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| 176- Los preparativos para la incursión en La Meca, y los intentos.... | |
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| Tema: 176- Los preparativos para la incursión en La Meca, y los intentos.... Vie Nov 28, 2008 7:01 pm | |
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Los eventos previos a la Conquista
Los preparativos para la incursión en La Meca, y los intentos del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- para imponer un bloqueo informativo.
At Tabari registró que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le solicitó a Aysha, su esposa, tres días antes de que llegaran las noticias referentes al incumplimiento del Tratado, que haga los preparativos necesarios para que pueda salir a la guerra. Mientras, Abu Bakr llegó y le preguntó a Aysha qué estaba pasando, asombrándose por los preparativos, ella no sabía y le respondió: no sé. A la mañana del tercer día Amr bin Salim Al Juza'i arribó acompañado de cuarenta jinetes para pedir a los musulmanes que los asistan para conseguir una compensación. Entonces la gente de Medinah se enteró de que Quraish había violado el acuerdo.
A fin de distraer la atención de la gente y para que no se enteren de su verdadero propósito, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- envió un pelotón de ocho personas lideradas por Qatadah bin Rabi' hacia Idad, que estaba cerca de Medinah, en el mes de Ramadán del año 8 de la Hégira.
Había tanto temor y miedo en todas partes que Hatib, uno de los de más confianza del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- secretamente mandó una carta con una mujer a La Meca en la cual les informaba sobre el ineludible ataque. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se enteró gracias a la revelación de lo que Hatib hizo, entonces envió a Ali y a Al Miqdad para que la intercepten. Cuando encontraron a la mujer, luego de una ardua búsqueda, les entregó la carta. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- preguntó a Hatib el por qué de semejante comportamiento. Hatib le respondió: 'Oh, Mensajero de Allah. No tengo parientes en Quraish, y mi familia se encuentra en La Meca, no habiendo alguien que la proteja. Mi situación no es la misma que la de aquellos que tienen parentesco con los Quraish y sus familias están a salvo. Quería hacerles un favor a Quraish para ganarme su amistad y así conseguir el cuidado y protección de mi familia. Juro por Allah que no lo hice traicionando al Islam'.
Omar lo consideró un hipócrita y quería cortarle la cabeza, pero el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- aceptó su excusa y lo perdonó. Luego le dijo a Omar:
''Hatib pertenece a los que combatieron en la Batalla de Badr. ¿Por qué lo consideras un hipócrita?
Allah está complacido con aquellos que combatieron en Badr. Allah miró a la gente de Badr y dijo: ''Haced lo que queráis, pues Yo os He disculpado''. Las lágrimas cayeron de los ojos de Omar quien dijo: '¡Allah y Su Profeta saben más!'.
Tras terminar con todos los preparativos, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se dirigió hacia La Meca a la cabeza de diez mil soldados, el día 10 del mes de Ramadán del año 8 d.H.
Dejó encargado a Abu Ruhm Al Gifari de los asuntos de Medinah durante su ausencia. Cuando llegaron a Al Shuhfa, Al Abbas bin Abdul Muttalib junto a su familia se unieron al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- En Al Abua, los musulmanes se encontraron con Abu Sufian bin Al Hariz y con Abdullah bin Umaiah, primos del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- pero por todo el daño que habían causado y por su lenguaje satírico a los creyentes, no fueron bienvenidos. Ali le dijo a Abu Sufian que le pida perdón al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y que reconozca su pésimo comportamiento de la misma forma que lo hicieron los hermanos del Profeta Yusef -aleihi wa salam-
''Dijeron: Por Allah, ciertamente Allah te ha preferido a ti en vez de a nosotros y es cierto que hemos sido pecadores''. 12: 91.
Abu Sufian bin Al Hariz siguió el consejo de Ali y el Profeta-salla Allah aleihi wa salam- le respondió con las Palabras de Allah:
''No hay ningún reproche contra vosotros en este día, que Allah os perdone. Él es el más Misericordioso de los misericordioso'' 12: 92.
