Ser Rabbani’in y no ser Ramadani’in
Bismi Allahi Arrahmani Arrahim.
Alabado sea Al-Lah, solo a El le
adoramos, le pedimos ayuda, perdón, y protección de todo mal que venga de
nosotros y de todas nuestras malas acciones. A quien Al-Lah ha guiado no hay
quien le saque del camino y quien Al-Lah ha negado Su guía, nadie lo podrá
guiar. Testifico que no hay más divinidad sino solo Al-Lah, Único, quien no
tiene coparticipes y que Muhammad es Su siervo y Mensajero (La paz y las
bendiciones de Al-Lah sean con él), sobre su familia, sobre sus nobles
compañeros y todos aquellos que siguen Su camino recto, hasta el día del
juicio final.
El Ramadán realmente
ha finalizado:
Bienaventurado sea quien lo haya
ayunado con Iman y esperanza en la recompensa.
Bienaventurado sea quien haya adorado a Allah en la noche del Decreto.
Y bienaventurado sea también quien haya podido adorar más a Allah en el mes del
Ramadán y haya conseguido alcanzar la Taqwa,
Allah
prescribió el ayuno porque Alah en su gran Misericordia nos desea el bien, y nos
desea perdonar nuestros pecados y nos desear
que alcancemos la Taqwa.
Conforme cita Allah en el Sagrado
Coran:
Sura de la Vaca , aleya 183:
“ Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno como fue prescrito a los naciones que
os precedieron, para que (con seguridad) tengais Taqwa”. (2:183).
En verdad, realmente quien adoró a
Allah , rezó, ayunó , e hizo muchas acciones buenas en Ramadan, realmente hizo
una gran labor y un gran gesto y sólo sabrá su valor en el día del Juicio
Final y sea introducido en el Paraíso.
Asimismo hermanos en el Islam
debemos de informar que Allah, el mismo al cual adorábamos con intensidad
y al cual teníamos siempre en cuenta en Ramadan, también está presente en
el resto de año entero. Allah no sólo está presente, o no solo nos dice que lo
adoremos en Ramadán, sino que Allah desea que se le adore durante todo el año,
y más en Ramadan, porque es el mes en el que Allah descendió el Sagrado Corán y
el mes en el que Allah perdona al pecador arrepentido y mes en el que se
otorga una gran recompensa a quien lo ayune con fe y esperanza.
Los sabios del Islam nos advierten
que debemos ser Rabbani’in (adoradores del Rabb “Creador” siempre y
continuamente) y no ser Ramadani’in (que sólo adoramos a Allah en Ramadan)
siendo negligentes e indiferentes en la adoración el resto de los meses
del año.
Realmente conforme cita
la aleya del Coran, se prescribió el Ayuno para alcanzar la Taqwa, y con la
Taqwa, se hacen más fáciles la práctica de los mandamientos. Porque a través de
la Taqwa, se tiene más conciencia de Allah y el cuerpo se aleja de los pecados,
se suma a la práctica de los mandamientos, y va subiendo un grado de iman en la
escala cada vez que aumenta su adoración.
Es por ello que todos los musulmanes
debemos hacernos las siguientes preguntas:
Qué
signos o vestigios o huellas nos ha dejado Ramadan?
Realmente que hemos aprendido del
Ramadan?
Estamos siguiendo o vamos a seguir la adoración que hacíamos en Ramadan?
Esta taqwa de la que nos habla Allah en su Coran la hemos alcanzado?.
Si las respuestas son
positivas , que el creyente alabe a Allah “Al hamdulillah”. Porque quien haya
aprovechado verdaderamente Ramadan, realmente le dará las fuerzas y el iman
suficiente para continuar la adoración en los siguientes meses al
Ramadan.
Y quien ve y sienta, que nada más
finalizado el Ramadan, volvió a sus prácticas antiguas, y costumbres y pecados,
realmente no le ha servido de nada el ayuno del Ramadan.
