ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah
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ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah

En este lugar pretendemos dar información clara acerca de Ahl al Sunnah wal Yama'ah. Con absoluta fidelidad y obediencia a los principios islámicos traídos por inspiración Divina a nuestro Profeta salla Allah aleihi wa salam
 
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 Las honras fúnebres en el Islam

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MensajeTema: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:01 pm

EN EL NOMBRE DE DIOS, CLEMENTE, MISERICORDIOSO





LAS
HONRAS FÚNEBRES EN EL ISLAM





Fuente: Organización para América Latina




Glorificado sea Dios, Creador del Universo, Amo y Señor
absoluto de este mundo y del mundo de la eternidad. A Él damos las gracias por
habernos hecho musulmanes, y hacer de los musulmanes una comunidad coherente.

Las normas que seguimos, los modelos que proponemos y
ejecutamos, y los ritos que practicamos, son elementos que nos distinguen y
dotan de una personalidad propia, por lo tanto, conocerlas es un deber y
practicarlas es la forma más sincera y amena de exteriorizar nuestro
convencimiento absoluto de esta gran Doctrina y de nuestra pertenencia a la
Umma Islámica (Comunidad Islámica).

El Islam, dada su condición de religión universal y
misionera, no omite facetas de la vida sin tratar y legisla preceptos para
desarrollar nuestra actitud ante ella, sin dejar librado ningún vacío
legislativo, ni permite copiar legislaciones ajenas.

El hecho de nacer y el hecho de morir son dos facetas
vinculadas. Una trae la felicidad, mientras la otra, deja tras de sí tristeza y
dolor.

El comienzo de la vida, para un musulmán, es la difusión del
alma en el embrión humano.

Desde ese precio momento, la vida terrenal transcurre en
etapas, teniendo cada cual su mundo, sus vivencias, sus goces y sufrimientos.
El paso de un mundo a otro siempre va acompañado de una sensación de temor,
temor a lo desconocido, lo incierto y lo inusitado.

El recién nacido deja el claustro materno en pos de nuestro
mundo con un grito, el que no sabemos si es un grito de socorro, por haberlo
extraído de un mundo donde disfrutaba de toda clase de protección y bienestar,
o es un grito de alegría por haberlo liberado de un mundo limitado hacia otro
más amplio y más variado.

El Islam, dada su condición de Religión natural (Din al
Fitra), permite expresar estados de ánimo, siempre que sean en forma moderada:
llorar-gemir-gritar, pero advierte contra los excesos. El realismo que
caracteriza a la Doctrina Islámica hace de la muerte un escalón difícil, una
especie de sendero que conduce hacia la gloria, en otras palabras, la muerte
para un musulmán es un suceso triste y penoso, pero no catastrófico.

El llanto por la muerte de un ser querido es una
manifestación sincera e innata de nuestros sentimientos, por lo tanto es
imposible contenerlo totalmente, pero sí es posible aliviarlo y moderarlo. Por
otra parte, el Islam, dada su condición de Doctrina basada en la justicia y la
equidad, condiciona la salvación a la obra y actitud personal de cada ser
viviente que es, en definitiva, la suma del bien y del mal, realizada a lo
largo de su vida mundana. Ser musulmán no es un salvoconducto hacia el paraíso.

Después de la muerte física, habrá un juicio y un veredicto,
luego una condena justa o un premio merecido, y en último caso el Soberano
tendrá la última palabra, confirmar la condena, rebajarla, u otorgar su
amnistía a quién Él designe.

En este breve compendio trataremos de exponer, muy
sucintamente, el comportamiento posible en estos casos, como asimismo las
actitudes por parte de sus familiares, seres queridos y del resto de la
Comunidad.

Es necesario que cada uno de nosotros "programe"
su propia muerte en la mejor escena posible, para que ésta sea lo menos
traumática, para nosotros mismos como para nuestros allegados, herederos y
seres queridos. Es algo así como prepararse para realizar el largo viaje; saldar
las deudas, despedirse de los seres queridos, documentar nuestro testamento,
recomendar y aconsejar a nuestros descendientes, etc.

Todo el equipaje permitido será solamente la obra personal,
todo lo que pueda ser una obra benéfica, un legado cultural o un hijo virtuoso
que implore la clemencia divina para con sus padres.

Sabemos que "toda alma probará el sabor de la
muerte" y también que la Comunidad Musulmana se distingue de las demás por
sus normas de vida específicas, que cada uno de nosotros tiene la obligación de
conocer y de obrar en consecuencia; ya sea en los momentos difíciles como en
los de felicidad.