Abu Sufian recitó algunos versos destacando la generosidad del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y abrazó el Islam. ....Los musulmanes marcharon mientras ayunaban, hasta llegar a un lugar llamado Al Qadid donde había agua. Ahí es donde rompieron el ayuno. (Sahih Al Bujari 2/613) y reanudaron la marcha hacia Marr Az Zahran. Los Quraishíes estaban muy atentos al desarrollo de los acontecimientos. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- no quiso tomarlos por sorpresa, entonces le ordenó a sus hombres que enciendan fogatas para que cocinen.
Lo hizo para que pudieran percibir que era consciente de la situación y que no pondría en peligro sus vidas mandando a su ejército ciegamente al campo de batalla.
Omar bin Al Jattab estuvo a cargo de la guardia. Al poco tiempo llegó Abu Sufian acompañado de Hakim bin Hizam y Budail bin Uarqa, dos terribles politeístas, que habían salido para inspeccionar. Antes de que se aproximen al campamento, se encontraron con Al Abbas, el tío del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Le informó a abu Sufian la situación y le sugirió que acepte el Islam y que persuada a su gente a que se rindan.
Debido a las circunstancias, Abu Sufian, acompañado del Abbas, buscó una audiencia con el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Los musulmanes se enfurecieron al ver a Abu Sufian y quisieron matarlo en ese mismo lugar. Pero los dos hombres se las arreglaron para ver al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam-quien les dijo que lo vean al día siguiente. Por la mañana se encontraron y el Profeta -salla Allah aleihi wa salam-le dijo a Abu Sufian:
''¡Guay de ti! ¿No es hora de que reconozcas la unicidad de Allah y a Muhammad como Su Profeta?''
Entonces el archienemigo del Islam le pidió perdón al encontrarse con la magnanimidad y el bondadoso carácter que tenía el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y abrazó el Islam.
A petición del Abbas, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le otorgó a Abu Sufian, que era jactancioso, un especial privilegio. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo:
''Aquel que se refugie en casa de Abu Sufian estará a salvo, los moradores de su casa estarán a salvo, y aquel que ingrese a la Mezquita Sagrada estará a salvo''
La mañana del día 17 del mes de Ramadán del año 8 d.H. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- abandonó Marr Az Zahran. Le ordenó a Al ' Abbas que detenga a Abu Sufian en un lugar donde pudiera ver al ejército musulmán desfilando hacia La Meca, y así tendría la oportunidad de ver a los soldados de Allah. Las diferentes tribus pasaron sucesivamente enarbolando sus estandartes, hasta que el último de los batallones compuestos por los Muhâÿirún y los Ansar, con el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- a la cabeza y fuertemente armados, pasaron. Abu Sufian preguntó quiénes eran esa gente, y Al Abbas le dijo que se trataba de Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- y sus compañeros. Abu Sufian dijo que ningún ejército, por más poderoso que fuera podría vencer a esa gente. Y también le dijo al Abbas:
'Juro por Allah que la soberanía de tu sobrino se ha vuelto muy poderosa'
El Abbas le contestó: 'Es el poder de la Profecía'
Sa'd bin Ubadah llevó la bandera de los Ansar y cuando pasó cerca de Abu Sufian, le dijo: 'Hoy presenciarás la gran contienda, en la cual Quraish se verá humillada'.
Abu Sufian se quejó de esto al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- quien se enojó y dijo:
''No, hoy la Ka'bah será santificada y Quraish honrada''
e inmediatamente ordenó que la bandera la lleve Qais.
En otra versión se dice que se la dio a Az Zubair.
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| Tema: Re: 176- Los preparativos para la incursión en La Meca, y los intentos.... Vie Nov 28, 2008 7:03 pm | |
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Al Abbas le pidió a Abu Sufian que vaya a La Meca y advierta a los Quraishíes para que no tengan ningún comportamiento hostil hacia los musulmanes. Cuando llegó a La Meca gritó con todas sus fuerzas que no se opongan y que podían refugiarse en su casa para estar a salvo. Su esposa estaba indignada y le agarró de su bigote diciendo que era un cobarde. La gente de La Meca se burló de Abu Sufian y se dispersaron en todas direcciones, algunos se metieron en sus casas, otros en el Santuario Sagrado, mientras que los más rebeldes, liderados por Ikrimah bin abi Yahl, Safúan bin Umaiah y Suhail bin Amr acamparon en un lugar llamado Jandamah, con la intención de hacer ataques sorpresivos.
