ISLAM: Ahl al Sunnah wal Yama'ah
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En este lugar pretendemos dar información clara acerca de Ahl al Sunnah wal Yama'ah. Con absoluta fidelidad y obediencia a los principios islámicos traídos por inspiración Divina a nuestro Profeta salla Allah aleihi wa salam
 
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 Bilal Ibn Rabah (radia Allah anhu)

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Iman




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MensajeTema: Bilal Ibn Rabah (radia Allah anhu)   Bilal Ibn Rabah (radia Allah anhu) EmptyMiér Dic 10, 2008 9:19 am


Bilal Ibn Rabah (radia Allah anhu) BemiAllah56


Biografía de Bilal Ibn Rabah (radia Allah anhu)


El Califa Omar (radia Allah anhu) solía decir «Abu Bakr (radia Allah anhu) es un señor; y liberó a otro señor«

El Califa (radia Allah anhu),se refería a Bilal Ibn Rabah; el esclavo etíope; alto, delgado y moreno.

Cuando oía a la gente dedicarle los más elevados elogios decía: «Soy un negro etíope... Ayer era un esclavo«

¿Quién es este Bilal Ibn Rabah? ¿Ayer un esclavo y hoy un señor?


Era esclavo de la tribu de Bani Yumah en Makka. Su madre fue una esclava también. La vida del esclavo era terrible; todos los días parecían iguales; no podía controlar su presente ni tenía esperanzas para su futuro.
En esos días ya se empezaba a oír de Muhammad (salla Allah aleihi wa salam) y de la religión que predicaba. Bilal (radia Allah anhu) oía mucho a sus amos hablar de él, lo mencionaban con odio y furia; en especial Umaia Ibn Jalaf. Solían decir: «Muhammad nunca fue mentiroso, ni hechicero, ni loco... sin embargo, tenemos que acusarlo de algo, para que la gente no siga su religión«

Oía mencionar acerca de la fidelidad de Muhammad (salla Allah aleihi wa salam), su hombría y buenas costumbres, su pureza y su buen juicio. También los oía comentar las causas de la oposición que le hacían; primeramente estaba la ciega confianza en la religión de los ancestros; luego estaba el temor de que, con la nueva religión universal e igualitaria, Qureish y Makka perdieran su prestigio como centro religioso y comercial de Arabia. También había quien lo rechazara, al no agradarle que un profeta surgiese del clan de Bani Hashim (*) y no de su clan.

Pasaron los días y Bilal (radia Allah anhu) vio finalmente la luz de Allah. Sintió un llamado en lo profundo de su ser y se dirigió hacia el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) para islamizarse. La noticia se propagó entre los Bani Yumuh rápidamente. Los amos de Bilal se sentían avergonzados y furiosos porque uno de sus esclavos hubiese seguido a Muhammad. Umaia dijo: «No hay problema. El sol de hoy se ocultará llevándose el Islam de este esclavo rebelde« . Decidieron torturarlo hasta que renegase de su fe islámica.

Pero contrariamente a lo dicho por Umaia, los que se ocultaron fueron los ídolos de Qureish.

La firmeza de Bilal ante las crueles torturas recibidas fue una muestra de orgullo, no sólo para el Islam, su religión, sino para toda la humanidad.
Bilal, un esclavo negro, dio a la humanidad, por gracia del Islam, una lección sobre la fuerza de la identidad y la fe ante las más terribles presiones. Demostró que la raza o la condición social no son ningún obstáculo ante una fe firme y la confianza en Allah. También demostró a las generaciones venideras que la libertad no se vende.

(*) Bani Háshim; el clan del Profeta (salla Allah aleihi wa salam). Uno de los clanes más nobles de la tribu de Qureish en Makka.

Los amos de Bilal solían exponerlo diariamente bajo el calor del mediodía en el desierto, el cual se convertía en un infierno mortal en ese momento. Sacaban sus ropas y lo apoyaban sobre piedras calientes; luego, ponían sobre él una gran piedra ardiendo. La tortura era tan cruel que los propios verdugos cedieron en su posición.

Ofrecieron a Bilal que detendrían el castigo si el decía una sola palabra en favor de los ídolos.

Pero Bilal (radia Allah anhu) se mantuvo firme, le bastaba decir una palabra para que la tortura cesara. Le pedían que alabe a Al-lat y Al'uzza; él en cambio, repetía: «Dios es Único... Es Único«sin cesar.

Le decían: «Solo repite lo que decimos«; Y el decía burlonamente: «Mi lengua no puede hacerlo«Al atardecer lo llevaban atado por las calles de Makka y lo acosaban para que vuelva a la adoración de los ídolos. Así pasaron los días... Bilal solo repetía decididamente: «Dios es Único... Es Único«; ante sus torturadores.