Ciertamente hay normas y formalidades propias de nuestra
Tradición para con el musulmán fallecido. Bañarlo, amortajarlo, rezar por él y
para él, y, finalmente, sepultarlo, según las enseñanzas del Corán y de la
Sunnah (tradición) de nuestro Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam).

Es nuestro propósito en este trabajo hacer conocer a nuestra
Comunidad todo cuanto rodea a estas normas y advertirle contra innovaciones y
supersticiones que muchas veces prevalecen y distorsionan nuestra Tradición.

También aludiremos a la ética y al sentido del pésame, a las
visitas a los cementerios, al testamento, etc., intentando con ello resumir lo
esencial que debe conocer un miembro de nuestra Comunidad.

Esta Comunidad, en el lugar del mundo donde se encuentre,
tiene la obligación colectiva de despedir ritualmente a quienes se nos
anticiparon hacia la otra vida. Este adiós debe abarcar el tiempo anterior,
durante y posterior al hecho de la muerte. Es nuestra responsabilidad dar
testimonio de este acto con respeto, solemnidad y condolencia.

Apelamos a los guías religiosos y a los responsables de las
respectivas Entidades Islámicas, para que a través de sus encuentros con la
Comunidad, difundan estas normas con explicaciones detalladas, y con la mayor
claridad posible.

Recordemos que todo proceso en las honras fúnebres
musulmanas y de cementerios para nuestra Comunidad.

Anhelamos y alentamos la creación de estas funerarias y
cementerios, cumpliendo al mismo tiempo con los requisitos necesarios. Ambas
cosas pueden ser posibles, con una labor de solidaridad Intercomunitaria y la
planificación de nuestras Entidades Islámicas y colaboración entre ellas,
además de la relación con los municipios de cada región.

Esperamos que esto sea de utilidad, y que Allah-Subhanahu wa
Ta'ala dispense nuestros errores. --Enaltecido sea--.
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MensajeTema: Re: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:03 pm

LEGADOS

Como hemos estado mencionando anteriormente, la única
posibilidad de tener un saldo a nuestro favor en el momento de la muertes es,
según el Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam):

Ø
Dejar una obra piadosa en funcionamiento, a título individual o comunitario,
por ejemplo: un asilo o residencia de ancianos al servicio de los más
necesitados, una escuela, un Masyid (mezquita), etc.

Ø
Legar una obra científico-educativa, por ejemplo: un invento al servicio del
bien común, una obra en pro de la ciencia y del progreso humano, etc.

Ø
Un hijo virtuoso, que no dejará de implorar el perdón divino para sus padres,
y, al mismo tiempo, el hacerse cargo de sus deudas económicas.

Éstos son los únicos legados que pueden seguir beneficiando al fallecido en la
otra vida.
Además, deberá existir un hecho documental de trascendencia que el musulmán
debe realizar, su "Testamento". Este documento debe comprender dos
hechos importantes, las deudas a favor y en contra, así como la división de su
herencia, garantizando la equidad entre sus herederos, de acuerdo a los preceptos
islámicos establecidos.












EL TESTAMENTO
(Uasíia)

LEGISLACIÓN




La legislación islámica nos indica que, en ausencia de un
registro de última voluntad o de un escribano o notario, podremos redactar
nuestro testamento de puño y letra, y atestiguar delante de quienes merecen
nuestra confianza el contenido del mismo.

En nuestro caso, el ser una minoría, en países no islámicos,
nos impone la responsabilidad de equiparar en lo posible entre lo establecido en
nuestra Legislación (Sharía), con lo establecido en el código civil vigente del
país en que vivimos. En ausencia de un tratado entre la Comunidad Islámica y
ese país, tendremos que ajustar lo establecido en la Jurisprudencia Islámica,
con lo establecido en nuestro testamento.

La división de los bienes que dejamos, la designación e
identificación de herederos, la liquidación de deudas y la concesión de
donaciones y usufructos, son temas que atañen tanto al muerto como a los vivos
y, por lo tanto, pueden ser motivo de discrepancias entre sus herederos.

Mencionaremos los puntos más significativos del testamento en la Jurisprudencia
Islámica:

Ø
Padres y cónyuges son herederos forzosos, contrariamente a lo establecido en
algunos códigos civiles, es decir son herederos legítimos: esposa/o, padre,
madre e hijos o nietos en ausencia de sus padres.

Ø
La distinción de uno o más herederos es nula en el Islam, o sea, no hay
privilegios para algunos en la herencia, aún siendo mencionado y confirmada en
el testamento.

Ø
Saldar las deudas del fallecido tiene prioridad antes de la división de los
bienes. Primero saldar sus deudas, luego dividir la herencia.

