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| Tema: 129- Entierro de los mártires Jue Nov 27, 2008 7:33 pm | |
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Entierro de los mártires El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- supervisó el entierro de los mártires y dijo: ''Doy testimonio que aquel que es herido en la causa de Allah, Allah lo hará resucitar con su herida sangrando con aroma a azmicle'' (Ibn Hisham 2/98) Algunos de los Compañeros llevaron a sus hombres muertos a Medinah, pero el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- les ordenó que los entierren en el mismo lugar donde habían muerto. Ordenó que no se los lave y que se los entierre luego de sacarles sus armaduras y ropas de cuero. Los enterraron de dos a dos o de tres a tres en un mismo pozo y hasta dos hombres con una misma tela, mientras el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- preguntaba ¿quién sabía más del Corán? y al que más sabía lo enterraban primero. Y decía: ''Seré testigo de ellos en el Día del Juicio'' Enterró a Abdullah bin Amr bin Haram y a Amr bin Al-Yamauh en el mismo pozo debido a que eran muy amigos. (Zad Al-Ma'ad 2/98; Sahih Al-Bujari 2/584)
Dejaron el cadáver de Handalah, y lo encontraron cerca de un lugar con el agua chorreando de su cuerpo. El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le dijo a sus Compañeros que los ángeles lo estaban lavando y su esposa dijo que se encontraba en estado de impureza por haber mantenido relaciones maritales. Por eso, Handalah fue llamado ''Gasil Al-Mala'ikah' (lavado por los ángeles) (Zad Al-Ma'ad 2/94)
Cuando el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- vio a su tío y hermano de leche, Hamzah, mutilado, se entristeció mucho. Cuando su tía Safíah vino a ver a su hermano Hamzah, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le ordenó a su hijo Az-Zubair que la persuadiera de no verlo. Ella se negó y dijo: '¿Por qué debo irme? He sido informada que lo han mutilado. Pero esto fue en la causa de Allah y lo que pase en Su causa nos satisface. Yo digo: Allah es suficiente y seré paciente si Allah quiere'' Se acercó, lo miró y suplicó a Allah por él y dijo: ''Ciertamente pertenecemos a Allah y a Él retornaremos'' Y pidió a Allah que lo perdone. Luego el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- ordenó que sea sepultado con Abdullah bin Yahsh que era su sobrino y hermano de leche.
Ibn Mas'ud dijo: Nunca vimos al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- llorar tanto como lo hizo por Hamzah bin 'Abdul Muttalib. Lo dirigió hacia Al-Qiblah, luego se paró cerca de su tumba y lloró mucho. (Mujtasar Sirat Ar-Rasul, pág 255) El estado de los mártires era espantoso y estremecedor. Describiendo el funeral de Hamzah, Jabbab dijo: ''No encontramos, excepto una prenda blanca, algo para amortajarlo lo suficientemente largo como para cubrirlo totalmente. Cuando cubrían su cabeza con ella, no alcanzaba para cubrirle los píes. Finalmente le cubrieron la cabeza con ella y le pusieron una planta llamada Al-Idhjir para cubrir sus píes. (Mishkat 1/140)
El Imam Ahmad reportó que, cuando fue el día de Uhud y en el momento que los idólatras retornaban (hacia La Meca) el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Formad filas como para orar, para que agradezca y alabe a mi Señor, El Grandioso y Poderosísimo'' Entonces formaron filas detrás de él. Luego dijo: ''Oh Allah a Ti pertenecen todas las alabanzas, nadie puede impedir lo que Tú permites y nadie puede permitir lo que Tú impides. Nadie puede guiar a quien Tú desvías ni desviar a quien Tú guías. Nadie puede dar lo que Tú retienes ni retener lo que Tú das. Nadie puede acercar lo que alejas ni alejar lo que acercas. Oh Allah, inúndanos con Tus bendiciones, Tu misericordia, Tus bondades y Tu sustento'' ''Oh Allah, te ruego que me otorgues el permanente bienestar que no cambia ni perece. Oh Allah, a Ti solamente te pedimos la ayuda en los momentos difíciles y la seguridad en el Día del miedo. Oh Allah, en Ti solamente buscamos refugio de los males que designas. Oh Allah, haznos amar la fe y embellécela ante nuestros corazones. Haz que nos disguste la incredulidad, la desobediencia y la maldad. Y
Haz que estemos entre los bien guiados. Oh Allah permítenos vivir como musulmanes y morir como musulmanes; y permítenos estar junto a los piadosos y no con los desagradecidos y desviados. Oh Allah, que tu enemistad recaiga en los incrédulos, aquellos que desmintieron a Tu Mensajero y desvían a la gente de tu camino. Oh Allah, permite que tu ira, censura y enemistad recaigan en los incrédulos y en aquellos que recibieron el libro. Oh Allah, Dueño de la Verdad''. (Musnad ul Imam Ahmad 3/424) Después de enterrar a todos los mártires, y de haber alabado y suplicado a Allah subhana wa ta'ala, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- regresó a Medinah.
