ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah
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ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah

En este lugar pretendemos dar información clara acerca de Ahl al Sunnah wal Yama'ah. Con absoluta fidelidad y obediencia a los principios islámicos traídos por inspiración Divina a nuestro Profeta salla Allah aleihi wa salam
 
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 243- La perfección de su alma y su nobleza // Capítulo Final

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MensajeTema: 243- La perfección de su alma y su nobleza // Capítulo Final   243- La perfección de su alma y su nobleza // Capítulo Final EmptySáb Nov 29, 2008 10:03 am


243- La perfección de su alma y su nobleza // Capítulo Final BemiAllah56



Capítulo Final

La perfección de su alma y su nobleza:


El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se destacaba por su elocuencia extraordinaria y su fluidoárabe. Se distinguía por su rango y posición. Era preciso, veraz y sincero con sus palabras. Estaba muy bien versado en el idioma árabe hablado y bastante familiarizado con los dialectos y acentos de cada tribu. Habló con sus huéspedes utilizando sus propios acentos y dialectos.

Dominaba con elocuencia el dialecto de los beduinos y el de la gente de la ciudad. Tenía la fuerza y la elocuencia del idioma del beduino así como la claridad y el discurso espléndido y decoroso del habitante de la ciudad. Pero por encima de todo estaba la ayuda de Allah subhana wa ta'ala a través de las aleyas reveladas del Corán.

Perdonaba a pesar de su imponente posición. La vitalidad, la paciencia, la perseverancia y la resistencia ante lo que detestaba, todos estos eran talentos, atributos y cualidades que Allah le había otorgado. Incluso los hombres sabios tienen sus fallos, pero el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- al contrario de todos, a pesar de ser el más herido e injuriado, era a la vez el más clemente y paciente entre los hombres. Cuando más insolencia le demostraban era más tolerante.

Aishah dijo:

''El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- siempre que tenía la oportunidad de escoger entre dos asuntos, optaba por el más sencillo y el más conveniente. Pero si estaba seguro que era un pecado, sería el que más se alejara del mismo. Nunca se vengó por una causa personal; pero cuando la santidad de Allah se violaba tomaba represalias. Eso lo hacía por Allah subhana wa ta'ala y no por él. Era el último en enfadarse y el primero en quedar satisfecho. Su hospitalidad y generosidad eran sin igual. Sus regalos y caridades demostraban que era una persona que no le temía a la pobreza'' (Sahih Al-Bujari 1/503)

Ibn Abbas dijo: ''El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- era el más generoso y solía ser más generoso aún en Ramadán, cuando en Ángel Gabriel -aleihi wa salam- lo visitaba. Gabriel -aleihi wa salam- lo visitaba todas las noches de Ramadán y repasaba en Corán con él. Ciertamente el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- era más generoso en repartir caridades y bondades que el mismo viento''

Yabir dijo: ''Cuando al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le solicitaban algo nunca se negaba a darlo'' (Sahih Al-Bujari 1/503)

Su valor y su coraje eran indiscutibles. Era el más valiente. Presenció tiempos adversos y difíciles y los enfrentó con firmeza. Más de una vez los guerreros más valerosos huyeron dejándolo solo; pero él se quedaba calmado y sin darle la espalda al enemigo. Todos los hombres valientes deben haber experimentado la huída alguna vez o han sido repelidos del campo de batalla en alguna oportunidad, excepto el Profeta -salla Allah aleihi wa salam-

Ali dijo: ''Siempre que lucha se tornaba feroz y los ojos de los combatientes enardecían, nosotros acudíamos al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- para estar a su lado y así sentirnos más seguros. El enemigo no lo intimidaba'' (Ash-Shifa 1/89)

Anas dijo: ''Una noche los ciudadanos de Medinah se alarmaron. Salieron de sus casas apresuradamente hacia el lugar de donde provenía un ruido, pero el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se había adelantado a ellos. Montaba el caballo de Abu Talhah desensillado y llevaba una espada colgada al cuello y dijo: ''No hay nada de qué preocuparse'' (Sahih Al-Bujari 1/407; Sahih Muslim 2/252)

Era el más modesto y el primero en recatar la mirada. Abu Sa'id Al-Judri dijo: ''Era más pudoroso que una mujer virgen en su aposento. Cuando le disgustaba una cosa lo notábamos por su rostro. (Sahih Al-Bujari 1/504)

Miraba hacia el piso más de lo que miraba hacia el cielo. La mayoría de sus miradas eran contemplativas. Era obedecido con agrado por todos. Nunca hablaría de una persona de quien había oído hablar mal, eso no le gustaba, en cambio diría: ''Por qué ciertas personas hacen tales cosas...''