Relató el Imán Ahmad, Dios se complazca de él, que el
Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam) dijo: El alma del creyente
fallecido permanecerá encadenada, hasta que sus deudas económicas sean
saldadas.

Pagar las deudas del fallecido, descontándola de su herencia
o bien cargándola a cuenta de sus hijos, tiene prioridad y supremacía en el
Islam.

La división de libre disposición (dedicar parte de la
herencia a donaciones, a personas ajenas y/o a instituciones benéficas o
culturales) es posible, siempre y cuando no supere un tercio de la herencia.

El derecho de usufructo no tiene validez después de la
muerte del testador. Ninguna persona puede disfrutar de un derecho en
detrimento de los intereses de los demás herederos.

En ausencia de padres del fallecido, los abuelos del mismo
heredan la cuota de sus hijos, y en ausencia de un hijo heredarán los nietos la
cuota de su padre (la que no excederá de 1/3 de la herencia).

La mujer heredará 1/8 de la herencia y, en caso de no
existir otros herederos ascenderá la misma a 1/4.

La misión fundamental de los amigos y allegados es advertir
a los familiares de la importancia del testamento en caso de existir éste y de
la importancia de dividir la herencia cuanto antes, para evitar cualquier
discrepancia entre los beneficiarios.

Aclararles que repartir la herencia de acuerdo a los
preceptos islámicos es en benefició de todos, conservando la unidad de la
familia.

La esposa del fallecido deberá aguardar inexorablemente un
período de espera (Iddá), antes de volver a casarse, con el fin de asegurarse
no estar embarazada. En caso de estarlo y, si llegare a dar a luz, tendrá
idéntico derecho que sus hermanos en la herencia de su padre. Además, este
período de tiempo le servirá para meditar su futuro y el de su familia.

El período de espera antes de contraer matrimonio, fue
establecido en el Generoso Corán 2/24 y, es de cuatro meses y diez días, a
contar desde la muerte de su esposo.
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MensajeTema: Re: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:05 pm

EL AGONIZANTE

Es preferible que el agonizante esté rodeado de sus
parientes más cercanos y queridos, con el fin de escuchar sus últimos deseos y
recomendaciones, tranquilizándolo y animándolo.
La enseñanza Islámica en ningún caso acepta gestos, por parte de los asistentes
que motiven el desánimo del moribundo. Cualquier acto, o simplemente una frase,
deberán ser lo más disimulados posibles, puesto que nadie conoce si este
enfermo morirá o, por el contrario, se recuperará de acuerdo a los designios, infundidos
en él por el Todopoderoso.

El cambio de postura del agonizante, o sea orientarlo hacia
la Qibla (Meca), o recitar versículos del Generoso Corán ante él, no tienen
apoyo en la Jurisprudencia Islámica (Sharía), aunque no es reprochable hacerlo.

Mencionar la Profesión de Fe (Shahada) en voz baja, es un
hecho permitido ante el moribundo.












EL MOMENTO DE LA MUERTE
(Óbito)





En el momento inmediatamente posterior al óbito (o sea
último suspiro, que es cuando el alma abandona al cuerpo), después de pasados
los primeros minutos de dolor por parte de los presentes, alguien de sus allegados
deberá subir la mandíbula del fallecido, luego pasar la mano de arriba hacia
abajo sobre sus ojos para cerrar sus párpados y cubrir el cadáver con una
prenda o trozo de tela.

Informar de su muerte.

Anunciarla, lo más rápido posible, de acuerdo a las formas y
circunstancias del medio en que se vive, a través de diarios, radios o
simplemente por medio de los miembros de la Comunidad.

Además, comunicar la muerte de manera oficial a las
autoridades competentes para así preservar los derechos del fallecido y de sus
herederos.

Es necesario conocer si el fallecido habría comunicado sus
últimos deseos a su cónyuge o a sus hijos o a cualquier otra persona de su
conocimiento, referente a su entierro o a cualquier otra diligencia a realizar.
Todo tipo de deseo factible de cumplir, no estando en contra de los principios
islámicos, deberá intentar realizarse, por ejemplo ser enterrado al lado de sus
parientes, si ellos están inhumados en el cementerio de la ciudad donde éste
murió. Trasladar el féretro hasta otra ciudad, va en contra de nuestros
preceptos, por lo tanto es aconsejable enterrar a un musulmán en el cementerio
de la localidad donde murió. Hacer de su tumba un monumento tampoco es
aprobado, ni construir una mezquita o algo fastuoso sobre ella.









PREPARATIVOS PARA EL ENTIERRO




Obtenido el certificado de defunción y el permiso de
inhumación, se procederá a preparar al fallecido según el ritual islámico, que
consiste en:

Ø
Bañar al fallecido (Ghusul).

