|
| Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) | |
| | Autor | Mensaje |
---|
Admin Admin
Cantidad de envíos : 2886
| Tema: Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) Lun Dic 08, 2008 8:05 am | |
| ABU BAKR AL SADDIQ (Allah se complazca con él)
"…Cuando ambos estaban en la cueva, dijo a su Compañero: no te entristezcas, ciertamente Dios está con nosotros." Sura 9, aleya 40.
Este aleya, se refiere al momento de haberse refugiado el Profeta Muhammad (sws) y su Compañero Abu Bakr -RA- en la cueva del monte Zaur, en su viaje a Medina, perseguidos por los idólatras.
1- SU VIDA
Su nombre era Abdullah Abu Bakr Ibn Ozmán Abi Quhafa.
Llamado Al Atiq y también As-Siddiq: El veraz, pues fue quien se apresuró en creer en el Profeta Muhammad (salla Allah aleihi wa salam) en todo lo que le había sido revelado, en su profecía, en su viaje nocturno y en el ascenso a los cielos.
Nació en la Ciudad de Makka (*) dos años después del nacimiento del Profeta (salla Allah aleihi wa salam) y murió dos años después, a la edad de 63 años.
Fue sepultado junto al Profeta Muhammad (salla Allah aleihi wa salam) en la habitación de su hija Aisha (**) (Dios se complazca de ella). (*) Makka: En su vejez, el Profeta Abraham(sws) tuvo un hijo Ismael -sws- de su esposa Hayar -RA- Dios le ordenó confinarlos a ambos abandonándolos en proximidades de Makka. Abraham sws cumplió la orden divina sin dudar. Madre e hijo quedaron solos en el desierto... a sus pies surgió una vertiente de agua llamada luego Zamzam, que les permitió sobrevivir.
Este hecho determinó que la tribu de Yurhum acampara en torno de este manantial de agua potable, fundándose la ciudad de la Mecca o Makka. (**) Al morir el Mensajero(salla Allah aleihi wa salam) fue sepultado en el mismo lugar respetando así su petición, trasladándose su esposa Aischa (RA) a otra habitación, siendo posteriormente sepultados próximos a él, Abu Bakr y Omar (RA).
2.-"SI ASI LO DIJO, HA DICHO LA VERDAD".
Se dirigió, Abu Bakr (RA) al Enviado de Dios (salla Allah aleihi wa salam) estableciéndose entre ambos el siguiente diálogo:
-Abu Bakr- ¿Es cierto lo que me han informado? Oh, Abul Qasim.(*) -Muhammad (salla Allah aleihi wa salam): ¿Qué te han informado?
-Abu Bakr: Que Dios te ha enviado a nosotros para que le adoremos a El, sin asociarle nada. -Muhammad : ¿Y cuál fue tu respuesta a ellos Oh, Atiq?
-Abu Bakr : Les dije, si así lo dijo Muhammad (salla Allah aleihi wa salam) ha dicho la verdad. Se llenaron los ojos del Profeta (salla Allah aleihi wa salam) de lágrimas, abrazó a su amigo de la infancia por haber creído en su mensaje, luego comenzó a relatarle cómo había llegado la primera revelación en la cueva de Hirá(**) y cómo descendió la palabra de Dios, El Altísimo:
"Lee en el Nombre de Tu Señor que todo lo creó. Creó al ser humano, a partir de un coágulo. Lee, que Tu Señor es el más Generoso.
Que ha enseñado el uso del cálamo. Ha enseñado al ser humano lo que no sabía".
Escuchó Abu Bakr (RA) con atención la palabra de Dios, dichas por el Mensajero (salla Allah aleihi wa salam) levantó su cabeza y le dijo:
Atestiguo que tú dices la verdad y que eres El leal, atestiguo que no hay otra divinidad salvo Dios y que tú eres el Mensajero de Dios. (*) Abul Qasim: Se lo llamaba así al Mensajero de Dios, por ser el nombre de su primer hijo varón, quién falleció siendo pequeño.
(**)Fue en este lugar donde acostumbraba el Mensajero de Dios (sallalahu aleihi wasalam) a retirarse a meditar durante días sobre la creación, y fue allí donde recibió por primera vez al Angel Gabriel, en el comienzo de la revelación.
