127- El momento más difícil en la vida del Mensajero de Allah saws

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El momento más difícil en la vida del Mensajero de Allah

-salla Allah aleihi wa salam-

Después de haber caído Ibn Sakan, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- permaneció sólo con dos musulmanes Quraishíes. En una narración de Abu Uzman -registrada en Bujari y Muslim- dijo:

''En ese momento no había nadie con el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- excepto Talha bin Ubaidullah y Sa'd bin Abi Uaqqas (Sahih Al-Bujari 1/527, 2/581) Ese fue el momento mas difícil y peligros para el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y era una oportunidad única para los idólatras quienes se aprovecharon concentrándose y esforzándose para matarlo.

'Utbah bin Abi Uaqqas le arrojó piedras y una de ellas le dio en la cara. Su colmillo inferior fue lastimado. Su labio inferior fue herido. También fue atacado por Abdullah bin Ihab Az Zubri, quien hirió su frente. Abdullah bin Qami'a, quien era un jinete experto, le pegó fuertemente con su espada en su brazo, y esta herida tardó aproximadamente un mes en sanar a pesar que no fue lo suficiente fuerte como para quebrar sus dos armaduras. También lo golpeó fuertemente en la mejilla. Fue con tanta fuerza que dos aros de su cota de malla penetraron en su mejilla. 'Toma esto de mi parte, soy Ibn Qami'a' decía mientras lo atacaba con todas sus fuerzas. El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- mientras se limpiaba la sangre que manaba de su rostro, le respondió: ''Le pido a Allah que te humille'' (Fath Al-Bari 7/373, 366) En Al-Bujari encontramos que su diente fue roto, su cabeza severamente herida, y mientras se limpiaba la sangre decía: ''¿Cómo pueden prosperar aquellos que lastiman la cara de Su Profeta (salla Allah aleihi wa salam) y rompen su diente, mientras que él los llama a adorar a Allah?'' Acerca de este incidente, Allah subhana wa ta'ala, reveló el siguiente aleya del Corán:

''No es tuya (Oh Muhammad -salla Allah aleihi wa salam, sino de Allah) la decisión; si se vuelve con Su Misericordia hacia ellos o los castiga'' 3: 128

(Sahih Al-Bujari 2/582 - Sahih Muslim 2/108)

At-Tabarani narra que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo:

''La ira de Allah es inmensa para con aquellos que lastimaron el rostro de Su Profeta'' pero observó silencio por un momento y luego dijo:

''Oh Allah, perdona a mi pueblo debido a que no tienen conocimiento'' (Fath Al-Bari 7/373)

En sahih Muslim encontramos que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo:

''Señor mío, perdona a mi pueblo porque ellos no saben'' (Sahih Muslim 2/108)

En Ash-Shifá -un libro de Al-Qadi Aiad -se registra que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo:

''Oh Allah, guía a mi pueblo porque ellos no saben'' (Ash-Shifá 1/81)

Los dos Quraishíes -Sa'd bin Abi Uaqqas y Talha bin Ubaidullah- combatieron con todo el coraje y toda la bravura, a pesar de que eran sólo dos guerreros, fueron capaces de frenar a los idólatras e impedir que cumplieran su objetivo. Ambos se encontraban entre los mejores arqueros árabes y permanecieron para defender al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- hasta que el grupo de idólatras fue alejado de él -salla Allah aleihi wa salam-

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...El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- vació el recipiente donde estaban sus flechas y le dijo a Sa'd bin Abi Uaqqas: ''Lánzalas, Sa'd''. Permite que mi padre y mi madre sean entregados en rescate por ti (Sahih Al-Bujari 1/407, 2/580, 581) El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- nunca había dicho tal cosa excepto en el caso de Sa'd -un privilegio otorgado a él debido a su eficiencia- (Sahih Al-Bujari 1/407, 2/580, 581)

En una versión de Yâbir -registrada por An-Nasa'i- respecto a la actitud de Talha bin Ubaidullah cuando los idólatras rodearon al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- se relata que, cuando habían algunos Ansar junto a él -Yâbir dijo: 'Cuando los idólatras llegaron a él, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''¿Quién combatirá para alejarlos? ''Talha dijo: 'Yo lo haré'. Luego Yâbir mencionó el avance de los ansar que salieron a combatir y murieron uno detrás del otro de una forma similar a la registrada por Muslim- Cuando todos los Ansar murieron, Talha procedió a combatir como lo hicieron los otros once hasta que su mano fue herida y sus dedos cortados. Entonces dijo: '¡Sed vosotros cortados!' El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Si hubieses dicho: En el Nombre de Allah, los ángeles los hubiesen levantado y hasta la gente lo hubiera visto'' Luego dijo: ''Allah alejó a los idólatras'' (Fath Al-Bari 7/361; An Nasa'i 2/52, 53)