Ø
Amortajarlo (Takfín)

Ø
La ceremonia religiosa: Oración fúnebre y honras.

Ø
Sepultarlo.



LA ABLUCIÓN FUNERAL
(GHÚSUL)

Bañar al fallecido antes de proceder a amortajarlo
enterrarlo es un precepto Islámico, y el realizar es una obligación de la
Comunidad (Fard Kifaya), es decir, si alguien de la Comunidad lo cumple, el
resto quedará exento.

El objetivo del baño es hacerlo presentable ante aquellos
que lo despedirán. No obstante, siendo un hecho ritual, tendrá que seguir las
reglas Islámicas que se enumeran a continuación.
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MensajeTema: Re: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:07 pm

¿QUIÉN DEBERÁ OCUPARSE DEL BAÑADO?




Es preferible que la Comunidad musulmana tenga su funeraria
propia, así pues, encomendar el proceso del entierro a una entidad conocedora
de la reglas del bañado, del amortajamiento, y del entierro, evita las iniciativas
inadecuadas e inoportunas. No obstante, dada la simplicidad de la tarea,
cualquier musulmán puede hacerse cargo del funeral, siempre y cuando reúna las
siguientes condiciones:

Ø
Ser una persona digna de confianza (para no revelar lo que viera de las
intimidades físicas del fallecido).

Ø
Ser del mismo sexo del fallecido (excepción hecha para el cónyuge y para los de
corta de edad).

Ø
Ser conocedor de las reglas rituales fúnebres.

Si esta persona es de los familiares más cercanos tendrá
prioridad sobre los demás. En todo caso quien baña a un difunto será bien
remunerado por Dios. Así el Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam) dijo:
Quien bañe a un difunto y guarde sus secretos, Dios le perdonará y bendecirá.









¿CÓMO SE REALIZA EL BAÑO RITUAL?




Es preferible que la persona encargada de la ablución
fúnebre, se haya hecho una ablución previa, así estará física y psíquicamente
en condiciones de realizar el baño.

Se comienza diciendo: BISMILLAH UA' Alá MILLATI RASULI-LAH
(En el nombre de Dios, y acorde a las enseñanzas de Su Mensajero).

Luego se cubrirá el cadáver con una prenda o trozo de tela y
se lo despojará de sus ropas.

Durante todo el proceso del lavado, quien bañe procurará no
dejar al descubierto ninguna parte del cadáver, si no fuese necesario, para
cumplir con la tarea.

El baño consiste en duchar y limpiar el cadáver, hacerle la
ablución menor (Udú) y secarlo con una toalla nueva.

Se procede al baño propiamente dicho, comenzando con una
presión con las palmas de las manos (enguantadas) sobre el estómago del
fallecido, para provocar la evacuación de los excrementos retenidos en el
último tramo del intestino. Se limpia la zona con agua y jabón, luego se limpia
todo el cuerpo (con agua y jabón) como en cualquier baño. Podrá repetir quién
bañe este procedimiento, tantas veces sea necesario, para la buena limpieza.

Luego se procede al Udú --ablución-- (es la ablución que se
realiza antes de las oraciones), pero sin necesidad de enjuagar la boca ni la
nariz.

Por último se ducha el cadáver con agua normal de arriba
hacia abajo, comenzando con dejar escurrir abundante agua sobre la cabeza,
luego sobre el lado derecho del cuerpo y por último sobre su lado izquierdo. Se
seca el cuerpo, se peina el cabello y se perfuman ambos.









¿QUÉ HACER ANTE LA IMPOSIBILIDAD DE BAÑAR
AL DIFUNTO?


En caso de falta de agua, o si se temiera destrozar aún más
el cuerpo del difunto en caso de grandes quemaduras o accidentes o, en ausencia
del cónyuge del fallecido y de otra persona de su sexo, entonces se recurre al
"Taiammum" (mundificación alternativa, o ablución seca), es decir,
quien baña pondrá sus manos (palma abajo) sobre cualquier superficie seca,
preferentemente suelo arenoso, tierra o simplemente sobre una alfombra o algo
similar y las frotará sobre la cara y las manos del fallecido.

Por último, puede darse el caso de no encontrase más que una
parte del cuerpo del fallecido (un brazo o parte de algún miembro), por
ejemplo: en el caso de explosiones, terremotos, bombardeos, etc. Si esto
sucede, se le dará el mismo tratamiento del cadáver normal.






EL AMORTAJAMIENTO




Recordemos que amortajar a un musulmán es Fard Kifaya (deber
de la Comunidad). Quien lo realiza exime al resto de hacerlo.