Los Salaf que no son otros que los :
“Sahabas, Tabi’in y Tabi at Tabi’in” y para simplificar y no repetir esta
frase, se suele decir “los Salaf”, ellos, realmente antes de empezar el
Ramadan, durante seis meses de antelación esperaban con anhelo la llegada
del Ramadan para conseguir la Taqwa que cita el Coran, conseguir el
perdón de los pecados y obtener la recompensa de Lailatu al Qadr que vale
mas que 1000 meses; y cuando llegaba el Ramadan, aprovechaban cada
instante y duplicaban la adoración y la practica del bien. Y una vez finalizado
el Ramadan, seguían con la misma Ibada que hacian en Ramadan, porque habían
adquirido las fuerzas suficientes, y ayunaban los seis días de Shawal,
les sumaban los ayunos voluntarios y los rezos nocturnos.
Realmente los Salaf, después del
Ramadan, durante los siguientes meses, no paraban de pedirle a Alah que aceptase
el Ramadan que habían ayunado y asimismo pedían que les concediese la
oportunidad de ayunar el próximo Ramadan.
Verdaderamente,
si fuese resucitado cualquier hombre y le fuese pedido un deseo, realmente
pediría que le fuese otorgado el deseo de ayunar un día de Ramadan, porque
realmente, la gran virtud y el gran valor que posee el Ramadan no puede
equipararse con ninguna otra cosa, porque todas las adoraciones (Ibada) son
para beneficio de uno mismo, excepto el ayuno, que es para Allah, y es Allah quien
lo recompensa, y Allah es el más Generoso en las
recompensas y gratificaciones.
Es por ello hermanos, que
ya finalizó el Ramadan, pero es preciso que esa adoración que
teníamos en Ramadan continúe, no en la misma intensidad pero si en los mis
términos, y en las mismas pautas y comportamientos.
Quien ayunó en Ramadan, puede
continuar ayunando los jueves y los lunes de cada semana, y
los tres días de luna llena.
Quien en Ramadan hacia los rezos
nocturnos (Qiyam al lail), pues que elija algunos días de la semana, para hacer
esos mismos rezos nocturnos, o antes del Fayr.
Quien se acostumbraba en Ramadan a
hacer actos de generosidad (sadaqas) pues que no olvide a los necesitados
en el resto del año.
Quien leía el Coran en Ramadan, y
muchas personas lo leyeron entero varias veces, que continúen en su lectura y
en su práctica durante el resto del año.
Quien incrementaba las Duas y el
buen comportamiento y el esfuerzo y la Dawa en Ramadan, pues que continúe
haciéndolo en los siguientes meses del año.
Es por ello que pedimos
a Allah que nos ayude a ser Rabbaní’in y no Ramadaniin, porque Allah está
presente en los doce meses del año, y pedimos a Allah que nos ayude y
estemos siempre conscientes y no nos haga olvidar Shaytan nuestra misión
en este mundo que no es otra que la Ibada, para ello nos creó Allah.
Asimismo pedimos a Allah que nos
ayude a adorarlo siempre en todos los momentos del día y en todos los
meses del año. Y no olviden dos requisitos en la Ibada:
1.- Debe
ser hecha con Ijlas (pura sinceridad, buscando solo el beneplácito de Allah).
2.- Debe ser hecha conforma a la Sunna del Profeta sallâ Allah alehi wa
salam (tal y como hizo el Profeta sallah Allah alehi wa salam o como
hicieron los Sahabas, porque éstos fueron los alumnos del Profeta sallâ Allah
alehi wa salam y quienes primero llevaban a la
practica los mandamientos del Islam).
Todo redundará en nuestro propio
beneficio y un poco de constancia en la tierra será la felicidad el Día de
todas las cuentas. Sin ninguna duda que merece la pena ser de los agraciados
con la Misericordia de Allah con el Paraíso. Pero debemos ganarlo con la
obediencia y la constancia. Allah nos facilite el Camino y nos dé firmeza,
amin.
¡Allahumma sal-li alá Muhammad wa
alá áli Muhammad kama sallaita alá Ibrahim wa
alá áli Ibrahim innaka hamidun mayid, wa bárik alá Muhammad wa alá áli Muhammad
kama barakta alá Ibrahim wa alá áli Ibrahim innaka hamidun mayid!
Oh Al-Lah! (Otorga Tu Divino) favor
a Muhammad y a la familia de Muhammad, como agraciaste a Abraham y a la familia
de Abraham. Tú Eres agradecido y generoso, bendice a Muhammad y a la familia de
Muhammad como bendijiste a Abraham y a la familia de Abraham, (ciertamente) Tú
eres El Alabado y Glorificado”.