El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- entró con modestia y calma, daba las instrucciones finales para la magnífica victoria que aguardaba a los musulmanes, con la anuencia de Allah. Designó a Jaled bin Al Walid para que lidere el flanco derecho del ejército con las tribus de Aslam, Sulaim, Gifar, Muzainah y Shuhaina bajo su comandancia, para que ingresen a La Meca a través de su parte baja.
Az Zubair bin Al Auuam lideró el flanco izquierdo, ingresando a La Meca por su parte alta y portando el estandarte del Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- Abu Ubaidah lideró la infantería para entrar con ésta a través del lado del valle. Se les dio estrictas órdenes de no matar a nadie excepto en defensa propia y en ese caso deberían intentar suprimir cualquier tipo de agresión y apaciguar cualquier oposición.
Los batallones musulmanes marcharon, cada uno por su correspondiente camino, cumpliendo con sus misiones. Jaled bin Al Walid se dirigió rumbo al corazón de la ciudad encontrando resistencia en ataques esporádicos; causó doce bajas a sus atacantes y sufrió dos bajas.
Az Zubair bin Al Auuam, cuando llegó al lugar indicado, plantó la bandera en la (hoy denominada) Mezquita de Al Fath (Mezquita de la Conquista) y esperó la llegada del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Una tienda fue levantada; y allí el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- agradeció y alabó a Allah el más Poderoso, Quien le había otorgado una espléndida victoria. Pero no descansó ahí sino poco. Acompañado por los Ansar y los Muhâÿirún partió hacia la Ka'bah, la Casa Sagrada, la cual es símbolo de la unicidad y supremacía de Allah. Desafortunadamente, esta Santa Casa se encontraba contaminada con 360 ídolos; el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- los destruyó en ese mismo momento mientras recitaba el Noble Qu'ran:
''Y di: Ha llegado la Verdad y se ha desvanecido la falsedad'' 17: 81
Y Allah también dijo:
''Di: La Verdad ha llegado y la falsedad no puede dar comienzo a nada ni repetirlo'' 34: 49
Luego, circunvaló la Ka'bah sobre su camella, aunque no estaba en estado de Ihram en ese momento.
Cuando finalizó mandó llamar a Uzman bin Talhah el portero de la Ka'bah y le pidió la llave. Cuando ingresó vio imágenes de los Profetas Ibrahim e Ismael arrojando flechas adivinatorias. Denunció estos actos de Quraish y ordenó que todos los ídolos sean destruidos y las imágenes borradas, Y adentro realizó devotas prosternaciones, mirando hacia la pared que estaba del lado opuesto a la puerta; también declaró la Grandeza de Allah y Su Unicidad.
Luego, desde la entrada, se dirigió a la multitud con las siguientes palabras:
''No hay divinidad excepto Allah. Él no tiene copartícipes. Cumplió Su promesa de asistir a Su siervo y derrotó a los aliados. Él solo. Tened en cuenta que todo reclamo de derechos, ya sea de sangre o propiedades, están bajo mis talones, excepto la custodia de la Ka'bah y de brindarle agua a los peregrinos. Sepan que por cada persona asesinada, aunque sea matada involuntariamente, con un látigo, se deberá indemnizar con lo siguiente: cien camellos, de los cuales habrá cuarenta camellas preñadas.
¡Oh gentes de Quraish! Ciertamente Allah ha suprimido todo orgullo de la época pagana y toda soberbia de vuestros antepasados, debido a que la humanidad desciende de Adán y Adán fue creado de polvo''
Luego recitó del Corán:
''Oh humanos, ciertamente os hemos creado de un varón y una mujer, y os hemos constituido en naciones y tribus para que os reconocierais unos a otros. Ciertamente que el más honorable de vosotros ante Allah es el que más le teme. Ciertamente Allah es Conocedor y está perfectamente informado''. 49: 13
Les preguntó:
''¡Oh pueblo de Quraish! ¿Qué pensáis que haré con vosotros?''