La mortaja es simplemente una prenda o trozo de tela de
extensión suficiente para envolver todo el cadáver, preferentemente de color
blanco.

La Tradición profética recomienda utilizar tres paños
blancos (sudarios), uno tras otro, para el hombre, y dos paños más tres
elementos complementarios para la mujer (lo que veremos más adelante). Pero
advierte contra el encarecimiento y la ornamentación. Estos paños, además de
ser nuevos, serán de tela normal y corriente (no serán de seda ni cualquier
otro tejido costoso).






CÓMO DEBERÁ AMORTAJARSE A UN HOMBRE




Ø
A) Se extienden los paños o sudarios unos sobre el otro, de modo que el primero
en extenderse de ellos, sea el más amplio.

Ø
B) Se traslada el cadáver (recién bañado) cubierto con una tela, hasta donde
están extendidos los paños y se lo deposita sobre ellos.

Ø
C) Se comienza doblando el paño superior, cubriendo la parte del cuerpo
derecho, luego se dobla el resto del paño sobre la izquierda, de modo que éste
quede cubierto con el primer paño. Se realiza el mismo procedimiento con los
restantes paños, hasta completar los tres.

Ø
D) Completando esto, deberán ajustarse estos sudarios al cuerpo con trozos de
tela en forma de hilos, los que se soltarán al ser depositado el cuerpo en la
tumba. Completado esto, se perfuman los sudarios.









CÓMO DEBERÁ AMORTAJARSE A UNA MUJER




Recordemos que deberán usarse en la medida posible cinco
elementos, para el caso de una mujer, que están compuestos por:

Ø
A) Una pollera o trozo de tela que ceñirá sus muslos.

Ø
B) Una camisa larga o camisola.

Ø
C) Un velo que cubrirá su cabeza y dos paños que cubrirán el cadáver, los que
se atarán al cuerpo, y soltarán sus ataduras en la tumba (de forma similar a la
del hombre).

Terminada la tarea, se deposita el cadáver dentro de un
féretro, para facilitar su traslado hasta el cementerio. Es aconsejable que el
ataúd sea simple, con el fin de no agobiar a los familiares del fallecido con
gastos innecesarios, y al mismo tiempo, sea lo suficientemente fuerte para ser
reutilizado con otros fallecidos.

Estando en países no islámicos, donde existen normas y
legislaciones que obligan a mantener el cadáver 24 horas antes de sepultarlo
(por ejemplo Argentina), no es impedimento aprovechar la ocasión para escuchar
un sermón, o un comentario, que nos haga recordar sobre los deberes ante Allah
y ante el prójimo. Tampoco es desaconsejable leer o escuchar recitación del
Sagrado Corán. Es decir, aprovechar el tiempo comprendido entre el
amortajamiento y el entierro (si bien no es ningún precepto ni una tradición
islámica, simplemente es llenar un tiempo obligado con algo útil), en lugar de
dar rienda suelta a bullicios o conversaciones impropias del momento.

Nota: En el caso de muertes a raíz de grandes catástrofes, epidemias, etc. Y no
disponerse de sudarios suficientes, se amortajarán dos o más muertos con un
solo sudario y se podrán también enterrar en una misma tumba. (Tal lo ocurrido
con los creyentes caídos en la batalla de Uhud --Allah se complazca de ellos--)

Antes de finalizar, advertimos sobre el uso de velas o
cirios alrededor del cadáver, ya que esto no es costumbre islámica.
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MensajeTema: Re: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:09 pm

LA PLEGARIA FÚNEBRE
(SALAT
ul Yanasa)


Se define la plegaria fúnebre como un FARD KIFAYA
"deber colectivo" hecho por algunos, quedando los démas miembros de
la Comunidad exentos.
La misma consiste en los siguientes pasos sucesivos:

Ø
1- Takbirat ul Ihrám (de apertura) ALLAH AKBAR, seguida por la recitación de Al
Fátiha.

Ø 2- La 2°
Takbira, luego seguida por Salatul Ibrahimía.

Ø
3- La 3° Takbira, seguida por una súplica por el difunto.

Ø
4- La 4° y última Takbira, seguida por una súplica general o amplia. Y finaliza
la plegaria con una o dos Taslima (Assalamu Alaikum).

La manera de realizar esta plegaria es muy peculiar, se hace
de pie (calzado, si no se estuviese en un piso alfombrado), sin Ruku'
(inclinación) ni Suyud (prosternación). Puede realizarse en una mezquita, en un
salón, o bien en el solar del cementerio (dedicado a la oración funeraria)
(Mussala) o, en su defecto, en cualquier lugar antes de proceder al entierro, e
incluso después de éste, si por algún motivo no se hubiere podido realizar la
plegaria.












