos. ¿Quién era esta persona tan justa? Indudablemente no añadiré nada nuevo respecto de él al hacer referencia a su vida ¿Acaso puede ocultarse la luna? Tras su muerte las ciudades islámicas se estremecieron de pena y dolor. Al respecto de este hombre justo dijo el Imam Ahmad: "Entre los tabi´ines (sucesores de los sahabas) el único hombre cuyas palabras eran una verdadera prueba era ´Umar bin ´Abdul ´Aziz".
La paz sea contigo ¡Oh, ´Umar bin ´Abdul ´Aziz!

Entre nosotros hay más de trece siglos. Que la paz sea contigo hoy, mañana y en el futuro, hasta que Allah haga que nos encontremos contigo. Tú eres indudablemente un emblema de la justicia. ´Umar era un joven rico de Bani Maruan, solía cambiarse sus prendas tres veces por día, cuando pasaba por un sendero la gente podía sentir el rico aroma de su perfume. Vivía en un palacio en Medina, su padre tenía un castillo en Sham, otro en Egipto, otro en Irak, y otro en Yemen. Y Allah quiso para la nación de Muhammad (r) que asumiese el cargo de califa. ´Umar pudo presenciar el fallecimiento del califa Sulaiman bin ´Abdul Malik. Pudo contemplar cómo la muerte se lleva a los reyes y a los grandes gobernantes. Vio al califa postrado como un niño: "Ciertamente habéis venido a Nosotros, solos, como os creamos la primera vez. Y no vemos con vosotros a vuestros intercesores, ésos que pretendíais que eran copartícipes (Míos) en nuestro favor" (6:94).

La muerte consumía a Sulaiman bin ´Abdul Malik quien decía: ¡Oh, Tú! Cuyo reino nunca termina, sé misericordioso con quien está a punto de perder su reino.
Y gritaba:
Triunfará quien tenga hijos grandes
Pero yo solo tengo hijos pequeños
Y también decía: ¡Cómo no fuesen mis hijos ya grandes para hacerse cargo del poder tras de mí! ´Umar bin ´Abdul ´Aziz que estaba escuchando dijo: "¡No, por Allah que no es así! Y recitó "Triunfará quien se purifique y recuerde el nombre de su Señor y ore" (87:14-15).


Murió Sulaiman y se designó como califa a un hombre en un escrito que no se llegó a conocer. Cuando culminó el entierro de Sulaiman, uno de los sabios llamado Rayá bin Haiua se subió al minbar e informó que el nuevo califa, el nuevo Emir de los Creyentes del mundo islámico era ´Umar bin ´Abdul ´Aziz. Al escuchar la noticia ´Umar no pudo contenerse y rompió en llantos, él se encontraba en la primera fila de los orantes. Los sabios lo hicieron subir al mimbar mientras él temblaba y lloraba por lo que no pudo expresar palabra alguna y finalmente dijo: No deseo ser vuestro califa. Entonces la gente allí reunida comenzó a llorar y le dijeron: No queremos a otro que no seas tú. Entonces impulsivamente les recordó la muerte, el encuentro con Allah y el castigo de los pecadores, hasta hacer llorar a todos los que estaban en la mezquita.


Rayá bin Haiua dijo: ¡Por Allah llegué a mirar las paredes de la mezquita omeya mientras nosotros llorábamos para ver si también lo hacían! Luego descendió del mimbar y se le trajo una hermosa cabalgadura y una escolta, pero él les dijo: ¡No! Yo soy un hombre más de los musulmanes, con la diferencia que tengo más responsabilidades frente a Allah. Traedme mi mula. Montó su animal y se dirigió a su casa, abandonó su castillo y dio en caridad todos sus muebles a los musulmanes pobres.


´Umar se instaló en una habitación, en Damasco, cerca de la gente, de los necesitados y de las viudas. Luego llamó a su esposa Fátima, hija de califas, hermana de califas y ahora esposa del califa y le dijo: ¡Oh, Fátima! Me he hecho cargo de los asuntos de la nación de Muhammad (sallalahu aleihi wasalam), y bien saben hasta donde abarcaba el mandato de ´Umar: desde Sind en oriente, hasta Ribat en occidente, desde Turkistán por el norte, hasta el Sudáfrica por el sur. Si verdaderamente amas a Allah y la Otra vida entrega tus joyas y tu oro al tesoro de los musulmanes. Pero si prefieres la vida mundanal, te concederé lo que quieras, pero luego regresa a la casa de tu padre. Ella le respondió: ¡No! ¡Por Allah! La vida es tu vida, y la muerte es tu muerte. Y le entregó todas sus joyas que pasaron al tesoro de los musulmanes.