Respondieron:
'Eres un honorable hermano hijo de un honorable hermano'
Al respecto les dijo:
''Les diré las mismas palabras que el Profeta Yusuf dijo a sus hermanos:
''No hay ningún reproche para vosotros en este día'' 12: 92.
Podéis marcharos, sois libres''
Respecto a la portería de la Ka'bah y al suministro de agua para los peregrinos, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- ordenó que estas tareas permanezcan en las manos de Uzman bin Talhah y que la llave esté con él y sus descendientes para siempre.
Cuando llegó la hora de realizar la oración, Bilal subió al techo de la Ka'bah y realizó el Adhán. Abu Sufian bin Harb, Itab bin Usaid y Al Hariz bin Hisham permanecieron sentados en un costado. Itab bin Usaid cuando escuchó el Adhán de Bilal dijo que Allah había favorecido a su padre Usaid al impedirle escuchar esas palabras. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se enteró de lo que dijo por medio de la revelación, entonces se aproximó a ellos y les comentó lo que habían dicho. Quedaron tan sorprendidos que inmediatamente abrazaron el Islam, haciendo el correspondiente testimonio de fe. Luego dijeron: 'Juramos por Allah que no había nadie con nosotros para que pudiera informar'
El mismo día el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- fue a la casa de Umm Hani donde se aseó y rezó agradeciendo a Allah por la victoria. Umm Hani había otorgado protección a dos parientes de ella en su casa, con lo cual el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- estuvo de acuerdo.
Se iba a ejecutar a nueve criminales en las cercanías de la Ka'bah. Solamente fueron ejecutados cuatro de ellos y el resto fue perdonado por diferentes motivos. Los ejecutados fueron: Abdul Uzza bin Jatal quien había abrazado el Islam y fue designado como recaudador del Zaqat junto a un Ansari. Tenían un ayudante con ellos. Abdul Uzza, en una discusión, asesinó al ayudante y se unió a los paganos como apostata.
Nunca se arrepintió del crimen que cometió, y contrató a dos mujeres para que ridiculicen al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- con sus canciones.
Al otro que ejecutaron fue Miqias bin Sababa que era musulmán. Un Ansari mató a su hermano Hisham accidentalmente. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- estipuló el pago de la indemnización, el cual aceptó. Pero luego su naturaleza vengativa le hizo matar al Ansari y se refugió en La Meca como renegado del Islam.
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| Tema: Re: 176- Los preparativos para la incursión en La Meca, y los intentos.... Vie Nov 28, 2008 7:04 pm | |
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A pesar de esto, se realizó un gran esfuerzo por perdonar a la gente culpable. Ikrima bin abi Yahl, quien había atacado al batallón de Jaled en el momento de ingresar a La Meca, fue perdonado. A Uahshi, el asesino de Hamza, el tío del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y a Hind que había masticado el hígado de Hamzah también les alcanzó la indulgencia del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- El mismo trato obtuvo Habar quien había herido gravemente a una de las hijas del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- cuando ella abandonaba la Meca para ir a Medinah y murió debido a la mortal herida.
Del mismo modo, dos jefes de Quraish fueron beneficiados con la benevolencia del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- cuando abrazaron el Islam. Ellos esta Safuan bin Umaiah y Fudalah bin Umair. Este último había atentado contra la vida del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- mientras circunvalaba el Santuario Sagrado. La tolerancia del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- estaba de acuerdo a su misión ya que había sido descrito como una misericordia para la humanidad. Gracias a esto, terribles hipócritas devenían en devotos creyentes.
Al segundo día de la conquista, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se dirigió a la gente informándoles del carácter sagrado de La Meca. Después de alabar a Allah, dijo que la Meca era un territorio Sagrado y que permanecería así hasta el Día del Juicio. No se permite el derramamiento de sangre. Nadie debe combatir dentro de ella aunque diga que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- lo hizo, porque si lo hizo, fue con una licencia otorgada temporalmente, y que no era válida para otros.