CÓMO SE REALIZA SALAT ul YANASA




Se coloca el féretro en el suelo, en sentido perpendicular a
la Quibla (dirección hacia la Meca) y el Imám (o quien oficie de guía
religioso), se sitúa detrás del féretro (preferiblemente detrás de la cabeza
del difunto, si es varón, o detrás de la parte media del cuerpo, si es mujer).
Los demás se ponen de pie, en hileras detrás del Imám.

La condición exigible es que todos los que hagan esta
oración deberán tener la ablución (como se realiza para las oraciones
tradicionales). En caso de no tenerla hecha, y que el tiempo apremie hacerla,
entonces se sustituye por el TAIAMUM (ablución alternativa, explicada
anteriormente). El Taiamum es válido, tanto para la ablución mayor como para la
menor.
Cumplidos estos requisitos indispensables, y:

Ø
A) Ordenados los participantes para la plegaria, el Imám, antes de dar comienzo
a la misma, suele explicar en voz alta la manera de realizar esta oración,
luego expresa la intención (Níia) de efectuarla, y exclama la llamada de
apertura:

Allahu Akbar (Takbirat ul Ihrám), elevando las manos hasta la altura de sus
orejas, y completando todos los movimientos como se realizan en las plegarias
cotidianas.
Los seguidores del Imám (Mu'tamin) lo seguirán paso por paso.

Ø
B) Todos recitarán susurrando el pasaje de la apertura del Corán: Suratúl
Fátiha:

Bismillahi Rahmáni rahím
(En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso)

Alhamdulillahi Rabbil 'Alamín
(Alabado sea Dios, Creador del Universo)

Arrahmani Rahim
(Clemente, Misericordioso)

Maliki Iuamiddín
(Soberano en el día del Juicio)

Iiaka Ná'budu Ua Iiaka Nasta'ín
(Sólo a Ti adoramos y de Ti imploramos ayuda)

Ihdinas Siratal Mustaqim
(Guíanos por el sendero recto)

Siratal Ladina An'amta 'Alaihim Gairil Magdubi 'Alaihim Ualaddalín
(El sendero de quienes agraciaste, no el de los execrados ni el de los
desviados)

Amín
(Amén)

Esta sura es la única de obligada recitación en el idioma
litúrgico musulmán, o sea el idioma árabe.

Ø
C) Terminada al Fátiha, exclamada el Imám otra Takbira (ALLAHU ABKAR) como en
el paso anterior, luego susurra al Salauat ul Ibrahimía en árabe, o en su
defecto en castellano o cualquier otro idioma: Allahuma sal-li 'Ala
Muhammadin Ua 'ala ali Muhammad, Kama Sallaita 'ala Ibra-hima ua 'ala ali
Ibrahim.

Ua Barik 'ala Muhammadin ua 'ala ali Muhammad, Kama Barakta 'ala Ibrahima
una 'ala ali Ibrahima Fil 'alamina Innaka Hamidun Mayid.

(Señor nuestro, colma con tu gracia a Muhammad y a la familia de Muhammad, como
colmaste con tu gracia a Abraham y a la familia de Abraham. Y bendice a
Muhammad y a la familia de Muhammad como bendeciste a Abraham y a la familia de
Abraham. Ciertamente Tú eres Loable, Majestuoso.)

Este pasaje de oraciones se recita al final de cualquier plegaria, antes de
finalizar con a-Taslima: (Assalamu Alaikum wa Rahmatul Allah).

Ø
D) Finalizada la recitación de las oraciones mencionadas en el párrafo
anterior, exclama el Imám otra vez: Allahu Akbar; luego, cada participante de
la oración realizará para sí una súplica por el difunto en árabe o en otro
idioma, por ejemplo:

Allahumma'gfir lahu Uarhamhu- Ua nayyíhi min 'Asabil Qabr, Uamhu Jataiáhu Ua
Da'if Fi Hasanatihi Ua'fu 'anhu- Ua uasssi' Fi Qabrihi Ua Adjilhu Fasíha
Yannátik.

(Señor nuestro, ten misericordia con él y perdónalo, sálvalo del castigo de la
tumba. Perdónale sus pecados y multiplica sus buenas obras. Indúltalo, haz de
su tumba un refugio feliz. Ingrésalo a Tu divino paraíso).






Si el difunto es de corta edad se puede añadir:

Allahumma y'alhu Rahmatan li abau-aihi- Ua Salafan Ua Dujran- Ua Shafi'an Ua
Zaqqil Bihi Mauazinahuma.