El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- era el más justo, el más decente, el más sincero en su discurso y el más honesto. Los que trataban con él, hasta sus enemigos, reconocían sus nobles cualidades. Incluso antes de la Profecía se le apodó: -Al-Amin- (El digno de confianza) siempre le consultaban en sus asuntos. En una narración, registrada por At-Tirmidhi, encontramos que Ali narró que Abu Yahl le dijo al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- 'Nosotros no te acusamos de ser un mentiroso, pero no creemos en lo que has traído' (Mishkat Al-Masabih 2/521)

En Su Libro, Allah subhana wa ta'ala dijo sobre ellos:

''No es a ti a quien niegan, sino que los injustos niegan las aleyas de Allah'' (6: 33)

Aún cuando Heraclio le preguntó a Abu Sofían: '¿Acaso lo han encontrado mintiendo antes de que se declare Profeta?' Abu Sofían contestó: 'No'

Era modesto y era lo más alejado a la arrogancia y el orgullo y la vanidad. Prohibió a la gente que se pongan de pie en su presencia como otras personas lo hacen ante sus reyes.

Visitar a los pobres, los necesitados y ayudarles, era uno de sus hábitos. Si un esclavo lo invitaba, él aceptaba su invitación. Siempre se sentaba entre sus amigos como si fuera una persona común. Aishah dijo que él reparaba sus zapatos, remendaba su ropa y colaboraba en los quehaceres domésticos. Ordeñar la oveja y atender sus necesidades (darle de comer, beber, limpiarla) eran algunos de sus trabajos diarios. (Mishkat Al-Masabih 2/520)

El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- era el más cumplidor de los convenios contraídos y una de sus prioridades era establecer buenas y sólidas relaciones con sus parientes y familiares. Era la más compasiva, gentil y amable de las personas. Su manera de vivir era sencilla y simple.

La grosería y la indecencia fueron dos cualidades completamente ajenas a su persona. Era decente y no pronunciaba ofensa. No maldecía. No intercambiaba insultos. Devolvía las ofensas y agravios perdonando y pasando por alto. No se sentía superior a los demás aún respecto a sus sirvientes en lo que se refiere al comer (comían todos juntos de los mismo que hubiera)

Aquel que lo servía también era servido por él. La expresión 'Uff' jamás salió de su boca hacia ninguno de sus sirvientes. Tampoco sus sirvientes fueron reprendidos por hacer o dejar de hacer algo. El amor a los pobres y desamparados, atenderlos o participar de sus funerales eran costumbres propias del Profeta -salla Allah aleihi wa salam-

Nunca desdeñaba o rechazaba a alguien debido a su pobreza. Cierta vez viajaba con sus compañeros y había llegado la hora de preparar la comida, que consistía en carne de oveja. Un hombre dijo: 'yo la sacrificaré' El segundo dijo: 'yo me encargo de sacarle el cuero' Un tercero dijo: 'Yo la cocino' y el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Yo busco la leña'' Entonces le dijeron: 'No es necesario, nosotros podemos con todo' Y el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- les dijo: ''Sé que lo pueden hacer por mi, pero no quiero tener privilegios sobre vosotros. A Allah le disgusta ver a alguien con más privilegios que otros''. Luego fue a recolectar la leña. (Julasatus pág. 22)

También contamos con la descripción que hizo Hind bint abi Halah: 'El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- parecía estar serio, pensativo. Descansaba poco. Hablaba cuando era necesario. Permanecía en silencio durante mucho tiempo. Su discurso era completo. Hablaba con determinación. No se excedía cuando disertaba ni decía cosas insignificantes. Era amigable. De ninguna manera indecoroso. Glorificaba y reconocía las bondades de Allah subhana wa ta'ala. Si no le gustaba una comida, no la criticaba.

Siempre controlaba su temperamento. No se enojaba ni se vengaba por ningún asunto personal. Sólo se enojaba por la causa de Allah y de Su religión.

Cuando señalaba algo lo hacía con toda su mano, y la movía cuando quería demostrar que estaba sorprendido. Si se enojaba se movía hacia otro lado con todo su cuerpo y su cara. Cuando estaba complacido, miraba hacia abajo. Su risa no era mas que una sonrisa. En ese momento era cuando sus dientes eran vistos.

No hablaba a no ser que sea algo relevante. Consolidó la hermandad entre sus compañeros. Hizo que sean grandes amigos, que no se separaran ni se enemistaran. Aquellos que honraban a su gente eran considerados y respetados por él y eran designados líderes de su gente. Visitaba a sus amigos y les preguntaba por sus asuntos. Confirmaba lo correcto y denunciaba lo incorrecto y trataba de impedirlo. Era moderado en todos sus asuntos. No aceptaba privilegios. No procedía con descuido.