Sin duda alguna, Abu Bakr (RA) fue una de las figuras más importantes y relevantes en los primeros tiempos del Islam. Era ciertamente el amigo más cercano del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y suficientemente conocido en toda Makka por su probada sabiduría y madurez. Su propia nobleza de carácter le impedía conducirse de modo egoísta e inhumano, tan propio de sus compañeros mercaderes.
El entusiasmo con que abrazó el Islam lo llevó muy pronto a divulgar entre sus más dilectos amigos y allegados la esencia de esta fe: La creencia en el Dios único y en Su Profeta Muhammad salla Allah aleihi wa salam. Muchos de los que le oían hablar, con tan firme convicción, le pidieron entrevistarse con el Profeta sallalahu aleihi wasalam. De este modo, el número de musulmanes iba creciendo, aunque guardando todavía una natural discreción en mostrar abiertamente su nueva fe.
Entre este grupo de primeros musulmanes, podemos destacar hombres como Uzman Ibn Affan, Abdel Rahman Ibn Auf, Talha Ibn Ubaidulah, Sa'ad Ibn Abu Uaqas y Alzubair Ibn Awan, todos ellos personajes jóvenes y de gran relieve en la vida social de Makka. (Dios esté complacido con ellos)
Durante esta primera época, los versículos coránicos revelados se caracterizaban por poseer un texto breve, con un contenido en el que afirmaba constantemente el concepto de la Unicidad de Dios, Su suprema majestuosidad, Su infinita misericordia, la importancia de la moral en el ser humano, y la descripción detallada tanto el Paraíso como el Infierno.
3.-" CREO EN LO QUE LLEGA DEL CIELO".-
Al pasar frente a la Kaaba (*), Abu Yahl (**) vio al Mensajero (sallalahu aleihi wasalam) solo y pensativo, quiso de alguna manera dañarlo, acercándose a él, le preguntó burlonamente:
¿Acaso no te ha llegado algo nuevo por la noche? -El Mensajero de Allah (salla Allah aleihi wa salam) levantó su cabeza y dijo:
¡Sí! Fui transportado durante la noche hasta Baitul Maqdis (la mezquita de Jerusalem). Abu Yahl volvió a preguntarle irónicamente: ¿Y amaneciste luego entre nosotros? Al contestar el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) afirmativamente, se apresuró Abu Yahl a gritar: !Oh!, Hijos de Kaab Ibn Lua (gente de Qureish) ¡Venid! ¡Venid! Comenzaron a reunirse ante la Kaaba, y Abu Yahl les narró lo que había escuchado de boca del Profeta, con la única intención de desmentirlo y sembrar dudas en el corazón de los musulmanes.
De inmediato, algunos incrédulos de Qureish (***) se dirigieron hacia la casa de Abu Bakr As-Siddiq (RA) felices de transmitirle una noticia que le haría dudar del mensaje de Muhammad (sallalahu aleihi wasalam) y así renegar de su religión.
Dijo uno de ellos a Abu Bakr (RA): - Ciertamente, tu compañero frente a la Kaaba, cuenta a la gente que su Señor lo transportó durante la noche hasta la Casa Sagrada de Jerusalem. Viajó a ella durante una noche y amaneció luego entre nosotros. -Les contestó Abu Bakr (RA): ¿Solo eso? Yo le creo y mucho más aún, creo en lo que le llega del cielo por la mañana y por la tarde, y replicó: "si así lo dijo, ha dicho la verdad". Se dirigió velozmente hacia la Kaaba y abrazando al Profeta (salla Allah aleihi wa salam) le dijo: -Por Dios que tú dices la verdad!.
(*) Kaaba: Es el primer templo para honrar al Dios Unico, construido por el Profeta Abraham -sws- y su hijo Ismael (sws) siendo luego objeto de peregrinación.
(**) Tío del Mensajero (salla Allah aleihi wa salam). Hombre de los más influyentes y poderosos de la tribu de Qureish. Encarnizado enemigo del Islam. Murió en la batalla de Badr enfrentando a los musulmanes.
(***) Qureish: Tribu de Makka, siendo el Mensajero (sws) y los primeros musulmanes oriundos de ella.