(Señor consuela a sus padres, recompénsales y haz de su hijo un intercesor para
ellos ante Ti.)

Ø
E) La cuarta fase de esta plegaria, comienza con una cuarta y última
exclamación (Takbir) por parte del Imám, seguido siempre por los demás
participantes, luego cada uno hará una súplica general por breves momentos, por
ejemplo:

Allahumma Nauuir 'Uqulana- uahdina 'ala Siratil-mustaqim.
Ua tauffana Muslimín- Uadjilna fi Yannátik
.

(Señor: ilumina nuestro pensamiento y guíanos por el sendero recto. Haznos
morir musulmanes, e ingrésanos en Tu paraíso.)

Luego el Imám finaliza la plegaria con a-Taslima de Clausura
(Assalamu Aalikum wa Rahmatullah) girando su cabeza hacia la derecha, o
bien hacia la derecha y luego hacia la izquierda.

Quien haya perdido parte de la plegaria fúnebre, podrá
seguir al Imám en lo que resta de la misma, y cuando el Imám finaliza, el
participante completara las Takbiras no realizadas, es decir al final debe
completar las cuatro Takbiras. En caso de temerse por falta de tiempo, y que el
féretro sea trasladado antes de recuperarse la Takbira faltante, no será
necesaria completarla siendo suficiente lo realizado hasta el momento, es
decir, se termina la plegaria con el Imám.
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MensajeTema: Re: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:11 pm

EL CORTEJO FÚNEBRE
(Tashií al Yanasa)




El cortejo fúnebre es una manifestación de despedida digna a
un miembro de la comunidad Islámica, cualquier cortejo fúnebre sea de un
musulmán, o de cualquier seguidor de otra religión, es digno de rendir homenaje
ante su desaparición.

Algunos Compañeros del Profeta (salla Allah alehi wa salam)
se ponían de pie y guardaban silencio, al pasar un cortejo delante de ellos,
fuese o no un musulmán.

Es recomendable acompañar al difunto hasta que sea enterrado
y rezar por su alma. Es digno de quienes acompañan al cortejo hacer un examen
de conciencia ante el significado de la muerte y el destino final de todo ser
viviente. Deberán recordar que algún día ellos serán los trasladados y rendirán
cuentas de su obra en este mundo ante Allah-Subhanahu wa Ta'ala-.






TRASLADO DEL FÉRETRO

El traslado de los restos de un fallecido de una ciudad a
otra es un hecho reprobable.

El traslado debe efectuarse cuanto antes hacia la mezquita,
la funeraria o hacia el cementerio donde se realizará la oración fúnebre.






LA INHUMACIÓN

El suelo o tierra del cementerio es la morada natural de
nuestros fallecidos. En la tierra se completa el ciclo vital del hombre, al que
el Corán cita en el versículo 20/55:
"De ella (LA TIERRA) os creamos, a ella os retornaremos y de ella os
haremos surgir otra vez".
La
incineración del cadáver no es aprobada por ninguna escuela jurídica islámica
.
Las
bóvedas, mezquitas-tumbas, tumbas monumentales, son desaprobadas en el Islam
.

Asimismo, enterrar a un musulmán con ataúd o con
elementos de valor es reprobable
.

La sabiduría que hay detrás de todas las limitaciones
mencionadas anteriormente, evidencia que el Islam nos orienta siempre hacia lo
práctica y útil, y que los recursos de la tierra deberán ser destinados al bien
común, es decir a los vivos, a los que la necesitan para seguir en el camino de
la supervivencia. Todo gasto innecesario para los muertos perjudica a los
vivos. Cada palmo de tierra dedicado innecesariamente a un muerto perjudica a
los vivos. Dónde encontraríamos un lugar en la tierra para vivir, si hubiésemos
hecho de la superficie de la tierra un bosque de tumbas monumentales.

La tumba para los musulmanes es una morada funcional, en
ella se protege al cadáver de toda agresión externa, hasta que sea absorbido
por la misma tierra.






MODO DE EFECTUAR LA INHUMACIÓN




Trasladado hasta el borde de la tumba, se retira del ataúd
el cadáver amortajado y se procede al entierro propiamente dicho.

La tumba será abierta en sentido perpendicular a la Quibla,
con una profundidad suficiente para proteger al cuerpo de cualquier intento de
profanación o exhumación criminal.