En Al-Iklil -un libro de Al-Hakim- se relata que Talha tenía treinta y nueve o treinta y cinco heridas y sus dedos se paralizaron. (An-Nasa'i 7/361)

En una versión de Qais bin Abi Hazim -registrada por Al-Bujari- dijo: 'Ví la mano de Talha paralizada, debido a que protegió al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- con ella en la Batalla de Uhud' (Sahih Al Bujari 1/527; 2/581)

At-Tirmidhi registró que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo luego acerca de Talha: ''Aquel que quiera ver a un mártir caminando por la Tierra que se fije en Talha bin Ubaidullah'' (Mishkat 2/566, Ibn Hisham 2/86)

Si los compañeros del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- hubiesen comprendido la delicada situación se hubieran apresurado a volver al lugar para impedir que le hagan daño. Desafortunadamente, llegaron después de que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- había sido herido y seis de los ansar asesinados, el séptimo estaba muy delicado como consecuencia de las heridas pues defendía al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- desesperadamente. Sin embargo, tan pronto como llegaron rodearon al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- con sus cuerpos y sus armas. El primero que llegó a brindar su ayuda fue su Compañero, el que estuvo con él -salla Allah aleihi wa salam- en la cueva, Abu Bakr As-Siddiq (radia Allah anhu)

En una versión de Ayshah -radia Allah anha- registrada en el Sahih de Ibn Hibbán, narró de que Abu Bakr -radia Allah anhu- había dicho:

'Cuando el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- había sido abandonado el Día de Uhud, fui el primero en regresar y verlo. Ante él -salla Allah aleihi wa salam- vi a un hombre que estaba peleando con coraje para protegerlo del enemigo y me pareció que era Talha. En el camino, me encontré con Abu 'Ubaidah bin Al-Yarrâh -radia Allah anhu- que se movía con agilidad como si fuera un pájaro. Ambos nos acercamos a atender al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- de sus heridas. Ahí encontramos a Talha que había sido herido gravemente junto al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam-

El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo:

''Ved a vuestro hermano. Sus acciones lo hacen merecedor de una morada en el Paraíso''

Noté como dos aros de la cota de malla habían penetrado en su mejilla. Entonces traté de sacárselas; pero Abu Ubaidah me dijo: 'Por Allah, oh Abu Bakr, te lo pido, permítemelo a mi' Temiendo lastimar al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- empezó a sacárselas suavemente y con mucho cuidado utilizando su boca. Consecuentemente su diente frontal se partió. Luego yo traté de sacarle el segundo pero Abu Ubaidah dijo que lo deje a él: 'Oh Abu Bakr, te pido en Nombre de Allah que me permitas hacerlo a mi''. Sacó el segundo anillo muy suavemente con su boca -hasta que salió- El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Mirad a vuestro hermano. Ha probado ser merecedor de morar en el Paraíso'' Nos acercamos para atender a Talha y encontramos diez heridas de espada en su cuerpo. (Zad Al-Ma'ad 2/95)

En ese momento tan delicado un grupo de musulmanes se reunieron para proteger al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- formando un escudo. Algunos de ellos eran: Abu Dayana, Mus'ab ibn Umair, Ali bin Abi Talib, Sahl bin Hanif, Malik bin Sinán, Umm Amara, Nusaiba bint Ka'b Al-Mazinia, Qatada bin An-Nu'm'an, Omar bin Al-Jattab, Hatib bin Abi Balta'a y Abu Talha -radia Allah anhum-

El número de los idólatras se incrementaba constantemente, y sus ataques se intensificaban con severidad. La presión se había incrementado a tal punto que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- cayó en un pozo que había cavado Abu Amir Al-Fasiq para ser usado como trampa. Ali lo ayudó a salir. Talha bin Ubaidullah también lo ayudó hasta que pudo ponerse de píe. Nafi bin Yubair dijo: Escuché a un Emigrante decir: ''He presenciado en el Día de Uhud como llovían las flechas desde todas las direcciones intentando matar al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- ninguna de ellas dio en el blanco. Abdullah bin Shihab Az-Zuhri dijo: '¡Guíenme hacia Muhammad! Por Allah si no lo mato no quiero seguir con vida. Aunque el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- estaba cerca de él no lo vio. Safuán, un politeísta, le reprochó por no cumplir con su palabra, pero Abdullah juró que no lo había visto y agregó que podía ser inmune a los ataques contra su vida. También agregó que cuatro de ellos intentaron matarlo sin poder hacerlo. (Zad Al-Ma'ad 2/97)