4-EL MAS AMADO POR EL MENSAJERO DE DIOS (salla Allah aleihi wa salam)
Fue preguntado cierto día el Mensajero (salla Allah aleihi wa salam):
-Oh, Profeta de Dios! ¿Quién es el más amado para ti? : - Respondió, Aisha (RA). - le dijeron: ¿y de entre los hombres? - Les dijo (salla Allah aleihi wa salam): Su padre -ra-.
Solía decir el Profeta (salla Allah aleihi wa salam):
"No hay entre nosotros una mano benevolente sin que le hayamos retribuido su esfuerzo, excepto la de Abu Bakr, pues a él Dios le retribuirá en el día del juicio". Esto es interpretado por otro dicho del Mensajero de Dios (salla Allah aleihi wa salam) que dice:
"No hay otra mano más grande para mí que la de Abu Bakr, quién me ayudó personalmente, con sus bienes y me casó con su hija".
Acostumbraba decir Omar Ibn Al Jattab (RA):
- "Abu Bakr es nuestra autoridad, el mejor de nosotros y el más amado por el Profeta (salla Allah aleihi wa salam)".
5- "ORDENADLE A ABU BAKR QUE DIRIJA LA ORACION
Cuando enfermó el Mensajero de Dios (salla Allah aleihi wa salam) designó a Abu Bakr (RA) para dirigir la oración comunitaria diciendo:
-Ordenádle a Abu Bakr que dirija la oración!.
-Aisha -ra- sugirió: "Ciertamente, Abu Bakr -ra- es un hombre de corazón tierno, si toma tu lugar lo vencerá el llanto, sería mejor ordenarle a Omar (RA) que lo hiciera." Pero el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) repitió:
¡Ordenádle a Abu Bakr que dirija la oración! Recurrió entonces Aisha (RA) a Hafsa(*) (RA) y le encomendó: -Dile al Profeta (salla Allah aleihi wa salam) que Abu Bakr (RA) es un hombre apocado y emotivo, cuando tome su lugar, no se escuchará su oración; sería conveniente ordenadle a Omar (RA).
Repitió Hafsa (RA) tal lo pedido por Aisha (RA) frente al Profeta (salla Allah aleihi wa salam) quién, disgustado por la intromisión e insistencia, exclamó: -"Ciertamente vosotras sois como las compañeras de Yusuf (sws)"
. (Alusión a las mujeres que se complotaron para tentar al Profeta Yusuf sws).
-Y repitió por tercera vez:
¡Ordenádle a Abu Bakr dirigir la oración!. (*) Esposa del Mensajero (salla Allah aleihi wa salam) e hija de Omar Ibn Al Jattab (RA)
6- "QUIEN ADORABA A MUHAMMAD, CIERTAMENTE MUHAMMAD HA MUERTO''
Llegó Abu Bakr (RA) a la mezquita del Profeta (salla Allah aleihi wa salam) y supo de la triste noticia… acababa de morir quien era la luz que colmaba la vida de los musulmanes; hasta Omar Ibn Al Jattab (RA) el fuerte, el duro, erguido entre la gente con su sable en mano proclamaba:
-Hombres: Entre los hipócritas hay quienes pretenden afirmar que el Mensajero de Dios ha muerto, ¡por Dios, que no es así! Se ha dirigido a su Señor como lo hizo Musa Ibn Imrán (el Profeta Moisés, quien se ausentó de su pueblo cuarenta días y luego regresó tras hablar con su Señor). Por Dios que regresará, y cortará las manos de quienes dicen que ha muerto.
Abu Bakr (RA) sufrió el dolor y la tristeza por el fallecimiento, pues se trataba de su amigo de la infancia, su compañero desde los primeros días de la revelación. Ingresó a la mezquita y escuchó a Omar (RA) dirigirse a la gente. Con pasos decididos entró a la casa del Profeta (sallalahu aleihi wasalam) y lo vio, cubierto con un manto, descubrió su rostro, lo besó y le dijo:
!Oh Tú! Por quien habría ofrecido como pago para rescatarte, a mi padre y a mi madre, fuiste bueno en la vida y también en la muerte. Por cierto que la muerte que Dios había escrito para ti, se ha cumplido.