´Umar se recostó a dormir la siesta en su primer día como califa, y llegó su hijo´Abdul Malik bin ´Umar bin ´abdul ´Aziz, quien era extremadamente piadoso, y le dijo: ¡Oh, padre! Te has hecho cargo de los asuntos de la nación de Muhammad, en la cual hay pobres, hambrientos, necesitados, viudas, y todos reclamarán el Día del Juicio. ´Umar se puso a llorar y se levantó. Este hijo fallecería antes de llegar a los veinte años de edad

´Umar vivió una vida de pobres, solía condimentar el pan de cebada con aceite, y a veces desayunaba en las mañanas con solo un platito de pasas de uvas, y le decía a sus hijos: Esto es mejor que el fuego del Infierno. Se dirigió a la mezquita a orar y la primera determinación que tomó fue separar de sus cargos a los ministros injustos de la época de Sulaiman. Luego envió una carta a los sabios del mundo islámico: Al Hasan Al Basri, Mutarrif bin ´Abullah bin Shajir, Salim bin ´Abdillah bin ´Umar, para que le enviasen escritos con consejos y exhortaciones, antes de encontrarse con Allah habiendo cometido injusticias. Ellos le escribieron cartas emotivas que rompían los corazones y hacer encanecer las cabezas.


Al Hasan le escribió: "¡Oh, Emir de los Creyentes! Ayuna un día y otro no". Salim le dijo: "¡Oh, Emir de los Creyentes! Tú eres el último de los califas, y morirás como ya murieron los anteriores califas…y le dirigieron palabras atemorizantes.
Le puso como condición a los siete sabios que solían quedarse a charlar con él luego de la oración de la noche:

1) Que no hablasen mal de ningún musulmán ausente.
2) Que no se quejasen de ningún musulmán, ni le pasasen algún informe relacionado con el honor de los musulmanes, o sobre sus palabras y reuniones.
3) Que no se hicieran bromas en sus reuniones, sino que se recordarse siempre la Otra vida y su cercanía; esto se llevó a cabo a tal punto que siempre se levantaban de sus reuniones llorando como si se tratase de un funeral.


´Umar subió al mimbar e informó de la política del nuevo gobierno, fue convocado Mazahim, un esclavo negro liberto, temeroso de Allah, a quien le dijo: ¡Oh, Mazahim! Juro por Allah que te amo por Él, Tú serás desde ahora mi ministro. Le preguntó: ¿Porqué yo Emir de los Creyentes? Le respondió: Una vez yo te vi rezar la oración de la media mañana (Duha) solo en el desierto sin que nadie pudiera verte, y pude observar cómo amas el Corán, por ello quiero que estés conmigo. Le dijo Mazahim: Estaré contigo.


En cuanto a su vida personal, cuando llegaba la hora de la oración de la noche se dirigía a la mezquita, se orientaba hacia la qiblah y se ponía a orar y llorara hasta la mañana. Le fue preguntado a su esposa tras su muerte: Descríbenos a ´Umar. Ella dijo: ¡Por Allah! Nunca dormía de noche. Una vez me acerqué a él y lo encontré llorando y agitado como un ave mojada y le pregunté: ¿Qué tienes Emir de los Creyentes? Respondió: Me he hecho cargo de los asuntos de los musulmanes, los hay débiles, en situaciones difíciles, pobres, quienes padecen desgracias, hambrientos, viudas ¿Y no voy a llorar? Allah me preguntará acerca de todos ellos el Día del Juicio ¿Qué le diré?



Segunda Jutbah
Alabado sea Allah protector de los virtuoso, no se debe combatir sino a los injustos. Que la paz y las bendiciones sean con el Profeta Muhammad, Imam de los piadosos y el ejemplo para toda la humanidad.

Quien tema a Allah el resultado de sus obras será loable, y será protegido del mal de sus enemigos y de quienes lo desdeñen.
Quien busque protección en otro que no sea Allah en momentos difíciles Se decepcionará con la imposibilidad e impotencia de su socorredor Aférrate con todas tus fuerzas a la religión de Allah para protegerte Pues Él es el verdadero pilar y los demás son todos falsos.


Al Tirmidhi transmitió que ibn ´Abbas (ru) narró que en una oportunidad iba montado detrás del Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) y me dijo: "¡Oh, jovencito! Te enseñaré unas palabras: Protege a Allah y Allah te protegerá. Protege a Allah y lo encontrarás siempre delante de ti. Si pides ayuda, pídesela a Allah. Debes saber que si toda una nación se reuniese para beneficiarte en algo, no te beneficiarán salvo en lo que Allah ya ha predestinado para ti. Y si se reuniesen para perjudicarte en algo, no lo lograrán salvo lo que ya haya escrito Allah para ti. Ya se han elevado los calamos, y las tintas se han secado".
Este fue el consejo del Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) a sus seguidores, para que temiesen a Allah y fuesen cuidadosos en la aplicación de Sus preceptos, tanto en público como en privado.
Uno de los sabios piadosos dijo: Si alguna vez quieres darle un buen consejo a tu amigo, hermano o hijo dile: Protege a Allah y Él te protegerá, pues Allah, Todopoderoso protege a Sus siervos amados. Protege sus bienes, sus familiares, sus personas, de las agresiones de los enemigos, de las confabulaciones de los rencorosos: "Allah salvará a los que le hayan temido porque eligieron ser guiados y no extraviados. E mal no les alcanzará y no se entristecerán" (39:61)




Traducción de la Jutbah
Del viernes 29 de Rayab de 1424 H.
Acorde al viernes 26 de septiembre de 2003.
Pronunciada por el Dr. Nasser Al Tuwaim
en la Mezquita del Centro Cultural Islámico
"Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas, Rey Fahd"

www.cciar.com


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