La rectitud era su objetivo y no estaba falto de ella ni era indiferente a ella. Aquellos que se sentaban cerca de él, eran los mejores de su gente. Para él, los más destacados eran los que mejor predisposición tenían y los que socorrían a los necesitados. El recuerdo de Allah subhana wa ta'ala siempre estaba presente en él en todas las circunstancias: cuando se sentaba o se paraba. No tenía un cierto lugar designado para sentarse. Se sentaba al final del grupo. Y le ordenó a la gente hacer lo mismo. Atendía a los que participaban de las reuniones con tanta deferencia que llegaban a pensar que ellos eran los únicos honrados. Cualquiera podía interrumpirlo para consultarle sobre algún asunto, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- lo escuchaba atentamente y pacientemente hasta que terminase de plantearle su tema. Nunca le negó a andie un consejo. Era el primero en hablar y el último.

Su magnanimidad y su tolerancia, alcanzaba a toda su gente, pareciendo el padre de todos ellos. Para él eran todos iguales. Nadie superaba al otro excepto por su temor a Allah subhana wa ta'ala.

Sus asambleas eran reuniones de tolerancia, recato, paciencia y honestidad. No se levantaban las voces. Los asuntos sagrados jamás se dejaban de respetar. Estimaba a los ancianos y mostraba compasión por los menores.

Ayudaba al necesitado y hospedaba a los extraños.

El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- siempre era alegre y dócil, agradable e indulgente. Nunca fue rudo o áspero ni escandaloso o indecente. No hacia reproches. Se deshizo de la hipocresía, los excesos y de entrometerse en lo que no le concernía. Las personas no se preocuparon de tres cosas porque ninguna de ellas formaba parte de sus hábitos. Nunca desacreditó o reprochó ni buscó los defectos de otros. Sólo habló buscando la complacencia de Allah. Cuando hablaba, sus oyentes lo escuchaban atentamente bajando sus cabezas. Sólo hablaban cuando él permanecía callado. No tenían disputas sobre quien tenía que hablar. Quien hablaba en la presencia del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- era escuchado por todos hasta que terminase lo que deseaba decir. El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- se reía de lo que ellos se reían y admiraba lo que ellos admiraban. Era paciente con la rudeza de un extraño, cuando le hablaba solía decir:

''Cuando vean a una persona que busca alcanzar un objetivo seriamente, ayúdenlo para que lo lleve a cabo. Y nunca le pidan algo a cambio, excepto a Quien concede las recompensas'' (Ash-Shifa' 1/126)

Jariÿah bin Zaid dijo: 'El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- era el más honorable cuando se sentaba entre su gente. Sus extremidades apenas podían verse. A menudo estaba callado y raramente hablaba cuando no era necesario. Se apartaba de aquellos que hablaban con rudeza y sin cortesía. Su risa no era más que una sonrisa. Su discurso era apropiado, limitándose a decir lo justo, sin excederse y sin dejar el concepto o la explicación incompleto'

En conclusión, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- poseía los atributos humanos más perfectos. Esto no nos debe sorprender debido a que fue educado e instruido por Allah.

El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- fue elogiado por Allah subhana wa ta'ala:

''Y tienes (Oh Muhammad) un carácter magnánimo'' (68: 4)

Estos eran algunos de las cualidades que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- tenía y que hicieron que los corazones de las personas cercanas a él, se aproximen más y lo amen. Estos rasgos lo hicieron tan popular que la enemistad de su gente disminuyó a tal punto que comenzaron a abrazar el Islam en grandes masas.

Estas descripciones son tan solo una rápida revisión y unas breves palabras de los aspectos de la vida y modales de Muhammad Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- Aunque debemos considerar que ningún ser humano puede declarar conocer y dominar por completo todos los grandes atributos del más importante ser humano de este Universo.

¡Oh Allah! exalta a Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- y a su familia, como Has exaltado a Abraham -aleihi wa salam- y a la familia de Abraham. Tú, solamente, eres digno de toda alabanza y Glorificación.

¡Oh Allah! bendice a Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- y a la familia de Muhammad como Has bendecido a Abraham -aleihi wa salam- y a la familia de Abraham. Tú eres digno de toda alabanza y Glorificación.

Ruego a Allah acepte el trabajo de todos los que han colaborado a la difusión de este libro. El escritor, traductor, transcriptor, distribuidores y todo creyente que haya colaborado en su difusión de una forma u otra. Amin.

Pido de Allah -subhana wa ta'ala- para la Ummah de Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- la paz y la Gloria. Amin.

Saludos a todos los Mensajeros -aleihum wa salam- y las gracias a Allah, Señor del Universo.


243- La perfección de su alma y su nobleza // Capítulo Final 22

La Biografía del Noble Profeta Muhammad
-sal-lâ Allah alehi wa salam-
El Néctar Sellado
Por: Sheij Safi-ur-Rahmân Al Mubarakfuri
Traducción: Yusef Hussein Hallar
Revisión: Lic. Isa Amer Quevedo
Transcrito para libro virtual por: Ahl al Sunnah wal Yama'ah - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


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