Luego cubrió con el manto el rostro del Mensajero (salla Allah aleihi wa salam) y salió hacia la mezquita.
Omar (RA), continuaba hablando a la gente. Pidió Abu Baker (RA) que guardara silencio pero éste se negó e intentó continuar, se adelantó Abu Bakr (RA)..., glorificó a Dios, lo enalteció y luego exclamó:
-Si habéis estado adorando a Muhammad salla Allah aleihi wa salam, sabed entonces que Muhammad ha muerto. Pero si, por el contrario, habéis estado adorando a Dios, tened la certeza de que Dios es El Viviente y no morirá jamás.
Recitando a continuación el siguiente versículo: " Y no es Muhammad sino un Mensajero, antes del cual han pasado otros Mensajeros. ¿Si muriera o le mataran, ibais a volver atrás? Quien se vuelva atrás no causará ningún daño a Dios y El retribuirá a los agradecidos". Sura 3, aleya 114.
El escuchar estas aleyas, comenzaron los musulmanes a retirarse del lugar, convencidos de que las palabras de Abu Bakr -RA- encerraban la inequívoca realidad.
7- EL DIA DE SAQIFA-
Tras la muerte del Mensajero de Dios (salla Allah aleihi wa salam) tuvo Abu Bakr (RA) que atravesar situaciones que jamás hubiere imaginado; se congregaron un grupo de Sahabas de Medina (Ansar) en un lugar llamado Saqifa Bani Saada, proponiendo como candidato para asumir el Califato a un miembro de su tribu: Saad Ibn Ubada, jefe de Jazray (tribu de Medina) .
Al enterarse Abu Bakr (RA) se dirigió hacia Saqifa junto con Omar Ibn Al Jattab y Abu Ubeida Ibn Al Yarrah (RA). No era intención dirigirse para ser proclamado Califa, sino para detener la sedición y unificar a losmusulmanes.
Demostró frente a la asamblea, basándose en una aleya del Sagrado Corán, que el Califato correspondía a la gente de Qureish y a los Emigrados (*) de otros lugares. (No porque ellos eran de Qureish y Emigrados, sino porque la emigración tenía un lugar primordial en el Islam.)
Dios dice en el Libro Corán: "Dios quedó satisfecho de los primeros (musulmanes) de los Emigrados y luego de los socorredores (Ansar) (**) "Sura 9, Aleya 100.
Luego, Abu Bakr (RA) elogió a los Ansar, explicando su importancia en la expansión del Islam y agregó:
-¡Oh Ansar! Vosotros no podéis recordar virtud alguna sin que seáis quien la posea
Inmediatamente propuso como Califa a Omar Ibn Al Jattab o a Abu Ubeida Ibn Al Yarrah (RA) diciendo:
- Por cierto que me complazco con cualquiera de estos dos hombres . Pero Omar (RA) exclamó:
¡Por Dios! ! Hubiera preferido que mi cuello fuese cortado siendo inocente, a ser elegido Califa de un pueblo en el que se encuentra Abu Bakr (RA)! -
De inmediato se apresuró, juró fidelidad a Abu Bakr (RA) y así lo hicieron el resto de los musulmanes. (*) Son aquellos musulmanes quienes, debido a las persecuciones, tuvieron que emigrar para consolidar esta nueva religión, primero a Abisinia y luego a Medina, abandonando sus pertenencias (**)Eran musulmanes habitantes de Medina, quienes recibieron a los Emigrados, compartiendo sus bienes y propiedades.
8 -EL JURAMENTO DE FIDELIDAD GENERAL Y LA DECLARACION DE LOS PRINCIPIOS BASICOS PARA LA NACION ISLAMICA
Después del acontecimiento de Saqifa, se dirigió Abu Bakr (RA) al mimbar del Mensajero de Dios (salla Allah aleihi wa salam) subió solamente dos escalones y se sentó, no toleraría el mismo subir aún más y sentarse en el lugar donde lo hacía el Profeta (salla Allah aleihi wa salam).