Era tanta su perseverancia y su firmeza que sus amos perdieron la esperanza de cualquier éxito contra su elección. En una ocasión se presentó Abu Bakr (radia Allah anhu) en el lugar donde lo torturaban y dirigiéndose a sus torturadores, les dijo: «;¿Castigáis acaso a un hombre sólo porque dice que su Señor es Allah? «

Luego gritó a Umaia: «Toma más de lo que vale y déjalo libre«
Umaia sintió el alivio de alguien que está ahogándose y es salvado. Se alegró mucho, tomó el dinero, entregó el esclavo a Abu Bakr (radia Allah anhu) y le dijo: «Aunque hubieses ofrecido una sola pieza de plata, te lo venderíamos de todas maneras«Abu Bakr (radia Allah anhu) sintió en esas palabras la decepción y frustración que agobiaba a Umaia, pero no resistió la tentación de aclararle su generosidad con las siguientes palabras:

«;¡Por Allah! ¡Aunque me pidieses cien piezas igualmente lo compraría! «
Abu Bakr (radia Allah anhu) liberó después a Bilal (radia Allah anhu). Una vez libre emigró a Medina por Allah y Su Profeta (salla Allah aleihi wa salam).

Fue allí, donde el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) eligió a Bilal para que llame a los musulmanes a la oración cinco veces al día en la mezquita. Esa misma voz que, trece años atrás, exclamaba «Allah es Único« ahora entonaría el Adhán (**) y llenaría de fe los corazones de los Creyentes.

Pasaron los meses, hasta llegar el momento decisivo para el Islam; por primera vez se enfrentarían en combate cerca de Medina, los musulmanes y los incrédulos de Makka. El Profeta (salla Allah aleihi wa salam) eligió las palabras de Bilal, «Allah es Único« como grito de guerra.

Ambos ejércitos se encontraban frente a frente y el destino tenía preparado algo especial para Bilal.

Umaia Ibn Jalaf acostumbraba quedarse detrás cuando los makkíes salían a combatir; y esta vez planeaba hacer lo mismo. Pero 'Uqbah Ibn Abi Mu'it, su amigo, quien siempre lo apoyó en el momento de torturar a los creyentes, fue a su casa y lo acusó de cobarde y por esconderse como las mujeres. Umaia no tuvo más remedio que prepararse para marchar con el ejército de Makka. No sabían, lo que el destino les tenía preparado.

(**) Adhán; palabras que se emplea mediante una entonación para llamar a la oración

Es sabido que el destino gusta burlarse de los que se ufanan y abusan de los débiles. 'Uqbah, el que animaba a Umaia para torturar a los Creyentes sería el mismo que llevaría a Umaia hacia su muerte ¡Y a la de él mismo!

¿Y, a manos de quién? ¡A manos de Bilal!


Cuando se enfrentaron los ejércitos, Umaia al oír de los musulmanes: «Allah es Único« sintió una extraña sensación en el pecho ¿Cómo podían las palabras de un esclavo negro convertirse tan rápidamente en lema de una religión y de una nueva nación? En ese momento, presintió que se enfrentaban a algo fuera de este mundo.

En lo más encarnizado de la batalla, Bilal (radia Allah anhu) vio a Umaia Ibn Jalaf y exclamó «;¡Es uno de los cabecillas de la incredulidad! ¡Si él se salva de esta yo no me salvaré! «; y se lanzó sobre él, con sus recuerdos y cicatrices que las torturas de Umaia habían causado sobre él y otros creyentes. Clamó en voz alta las mismas palabras de siempre: ¡Allah es Único!, y un grupo de musulmanes se abalanzó sobre Umaia y su hijo antes que estos, salieran del campo de batalla. ¡Él, que había causado tanto dolor y sufrimiento a los Creyentes con su odio y vanidad, no podía escapar sin saldar sus cuentas!

Cuando acabaron con ellos, Bilal (radia Allah anhu) comenzó a gritar «Allah es Único! «

Pasaron los años, los musulmanes fueron fortaleciéndose más y más; hasta preparar un ejército de diez mil hombres para entrar en Makka y tomar posesión de esta ciudad Sagrada para el Islam. Entraron a ella, vencida sin tomar represalias contra su gente, la misma que años antes los había acosado, torturado y expulsado de sus hogares, separándolos de sus familias.

El momento más emotivo fue cuando el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) ingresó con Bilal (radia Allah anhu) en la Ka’aba, el edificio sagrado que los idólatras habían llenado con sus deidades de piedra, barro y otros materiales. Comenzó el Mensajero (salla Allah aleihi wa salam), a destruir estos ídolos uno por uno, luego ordenó a Bilal que subiese a lo alto y entonase el Adhán. Fue un momento de gloria para los silenciosos guerreros musulmanes ¡Por fin se escuchaba el llamado a la adoración exclusiva de Allah desde su casa sagrada! ¡Tantos años de lucha para estar aquí en la casa de Dios, oyendo el llamado de Bilal a la oración!.
Los incrédulos, ocultos en sus casas, oían el Adhán y se preguntaban temerosos:

¿Es este Muhammad y sus miserables que antes habíamos expulsado de Makka?