En su retorno, admirables ejemplos de amor y devoción surgieron de las mujeres creyentes, de ningún modo menores en grandeza a los heroicos actos de los guerreros. Hamnah bin Yahsh se encontró con el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- cuando regresaba y el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le comunicó la muerte de su hermano -Abdullah bin Yahsh- Ella dijo: 'Ciertamente pertenecemos a Allah y a Él retornaremos. Le pido a Allah el perdón' Luego le comunicó la muerte de su tío materno Hamzah bin Abdul Muttalib. Ella dijo:
'Ciertamente pertenecemos a Allah y a Él retornaremos. Pido de Allah el perdón' Pero cuando le comunicó la muerte de su marido Mus'ab bin Umair, gritó y se apenó mucho. Viéndola hacer eso, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: 'El marido de la mujer es lo más querido para ella' (Ibn Hisham 2/98) También pasó cerca de una mujer perteneciente a Bani Dinâr cuyo marido, padre y hermano fueron asesinados en Uhud. Cuando la informaron de las muertes ella dijo: '¿Cómo está el Mensajero de Allah? Le respondieron: Bien, gracias a Allah, está bien como es tu deseo. Ella dijo: Permítanme que lo vea. Se lo señalaron. Y cuando lo vio dijo: 'Todas las desgracias son insignificantes mientras estés a salvo' (Ibn Hisham 2/99)
Umm Sa'd bin Mu'adh salió corriendo a ver al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- En ese momento uno de sus hijos sostenía las riendas de su yegua. Viendo a su madre, dijo al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- 'Oh Mensajero de Allah, ella es mi madre' El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dio: ''Ella es bienvenida'' y se detuvo y esperó a que se acercara. Cuando se acercó la consoló por la muerte de su hijo Amr bin Mu'adh. Pero ella dijo: 'Mientras te vea a salvo todas mis penas son olvidadas'. El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- suplicó a Allah subhana wa ta'ala por los familiares de aquellos que murieron en Uhud y dijo:
''¡Alégrate! Umm Sa'd y albríciales a tus parientes que todos los que murieron combatiendo serán Compañeros en el Paraíso y van a poder interceder por sus familiares'' Ella le respondió: 'Oh Mensajero de Allah, estamos complacidos. ¿Quién podría llorar luego de esta noticia tan reconfortante?' Luego dijo: 'Oh Mensajero de Allah, ruega a Allah por aquellos que quedamos' El dijo: '¡'Oh Allah, borra las penas de sus corazones! Dales consuelo por sus desgracias. Compénsalos con bienestar y seguridad. (As-Sirat Al-Halabiah 2/47)
Por la tarde de día sábado, el séptimo del mes de Shauual, del año 3 d.H. el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- retornó a Medinah. Al llegar a su casa, le entregó la espada a su hija Fátima y le dijo: ''Oh hija mía, lava la sangre de esta espada. Por Allah, me ha sido de gran utilidad''. Ali bin Abi Talib también le dio su espada y le dijo: 'Y lava la sangre de esta. Por Allah, me ha sido de gran utilidad' Luego el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: Sahl bin Hanif y Abu Duÿana han sido tan valientes como lo has sido tú en el combate'' (Ibn Hisham 2/100)
La mayoría de los relatos confirman que setenta fueron los muertos de entre los musulmanes, sesenta y cinco eran Ansar; cuarenta y uno pertenecían a Jazray y veinticuatro a Aus. Estos, además de un judío y cuatro Muhaÿirún. De los politeístas veintidós fueron muertos, aunque algunas versiones nos hablan de treinta y siete. Allah sabe más. (Ibn Hisham 2/122, 129)
El sábado del día ocho del mes de Shauual y luego de haber retornado de Uhud, los musulmanes pasaron la noche en vela -a pesar de estar agotados y muy exhaustos- Estaban alerta y pasaron la noche protegiendo los alrededores de Medinah. También estaban ocupados custodiando a su líder, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- por temor a un ataque sorpresa.
La Biografía del Noble Profeta Muhammad -sal-lâ Allah alehi wa salam- El Néctar Sellado Por: Sheij Safi-ur-Rahmân Al Mubarakfuri Traducción: Yusef Hussein Hallar Revisión: Lic. Isa Amer Quevedo Transcrito para libro virtual por: Ahl al Sunnah wal Yama'ah - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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