Dirigiéndose a la multitud, proclamó su pacto de compromiso, considerado el sistema básico para el establecimiento de la nación islámica, y pronunció su primer sermón (jutba) repleto de sabiduría, justicia y grandeza:
¡Oh, gentes! : Se me ha concedido la autoridad, pero no soy el mejor de vosotros. Si obro bien ayudádme y si obro mal corregídme. Sabed, que el débil entre vosotros es considerado por mí poderoso, y sabed, también que el poderoso entre vosotros será considerado por mí débil, hasta garantizarle a ambos sus derechos.
Obedecedme en todo aquello que obedezca a Allah y a su Mensajero, pero sí les desobedezco, no me debéis obediencia alguna.
Aceptó Abu Bakr (RA) el Califato sin desearlo, ni codiciarlo y fue veraz cuando exclamó:
¡Por Dios! No ambicioné el poder ni un solo día, ni noche, como tampoco le pedí a Dios, en público ni en secreto por ello.
9 - CON LOS RENEGADOS
Imaginaron muchos, cuyos corazones estaban enfermos de hipocresía, que al morir el Profeta (sallalahu aleihi wasalam) moriría con él el Islam. Renegaron de la fe e incitaron a la sedición interna en los albores del gobierno de Abu Bakr (RA)
Estos renegados se dividían en dos grupos: unos, que rechazaban al Islam en su totalidad y otros, que renegaban del tercer pilar del Islam: el ''zakat"(*).
Consultó Abu Bakr (RA) a los Sahabas sobre este asunto.
Era la opinión de Omar Ibn Al Jatab (RA) y de algunos otros, en aplicar la tolerancia y la conciliación con el segundo grupo, a fin de acabar con la sedición. Pero Abu Bakr (RA) insistió en combatir a la totalidad de los apóstatas expresando estas célebres palabras:
¡Por Dios! Si entregasen (por ejemplo) un trozo de una cuerda, por ínfimo que sea al Profeta salla Allah aleihi wa salam, y a m me la negasen, los combatiría por ello.
Haciendo referencia a los que entregaban su zakat en época del Profeta sallalahu aleihi wasalam, y ahora durante su Califato se negaban a hacerlo. Finalmente los combatió Abu Bakr (RA) venciéndolos.
Al frente de este ejército victorioso se encontraba Jaled Ibn Al Ualid (RA), uno de los más valerosos estrategas entre los musulmanes.
(*) zakat": Tercer pilar del Islam, que constituye una contribución o aporte social de 2,5% del capital del creyente, para ser distribuido entre los más necesitados.
10 - EL ENVIO DEL EJERCITO DE USAMA
El Profeta (salla Allah aleihi wa salam) había preparado en sus últimos días un ejército bajo las órdenes de Usama Ibn Zaid (RA) para enviarlo a Siria. El día que falleció el Enviado (sws) se encontraba éste ejercito acampando a tres millas de Medina, listos para partir, suscitándose entre ellos el siguiente dilema:
Opinaba un grupo encabezado por Omar Ibn Al Jattab (RA) que enviar al ejército de Usama constituía un gran peligro, porque también se encontraba la ciudad de Medina amenazada de guerra por los renegados. Usama compartía dicha opinión.
Pero Abu Bakr (RA) apoyó esta decisión con su enorme fe y no dio lugar a reflexión alguna sobre un asunto el cual había ya resuelto previamente el Enviado de Dios (salla Allah aleihi wa salam) y dijo:
- Que el ejército sea enviado, tal lo ordenado por el Profeta (salla Allah aleihi wa salam) y aunque corriera el riesgo de ser devorado por los lobos, jamás discutiría una decisión tomada por él
Luego de esta resolución, Omar (RA) y un grupo de musulmanes, solicitaron a Abu Bakr (RA) que escogiese otro jefe para este ejército, ya que Usama era demasiado joven y de limitada experiencia, estando estas tropas formadas por grandes Sahabas y expertos en combate.
Al escuchar esto, Abu Bakr (RA) se incorporó inmediatamente de su lugar y dirigiéndose a Omar (RA) le dijo:
¡Ay de ti, Ibn Al Jattab! ¡El Profeta de Dios lo eligió, y tú me pides que lo destituya!.