Ibn Abbas narró que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo:
''Allah hizo de La Meca un lugar sagrado, y así lo era antes de mi y así lo será después de mi. Fue lícito para mi (combatir) únicamente por un pequeño lapso ese día. No está permitido cortar sus espinas, cortar sus árboles, y no se debe recoger algo caído sin anunciarlo públicamente''
Al Abbas dijo: Oh Mensajero de Allah excepto los juncos que usamos para las tumbas y nuestros hogares. Entonces el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Excepto los juncos''.
A pesar de todo, y aún queriendo vengarse, la tribu de Juza'ah mató a un hombre de la tribu de Laiz. Aquí el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se indignó y le ordenó a la tribu de Juza'ah que termine con ese proceder de la época pagana, y le otorgó a la familia de la víctima para que elija entre dos opciones: una indemnización o ejecutar al culpable.
Después de su disertación, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se dirigió hasta la colina de Safa que no se encuentra lejos de la Ka'bah. Dirigiendo su rostro a la Casa Sagrada, con una multitud devota que lo observaba, levantó sus manos para rogarle y suplicarle a Allah. Los habitantes de Medinah sintieron temor y preocupación, debido a que ahora que Allah le había otorgado a Su Profeta la victoria sobre los pobladores de su ciudad natal, podría elegir quedarse con ellos. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- les preguntó por qué estaban preocupados y le expresaron su temor. Pero rápidamente el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- disipó sus temores diciéndoles que viviría con ellos y moriría con ellos (en Medinah)
Inmediatamente después de la ilustre conquista, los mecanos se dieron cuenta que la única manera de triunfar era transitando en el camino del Islam. Eran conscientes del nuevo contexto y se reunieron con el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- para jurarle fidelidad. Los hombres lo hicieron primero, jurándole obediencia en todo lo que estaba a su alcance. Y luego hicieron lo mismo las mujeres. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- estuvo con Omar Ibn Al-Jattab recibiendo a la gente que le juraba fidelidad. Hind bint Utbah, la esposa de Abu Sufian, fue escondiéndose entre las mujeres por temor a que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- la reconozca debido a que ella había masticado el hígado de su tío Hamzah. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- aceptó el juramento de ellas con la condición de que no asocien nada con Allah, lo cual estuvieron de acuerdo.
Luego agregó que no deberán robar. En ese momento, Hind se quejó porque su marido, Abu Sufian, era un tacaño. Su marido la interrumpió diciéndole que le regalaría todas sus posesiones. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- sonrió reconociendo a la mujer. Ella le pidió que le perdone todas sus ofensas y sus anteriores delitos.
Otras de las condiciones consistían en la prohibición del adulterio, el infanticidio y la calumnia. A todo esto Hind respondió positivamente jurándole que ella no hubiese venido de tener la menor duda en cuanto a obedecerle. Cuando regresó a su casa destruyó el ídolo que solía adorar.
El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- permaneció en La Meca 19 días. Durante su estancia en la Sagrada ciudad enseñó el Islam encaminando a la gente hacia la rectitud. Le ordenó a Abu Usaid Al Juza'i que restaure los pilares del Sagrado Santuario, envió invitaciones a todas las inmediaciones de la ciudad para que abracen el Islam como religión y para que rompan los ídolos que todavía existían en las proximidades de la Meca; les dijo:
''Quien crea en Allah y en la otra Vida que destruya los ídolos que tiene en su hogar''
Al poco tiempo el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- envió pelotones cuya misión era destruir y eliminar los últimos ídolos que quedaban de la época pagana.
El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- envió a Jaled Bin Al-Walid durante el mes de Ramadán del año 8 d.H. a Najalh donde había un ídolo femenino llamado Al 'Uzza, venerada por las tribus de Quraish y Kinanah. El lugar estaba custodiado por Bani Shaiban.
Jaled fue a la cabeza de treinta jinetes a esa localidad y destruyó el ídolo. Cuando regresó, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le preguntó si había visto a alguien ahí pero le respondió que no. El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- entonces, le dijo que todavía no lo había destruido y lo mandó nuevamente. Cuando llegó al lugar, se encontró con una mujer desnuda, negra, sucia y desarreglada que salió de entre las cenizas del templo. Jaled la mató con su espada. Luego volvió y contó lo sucedido al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- quien le dijo que ahora había cumplido con la misión.