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....Los musulmanes demostraron sacrificio y valor sin límites. Abu Talha -por ejemplo- cubría con su cuerpo al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- para protegerlo de las flechas del enemigo. Anas relató que en el Día de Uhud cuando la gente se dispersó y se alejó del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Abu Talha, que era un excelente arquero, quebró dos o tres arcos por la forma como los extendía para lanzar las flechas. Cuando un hombre pasaba cerca con sus flechas, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le decía: ''Dale las flechas a Abu Talha'' Y cuando el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- veía como los paganos lanzaban flechas, Abu Talha le decía: ''Sacrificaría a mis padres por tu seguridad. No te asomes para que no te alcance una flecha. Prefiero morir a verte lastimado'' (Sahih Al-Bujari 2/581)

Abu Dayana se posicionó para proteger al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- de las flechas que le lanzaban por detrás. Hatib bin Balta'a persiguió a Utbah bin abi Uaqqas -el que le había roto el diente al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y lo mató. Sa'd bin Abi Uaqqas, a pesar de ser capaz, no pudo matar a su hermano Utbah; sin embargo, Hatib sí pudo.

Sahl bin Hanif -un gran arquero- quien había prometido morir en la causa de Allah subhana wa ta'ala, también tuvo un papel importante durante las hostilidades del Día de Uhud.

El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- también estuvo lanzando flechas. En una versión de Qatadâh bin An-Nu'mán en la que dice que el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- lanzó tantas flechas que los dos extremos de su arco cedieron. Entonces Qatâdah bin An-Nu'man lo tomó para él. En ese día su ojo fue tan lastimado que se le salió de su lugar; pero el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- se puso en su lugar con su mano y pasó a ser el mejor de los dos ojos.

En ese día Abdur Rahman bin Auf peleó hasta que le lastimaron severamente la boca. Tuvo más de veinte heridas, algunas en su pierna.

Malik bin Sinán, el padre de Abi Sa'id Al-Judri limpió la sangre de las mejillas del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Luego siguió combatiendo. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Aquel que quiera ver a un habitante del Paraíso que mire a ese'' Tan pronto como regresó al campo de batalla murió como mártir.

Umm Amarah también participó en la Batalla. Se enfrentó a Ibn Qami'a en combate, y recibió un golpe en su brazo, pero ella también lo golpeó con su espada reiteradas veces, pero él sobrevivió debido a que llevaba dos cotas de malla. Ella siguió luchando hasta tener doce heridas.

Mus'ab bin Umair combatió con intensidad y bravura defendiendo al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- de los ataques de ibn Qami'a y sus secuaces. Llevaba el estandarte con su mano derecha. Durante la pelea se la cortaron y utilizó la izquierda para llevarlo hasta que también se la cortaron, entonces se arrodilló para levantarlo junto a su pecho. Ibn Qami'a lo mató pensando que era el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- debido a su parecido. Entonces ibn Qami'a gritó anunciando que Muhammad había muerto. (Ibn Hisham 2/73, 80-83; Zad Al-Ma'ad 2/97)

Tan pronto como ibn Qami'a lo dijo, los musulmanes se desconcertaron y su moral se lastimó. Consecuentemente la confusión y el desorden prevalecieron entre ellos. Mientras los rumores jugaban en contra de los musulmanes, los politeístas redujeron el esfuerzo pues pensaron que habían cumplido su objetivo y empezaron a mutilar cadáveres.

Cuando mataron a Mus'ab, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- entregó el estandarte a Ali bin Abi Talib. Ali junto a otros Compañeros, siguieron combatiendo con coraje, heroísmo y esforzándose tanto en los ataques como en la defensa.

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....Luego el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- se dirigió a su ejército. Ka'b ibn Malik, que fue el primero que lo reconoció y vio como el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se aproximaba, gritó tanto como pudo diciendo: '¡Oh musulmanes, alegraos! El Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- está aquí' Pero el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le señaló que permaneciera en silencio para que los idólatras no se enteraran (y no reforzaran su ataque). Cuando escucharon el grito, cerca de treinta Compañeros se reunieron en torno al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Con este número de Compañeros, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- comenzó a planear una retirada a las colinas cercanas para proteger a su gente y rehacer a sus hombres.

Las hostilidades del enemigo crecieron tratando de impedir la retirada de los musulmanes. Pero con el heroico comportamiento de los leones de Islam, no pudieron hacer nada.

Uzman bin Abdullah bin Al-Mugirah -uno de los jinetes enemigos- se dirigió hacia el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- mientras decía: 'Lo mataré o moriré en el intento' pero su yegua tropezó pisando un agujero. Entonces Al Hariz bin As Simma lo atacó y lo hirió en la pierna, para luego matarlo y regresó junto al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam-

Durante este combate, un deseo de dormir sobrevino a los musulmanes -siendo esto sosiego y tranquilidad proveniente de Allah subhana wa ta'ala, para ayudar a Sus siervos musulmanes como hace referencia el Corán sobre el asunto.