Después de esto, se dirigió el Califa junto a Omar (RA) al lugar donde se encontraba el ejército, y les ordenó partir bajo la protección de Dios. Abu Bakr (RA) partió junto a ellos para despedirles. Se encontraba caminando junto a Usama (RA), quien iba montado sobre su caballo, al percatarse este, sintió vergüenza, e intentó descender del animal para que el Califa lo montase, pero éste le dijo:
¡Por Dios! ¡Tú no desmontarás ni yo lo montaré! Qué hay de malo en que ensucie mis pies con el polvo, transitado por la causa de Dios.
Luego aconsejó a Usama y a su ejército (siendo estas palabras consideradas el ejemplo más alto de educación islámica y de conducción militar) diciéndoles:
No traicionéis ni engañéis, no cometáis actos reprobables, ni mutiléis, no matéis niños, ancianos ni mujeres; no destruyáis ni dañéis las palmeras y tampoco las queméis. No cortéis árboles frutales, no degolléis corderos, vacas ni camellos. Pasaréis por pueblos que acostumbran recluirse en sus conventos, invitadlos al Islam, pero no los obliguéis a retirarse de allí.
¡ Partid! En el Nombre de Dios.
La misericordia y complacencia de Dios sea con Abu Bakr(RA .
|
Última edición por Admin el Dom Mayo 01, 2011 6:11 am, editado 1 vez | |
| | | Admin Admin
Cantidad de envíos : 2886
| Tema: Re: Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) Lun Dic 08, 2008 8:06 am | |
|
Abu Bakr As-Siddiq
(Allah se complazca con él)
“…Cuando ambos estaban en la cueva, dijo a su Compañero: no te entristezcas, ciertamente Allah está con nosotros.” (9:40)
Esta aleya, se refiere al momento de haberse refugiado el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y su Compañero Abu Bakr, en la cueva del monte Zaur, en su emigración a Medina, perseguidos por los idólatras.
SU VIDA
Su nombre era Abdullah Abu Bakr Ibn ‘Uzmán Abi Quhafa. Llamado Al-Atiq y también As-Siddiq: El veraz, pues fue quien se apresuró en creer en el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), en todo lo que le había sido revelado, en su profecía, en su viaje nocturno y en el ascenso a los cielos. Nació en la Ciudad de La Meca dos años después del nacimiento del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y murió dos años después, a la edad de 63 años.
Fue sepultado junto al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en la habitación de su hija Aisha (Allah se complazca con ella).
“SI ASI LO DIJO, HA DICHO LA VERDAD”
Se dirigió, Abu Bakr (Allah se complazca con él) al Enviado de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estableciéndose entre ambos el siguiente diálogo: -Abu Bakr- ¿Es cierto lo que me han informado? -Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): ¿Qué te han informado? -Abu Bakr: Que Allah te ha enviado a nosotros para que le adoremos a El, sin asociarle nada. -Muhammad: ¿Y cuál fue tu respuesta a ellos? -Abu Bakr: Les dije, si así lo dijo Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), ha dicho la verdad. Se llenaron los ojos del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) de lágrimas, abrazó a su amigo de la infancia por haber creído en su mensaje, luego comenzó a relatarle cómo había llegado la primera revelación en la cueva de Hirá y cómo descendió la palabra de Allah, El Altísimo:
“Lee en el nombre de Tu Señor que todo lo creó. Creó al ser humano, a partir de un coágulo. Lee, que Tu Señor es el más Generoso. Que ha enseñado el uso del cálamo. Ha enseñado al ser humano lo que no sabía”.
Escuchó Abu Bakr (Allah se complazca con él) con atención la palabra de Allah, dichas por el Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), levantó su cabeza y le dijo: Atestiguo que tú dices la verdad y que eres El leal, atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah y que tú eres el Mensajero de Allah. Sin duda alguna, Abu Bakr (Allah se complazca con él) fue una de las figuras más importantes y relevantes en los primeros tiempos del Islam. Era ciertamente el amigo más cercano del Profeta, y suficientemente conocido en toda La Meca por su probada sabiduría y madurez.