Más tarde, durante el mismo mes, Amr bin Al 'As fue designado para destruir otro ídolo, venerado por Hudhail, llamado Suûa. Estaba ubicado a una distancia de tres kilómetros de La Meca. Cuando llegó al lugar, un hombre preguntó a qué venía y Amr le contestó que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le había mandado destruir ese ídolo. El hombre le dijo que no era posible destruirlo y Amr se sorprendió de que aún hubiese gente con esa falsa creencia. Luego se aproximó al ídolo y lo destruyó. El hombre inmediatamente abrazó el Islam.
Sa'd bin Zaid Al Ashhali también fue enviado, durante el mismo mes, hacia Al Mashallal para destruir al ídolo llamado Manat, venerado por las tribus de Aus y Jazray. Aquí también apareció una mujer sucia, negra y desnuda golpeándose el pecho. Sa'd la mató inmediatamente, destruyó el ídolo y retornó.
Jaled bin Al-Walid, a la cabeza de 350 jinetes compuestos por ansar, muhâÿirún y Bani Salim, partió hacia Bani Juzaimah para invitarlos a que abracen el Islam, en el año 8 d.H.
Debía llevar a cabo la misión pacíficamente. En ese lugar, al verlos llegar, la gente salió gritando: 'Hemos apostatado, hemos apostatado' (Sahih Al-Bujari 1/450, 2/622) Entonces Jaled ordenó que se los combata y sean tomados prisioneros. Quiso también matar a los prisioneros pero algunos compañeros se opusieron.
Las noticias de este derramamiento de sangre llegaron al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- quien se apenó mucho y elevó sus manos diciendo: 'Oh Allah soy inocente por lo que hizo Jaled'' repitiendo tres veces. Inmediatamente envió a 'Ali para resarcir todo lo posible a la tribu damnificada. Después de las indagaciones correspondientes Ali indemnizó a los perjudicados. El resto que sobró también fue repartido entre los miembros de la tribu para aliviarles.
Para saber más acerca de esta misión:
Jaled // La misión a Banu Jathima
Este fue el relato de la conquista de La Meca y la decisiva batalla que retiró de ella el paganismo para siempre. Las otras tribus de Arabia seguían expectantes el desarrollo de los acontecimientos y sabían que el Santuario Sagrado no caería excepto en las manos de los que siguen la Verdad.
Estaban profundamente convencidas de esto dado que recordaban lo ocurrido con el ejército del elefante que vino desde el Yemen liderado por Abraha Al Ashram deseando destruir la Casa Sagrada.
El tratado de paz de al Hudaibiah fue el preámbulo natural a esta gran victoria que impresionó profundamente a la gente y de la cual hablaron mucho. Los musulmanes en La Meca, que habían temido declarar su fe en público, comenzaron a aparecer y a trabajar para este nuevo contexto de vida. Las personas comenzaron masivamente a abrazar el Islam, y el ejército musulmán que sólo enlistó 3000 guerreros en la incursión anterior, ahora alcanzaba los 10 000. De hecho, este decisivo cambio les proporcionó a las personas la visión perspicaz para percibir las cosas y el mundo en su conjunto alrededor de ellos en una perspectiva diferente. Los musulmanes estaban listos para dirigir todos los asuntos políticos y religiosos de toda Arabia.
Toda la etapa posterior a Hudaibiah favorecía al nuevo movimiento islámico. La gente del desierto empezó a rendirle fidelidad al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- abrazando la nueva fe y después llevándola a diferentes lugares para propagarla.
La Biografía del Noble Profeta Muhammad -sal-lâ Allah alehi wa salam- El Néctar Sellado Por: Sheij Safi-ur-Rahmân Al Mubarakfuri Traducción: Yusef Hussein Hallar Revisión: Lic. Isa Amer Quevedo Transcrito para libro virtual por: Ahl al Sunnah wal Yama'ah - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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