¿Será realmente él, con su ejército de diez mil creyentes?

¿Es realmente él a quien perseguimos, combatimos y a quien le asesinamos sus seres queridos?

¿Será el mismo que ahora, con nuestras vidas en sus manos, nos dice: «Podéis iros, sois libres«;?

Nunca olvidarían las elocuentes palabras del Profeta (salla Allah aleihi wa salam) :


«Oh Qureishíes! Ciertamente que Allah os quitó la soberbia y la veneración ciega de los antepasados ¡La humanidad viene de Adán. Y Adán fue creado de tierra! «

Bilal (radia Allah anhu) vivió cerca del Profeta (salla Allah aleihi wa salam), participaba en todas las batallas, llamaba a los creyentes a la oración en la mezquita, constantemente practicaba y defendía los ritos del Islam, la religión que lo llevó de la oscuridad a la luz, de la esclavitud a la libertad.

El Profeta (salla Allah aleihi wa salam) lo apreciaba inmensamente. Constantemente lo describía como: «Un hombre de la gente del Paraíso«;. Y sin embargo

Bilal (radia Allah anhu) siempre conservó la simpleza y la humildad que lo caracterizaban. Cierto día concurrió junto a su hermano a pedir la mano de dos musulmanas para casarse. Dijo a los padres :

«;Yo soy Bilal y este es mi hermano, dos esclavos de Etiopía... estábamos perdidos y Allah nos guió... éramos esclavos y Allah nos liberó... Si permitís casarnos, alabado sea Allah... si lo prohibís, ¡Allah es el más grande! «

Cuando el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) murió, el Califa Abu Bakr (radia Allah anhu), recibió a Bilal (radia Allah anhu), quién le dijo:
«Oh Califa del Mensajero de Allah«

«Oí al Profeta decir”: «;La mejor obra de un creyente es combatir por la causa de Allah. «

Abu Bakr (radia Allah anhu) dijo: «;¿Y qué deseas entonces, Bilal ? « ;.

Bilal dijo: « ;Deseo partir hacia la frontera y luchar por la causa de Allah hasta morir«

Abu Bakr (radia Allah anhu) respondió: «;¿Y quién llamará a la oración entonces? «

Contestó Bilal (radia Allah anhu) con los ojos llenos de lágrimas: «;No seré el muaddhen (***) de nadie, después de haberlo sido en vida del Profeta (salla Allah aleihi wa salam) «

Abu Bakr (radia Allah anhu) dijo: «;Al contrario, tú serás nuestro muaddhen«

Bilal expresó: «Si es que me liberaste para que te sirva, pues que así sea, si es tu deseo. Y si es que me liberaste por Allah, pues déjame partir hacia aquello para lo cual me liberaste«

Abu Bakr (radia Allah anhu) respondió: «Te liberé por Allah, Oh Bilal«

No se sabe con exactitud quien cedió a los ruegos de quien.

Bilal (radia Allah anhu) se presentó nuevamente ante Omar (radia Allah anhu), y pidió nuevamente ser enviado al frente de guerra en Sham.(****)

Bilal (radia Allah anhu) dedicó el resto de su vida a defender la causa de Allah en las fronteras del Califato Islámico.

Y nunca más se oyó su voz pronunciando el llamado a la oración; pues al decir: «Doy testimonio que Muhammad es el mensajero de Allah« se agolpaban los recuerdos en su mente, perdía la voz e irrumpía en sollozos a causa de los recuerdos.


(***) Muaddhen: Es la palabra árabe que designa a quien se encarga de llamar a los Creyentes para la oración en la mezquita.

El último llamado que se le escuchó fue durante la visita del Califa Omar (radia Allah anhu) a Sham. En esa ocasión, el Califa pidió fervorosamente a Bilal (radia Allah anhu) que realizara el llamado a la oración. Así lo hizo, todos los Sahabas lloraron... al recordar los tiempos del Profeta (salla Allah aleihi wa salam) y de Bilal (radia Allah anhu) como muhadden.

Bilal murió en Sham, sirviendo en la causa de Allah, en el año 20 después de la Hégira.
En Damasco yacen los restos de este hombre que fue un ejemplo de firmeza en la defensa de la fe y los principios que siempre defendió.

¡ Que Allah, bendiga a Bilal!

(****): Sham: Región situada al norte de la península arábiga. Incluye a Siria, Líbano, Jordania y Palestina actualmente.- En ese entonces era teatro de la guerra entre los Musulmanes y los Bizantinos.



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