La excavación deberá tener una profundidad de 1.45 mts., y
un ancho y largo lo suficiente para que el cadáver quede extendido
horizontalmente e inclinado suavemente, sobre la pared más cercana a la Quibla.
Ésta es la forma tradicional y más utilizada en Occidente. También se puede
realizar un corte (SHAQ) longitudinal en el fondo de la tumba sobre la pared
más cercana a la Quibla, tal lo realizado en la tumba del Profeta (Muhammad)
(salla Allah alehi wa salam), debiéndose reforzar estas paredes para evitar su
derrumbe.

Retirado el cadáver del ataúd y recogido por uno o dos
hombres que hayan bajado previamente en ella, se introduce en la tumba o en la
hendidura, de la forma más conveniente, haciendo que su cabeza quede inclinada
a la derecha mirando hacia la Quibla. Luego de depositarlo, se soltarán los
nudos de las cintas que ataban los sudarios, especialmente los que están a la
altura de los pies.

Quién oriente el cadáver en ese momento, es aconsejable que
exprese BISMILLAH UA Alá MILLATI RASULI-LAH (En el nombre de Dios y acorde a
las enseñanzas de su Mensajero).

Luego, se procede a tapar o cerrar con piedras o ladrillo.
Se vierte la tierra hasta un palmo sobre el nivel del suelo del cementerio.

Poner una lápida sobre la tumba no es reprobable si el
propósito es marcar el lugar de la misma. Es preferible que las personas
encargadas de depositar el cadáver en la tumba sean los amigos o familiares del
fallecido.

Una vez finalizado el entierro se hace súplica por el
difunto y por todos los difuntos de los presentes. Es preferible que uno de los
hijos anunciare la disposición de responder ante cualquier deuda documentada
que su padre haya contraído en vida.

Luego se dispone junto con sus familiares más inmediatos a
recibir el pésame de los asistentes (antes de salir del cementerio).
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MensajeTema: Re: Las honras fúnebres en el Islam   Las honras fúnebres en el Islam EmptyVie Ene 30, 2009 10:13 pm

At- TA'ZIA (EL PÉSAME)




El pésame es una muestra de solidaridad con los familiares
del difunto.

Su objetivo fundamental es cumplir con un precepto del
Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam), cuyo fin es consolar a los
familiares y amigos del fallecido, hacerles comprender que la muerte es el
destino inevitable e irremediable de todo ser. Es como elegir frases elocuentes
para elevar el ánimo y el umbral del dolor emocional, y aislar al familiar de
su tormento.

El Profeta (salla Allah alehi wa salam) solía consolar a los
familiares diciendo "Todo está predestinado, entereza y sosiego".

Llevar una vestimenta de luto, conmemorar los cuarenta días
del fallecimiento o el aniversario en memoria del fallecido, reunir a la gente
para recitar el Corán durante tres noches después de un fallecimiento, puede
ser una forma de recuerdo, aunque no está establecido en la Jurisprudencia
Islámica, siendo evidente, en estas costumbres, la gran influencia occidental
que nos ha absorbido a muchos musulmanes (Rogamos al Todopoderoso volver a
los preceptos del Corán y a la Sunna de nuestro Profeta (salla Allah alehi wa
salam).

El Islam nos enseña que respetar la vida tiene prioridad
sobre la memoria del fallecido, por lo tanto tendríamos que evitar todo acto
conmemorativo innecesario.









LA VISITA A
LOS CEMENTERIOS





La visita a los cementerios no es un acto protocolar que se
haga en fechas determinadas, sino más bien es un acto recordatorio tanto en
honor del difunto como en beneficio propio.
Demostrar el cariño y el afecto hacia los seres queridos que nos han dejado es
digno de alabanza y muestra de fidelidad y nobleza.

Pero lo más importante en tales visitas es aislarse, durante
breve tiempo, del mundo material, de nuestro destino final, meditar en las
buenas acciones que debamos realizar frente al Día del Juicio, recuperar tiempo
perdido e intentar siempre mejorar nuestra conducta personal en lo que resta de
nuestras vidas.

El Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam) decía:
"Visitad a las tumbas para rememorar la muerte".
Al entrar a un cementerio es aconsejable saludar a sus moradores.

El Profeta Muhammad (salla Allah alehi wa salam), al pasar
por un cementerio solía decir Assalamu 'Alaikum habitantes de la morada de la
Paz, vosotros nos habéis precedido, y nosotros os seguiremos. Que Dios nos
salvaguarde..

La tumba no es un lugar de reverencias, ni para hacer de
ella un lugar de reunión, ni para pedir del muerto intercesiones o ayudas para
resolver nuestros problemas en este tránsito terrenal.

Solamente Allah-Subhanahu wa Ta'ala- escuchará nuestros
ruegos. Él es quien oye las súplicas y es el Señor de las respuestas.












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