Abu Talha dijo: 'Fui uno de los que tuvo ganas de dormir en el Día de Uhud. En ese día mi espada se cayó de mi mano reiteradas veces. Una y otra vez se me caía y una y otra vez la levantaba'. (Sahih Al Bujari 2/582)

En una retirada con gran coraje y hombría, los musulmanes finalmente pudieron refugiarse en lo alto de la montaña de Uhud. Luego, el resto del ejército logró alcanzar esa segura posición.

De esta manera el genio militar de Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- superó al genio militar de Jaled bin Al-Walid.

Ibn Ishaq relató lo siguiente:

''Cuando el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- ascendía la colina, fue seguido por Ubai bin Jalaf quien decía: '¿Dónde está Muhammad? Lo mataré o moriré en el intento' Los Compañeros de Muhammad -salla Allah aleihi wa salam- dijeron: 'Oh Mensajero de Allah, permite que uno de nosotros lo combata'' Pero el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- dijo: 'Dejadlo'. Entonces cuando se acercó, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- tomó la lanza de Al-Hariz bin As-Simma, la sacudió de una forma tan violenta que hizo que el enemigo se dispersara en todas direcciones. Luego lo encaró, observó su cuello y notó una abertura que se mostraba la parte superior de la armadura y lo hirió en ese lugar. El efecto del golpe fue tan duro que lo hizo caer de su caballo y rodar por el suelo. Cuando volvió a Quraish, encontraron que sólo tenía un corte en su cuello. Y cuando la sangre empezó a manar dijo; 'Por Allah, Muhammad me ha matado'. Cuando lo escucharon decir eso, le dijeron: 'Por Allah le temes a la muerte. 'Juro que estás poseído por un demonio'. Respondió: 'Me ha dicho cuando estaba en La Meca: 'Te mataré'. Por Allah, si me hubiera escupido me hubiera matado' El enemigo de Allah murió en un lugar llamado Sarif, cuando lo estaban llevando de regreso a La Meca. (Ibn Hisham 2/84)

En una versión de Abul-Asuad narró que Urwa dijo: 'Se quejaba y decía: 'Por aquel en Cuyas manos está mi vida, si el dolor que estoy sufriendo ahora es distribuido entre los habitantes de Al-Hiÿâz, los haría morir a todos' (Mujtasar Sirat Ar-Rasul pág 250)

Durante la retirada del Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- hacia la colina de la montaña, una gran roca bloqueó su camino. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- trató de pasar por encima pero debido a su pesada armadura y a sus heridas no lo pudo hacer. Talha se sentó en posición para que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- se parara sobre su espalda. Luego se levantó sobre ella. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dijo: ''Talha, después de lo que hizo es merecedor del Paraíso''. (Ibn Hisham 2/86)

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...Cuando el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- se estableció en su cuartel general de la colina, los idólatras comenzaron su último ataque contra los musulmanes. Ibn Ishaq relató: 'Mientras el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- estaba escalando rumbo a la colina, un grupo de la élite Quraishíta ascendió a la montaña. Eran liderados por Jaled bin Al-Walid y Abu Sufián. Entonces el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- imploró a Su Señor diciendo:

''Oh Allah, los idólatras no deberían estar por encima de nosotros''. Seguidamente, Omar bin Al-Jattab y algunos de los muhâÿirún combatieron a los idólatras hasta que les hicieron bajar de la montaña. (Ibn Hisham 2/86)

En Al-Magâzi -un libro de Al-Umaui- se relata que los idólatras subieron la montaña. Entonces el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- le dijo a Sa'd: ''Hazlos bajar'' ¿Cómo los voy a repeler yo solo? Pero el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- repitió tres veces la frase. Sa'd lanzó una flecha y mató a uno. Dijo: 'Luego tomé otra y maté con ella a otro. Luego tomé una tercera y maté a otro. Por lo tanto bajaron de la montaña. Me dije a mi mismo, este debe ser un arco bendito. Y lo guardé. Lo mantuvo hasta su muerte y luego pasó a sus hijos. (Zad Al-Ma'ad 2/95)

127- El momento más difícil en la vida del Mensajero de Allah saws 22

La Biografía del Noble Profeta Muhammad
-sal-lâ Allah alehi wa salam-
El Néctar Sellado
Por: Sheij Safi-ur-Rahmân Al Mubarakfuri
Traducción: Yusef Hussein Hallar
Revisión: Lic. Isa Amer Quevedo
Transcrito para libro virtual por: Ahl al Sunnah wal Yama'ah - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

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