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 | | Tema: 205- Reflexiones sobre las incursiones Sáb Nov 29, 2008 8:47 am | |
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Reflexiones sobre las incursiones
Al meditar sobre las incursiones llevadas a cabo por el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- las misiones y destacamentos que había enviado, nos permiten ver con claridad que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- fue el más grandioso líder militar, como también el más piadoso y el más alerta. Además todas las batallas en las que participo fueron normales con respecto a los requisitos de valentía y los términos y condiciones de guerra. Ninguna de las batallas en las que luchó fue perdida como consecuencia de escasa sabiduría o errores estratégicos o tácticos. La derrota en algunos de sus enfrentamientos no fue debido a no ocupar las mejores posiciones en el campo de batalla, ni fue debido a una mala elección de líderes. Respecto a la Batalla de Uhud y a los eventos de Hunain, podemos decir que hubo factores de debilidad entre las tropas recién islamizadas en Hunain; y desobediencia de un pequeño grupo a las ordenes en Uhud.
Su genio e inteligencia en todos los aspecto y, en este caso, militar, quedaron expuestos en estas dos batallas, cuando los musulmanes estaban en situación adversa; porque con firmeza y determinación se enfrentó al enemigo y pudo con su sabiduría frustrar el objetivo de los mismos, como lo fue en el caso de Uhud, y logrando cambiar la derrota de los musulmanes en Hunain por una victoria.
Nosotros, hasta ahora, hemos examinado los aspectos de dirección militar en las victorias. A través de estas incursiones pudo establecer la seguridad, la paz y destruir el poderío militar de los enemigos a través de la contienda implacable entre el Islam y el paganismo.
El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- también tenía una percepción profunda y podía diferenciar, por la gracia de Allah, al creyente de los hipócritas y conspiradores.
La formación de líderes militares que lucharon y derrotaron a las potencias persa y bizantina en los campos de batalla de Siria e Irak fue de inigualable genio militar respecto a la estrategia de guerra y a los procedimientos de la lucha. Los mismos líderes que tuvieron éxito con Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- se las arreglaron para expulsar a los enemigos del Islam de sus tierras y países, de sus jardines y valles y granjas. Esos líderes musulmanes eran los hombres de Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- Ellos se identificaron con el espíritu del Islam y fueron educados de la mano del Profeta -salla Allah aleihi wa salam-
Gracias a esas batallas, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- consiguió asegurar la existencia de tierras y oportunidades de trabajo para todos los musulmanes. Incluso, se preocupó de los problemas de los refugiados que (entonces) no tenían ningún hogar o bienes. Equipó al ejército con armas, caballos y se ocupó de sus gastos. No cometió la más mínima injusticia. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- había alterado las normas de la época pagana pre-islámica respecto a la guerra. Las guerras no eran más que saqueos, pillajes, asesinatos, tiranía y agresiones. Esas guerras confundían la victoria con el hecho de oprimir al más débil, demoliendo sus casas, destruyendo sus cultivos. Para los paganos, la guerra era un medio por el cual podían violar a las mujeres, ser crueles con las personas indefensas, aunque estos fueran niños pequeños. El concepto de guerra en el Islam es diferente al concepto pagano. Una 'guerra' en el Islam es una sagrada y noble lucha de la manera que Allah ha legislado para la protección de la sociedad, que busca librar al hombre de la opresión, la tiranía y la agresión para que, después, con plena libertad elija su modo de vida respetando toda la creación de Allah. La sociedad islámica era una sociedad de la que nosotros en todo momento y en todo lugar debemos sentirnos orgullosos. Las tradiciones y pensamientos erróneos del período pagano fueron corregidos a través del Islam.
La corrupción, las matanzas, saqueos y robos que antes prevalecían en las guerras, se habían abandonado por algo sagrado. Uno de los más grandes objetivos del Yihad es liberar al ser humano de la opresión, la injusticia y la tiranía de los poderosos.
Un hombre de poder, en el Islam, se convierte en una persona débil si ha usurpado los derechos al pobre e indefenso. La guerra, en el Islam, es una purificación de la tierra de toda traición, maldades y agresiones. Es un movimiento sagrado que apunta a extender la seguridad, tranquilidad, misericordia y compasión, respetando los derechos de todos y cada ser humano, animal, vegetal, inerte o construcción, y observando magnanimidad. El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- enseñó las estrictas y honorables reglas sobre la guerra y exigió a sus soldados que las acaten y apliquen. Les prohibió que rompieran esas reglas bajo cualquier circunstancia. Siempre que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- elegía a un líder para el ejército, le recomendaba que tema a Allah, el Más Grande y Todopoderoso, al tratar con aquellos que estaban bajo su mando y que sean bondadosos con los musulmanes. Luego el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le diría:
''Marchen en el Nombre de Allah y por Su causa. Combatan pero no se excedan ni traicionen. Nunca mutilen el cadáver de una persona muerta ni maten a los niños''.
El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- pidió a las personas que facilitaran las cosas y les prohibió reprimir con dureza (Sahih Muslim 2/82-83). Cuando llegaba de noche al campo de batalla, nunca atacaba al enemigo hasta que se hiciera de día. Prohibió quemar a las personas, asesinar a las mujeres y a los niños y prohibió golpearlos. También prohibió el robo, el pillaje y procedió a tal punto que dijo acerca de las ganancias adquiridas a través del pillaje que no están menos prohibidas que la carne de un cadáver. La destrucción de los cultivos y cortar los árboles estaban totalmente prohibidos a menos que fuera como último recurso, no hubiera otra alternativa y totalmente necesario para adquirir un objetivo mayor que el agravio.
''No maten a una persona herida ni corran detrás de que está huyendo ni maten a un prisionero''
Decretó que no debe matarse a los emisarios. También enfatizó en no matar a aquellos con los que se hayan establecido convenios.
Dijo:
''Quien mate a alguien que está bajo un convenio ni siquiera percibirá el aroma del Paraíso, aunque su aroma puede sentirse a una distancia de cuarenta años''.
La Biografía del Noble Profeta Muhammad
-sal-lâ Allah alehi wa salam-
El Néctar Sellado
Por: Sheij Safi-ur-Rahmân Al Mubarakfuri
Traducción: Yusef Hussein Hallar
Revisión: Lic. Isa Amer Quevedo
Transcrito para libro virtual por: Ahl al Sunnah wal Yama'ah - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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