El entusiasmo con que abrazó el Islam lo llevó muy pronto a divulgar entre sus más cercanos amigos y allegados la esencia de esta fe: la creencia en Allah, y en Su Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Muchos de los que le oían hablar, con tan firme convicción, le pidieron entrevistarse con el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). De este modo, el número de musulmanes iba creciendo, aunque guardando todavía una natural discreción en mostrar abiertamente su nueva fe. Entre este grupo de primeros musulmanes, podemos destacar hombres como Uzman Ibn Affan, Abdel Rahman Ibn Auf, Talha Ibn Ubaidulah, Sa'ad Ibn Abu Uaqas y Alzubair Ibn Awan, todos ellos personajes jóvenes y de gran importancia en la vida social de La Meca.
Durante esta primera época, los versículos coránicos revelados se caracterizaban por poseer un texto breve, con un contenido en el que afirmaban constantemente el concepto de la Unicidad de Allah, Su Suprema Majestuosidad, Su Infinita Misericordia, la importancia de la moral en el ser humano, y la descripción detallada tanto del Paraíso como del Infierno.
“CREO EN LO QUE LE LLEGA DEL CIELO”
Al pasar frente a la Kaabah, Abu Yahl vio al Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solo y pensativo, quiso de alguna manera dañarlo, acercándose a él, le preguntó burlonamente: ¿Acaso no te ha llegado algo nuevo por la noche? -El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) levantó su cabeza y dijo: ¡Sí! Fui transportado durante la noche hasta Baitul Maqdis (la mezquita de Jerusalén). Abu Yahl volvió a preguntarle irónicamente: ¿Y amaneciste luego entre nosotros? Al contestar el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) afirmativamente, se apresuró Abu Yahl a gritar: ¡Hijos de Kaab Ibn Lua (gente de Qureish)! ¡Venid! ¡Venid! Comenzaron a reunirse ante la Kaaba, y Abu Yahl les narró lo que había escuchado de boca del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), con la única intención de desmentirlo y sembrar dudas en el corazón de los musulmanes.
De inmediato, algunos incrédulos de Qureish se dirigieron hacia la casa de Abu Bakr As-Siddiq (Allah se complazca con él) felices de transmitirle una noticia que le haría dudar del mensaje de Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y así renegar de su religión. Dijo uno de ellos a Abu Bakr (Allah se complazca con él): - Ciertamente, tu compañero frente a la Kaaba, cuenta a la gente que su Señor lo transportó durante la noche hasta la Casa Sagrada de Jerusalén. Viajó a ella durante una noche y amaneció luego entre nosotros.
-Les contestó Abu Bakr (Allah se complazca con él): ¿Solo eso? Yo le creo y mucho más aún, creo en lo que le llega del cielo por la mañana y por la tarde, y replicó: “si así lo dijo, ha dicho la verdad”. Se dirigió velozmente hacia la Kaaba y abrazando al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: -Por Allah que tú dices la verdad!.
EL MÁS AMADO POR EL MENSAJERO DE ALLAH
Fue preguntado cierto día el Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): -¡Profeta de Allah! ¿Quién es el más amado para ti?: - Respondió, Aisha (Allah se complazca con ella). - le dijeron: ¿y de entre los hombres? - Les dijo (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): Su padre. Solía decir el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “No hay entre nosotros una mano benevolente sin que le hayamos retribuido su esfuerzo, excepto la de Abu Bakr, pues a él Allah le retribuirá en el día del juicio”. Esto es interpretado por otro dicho del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dice:
“No hay otra mano más grande para mí que la de Abu Bakr, quién me ayudó personalmente, con sus bienes y me casó con su hija”. Acostumbraba decir Omar Ibn Al-Jattab (Allah se complazca con él): - “Abu Bakr es nuestra autoridad, el mejor de nosotros y el más amado por el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”.
“ORDENADLE A ABU BAKR QUE DIRIJA LA ORACION”
Cuando enfermó el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) designó a Abu Bakr (Allah se complazca con él) para dirigir la oración comunitaria diciendo: -¡Ordenadle a Abu Bakr que dirija la oración! -Aisha sugirió: “Ciertamente, Abu Bakr es un hombre de corazón tierno, si toma tu lugar lo vencerá el llanto, sería mejor ordenarle a Omar (Allah se complazca con él) que lo hiciera.” Pero el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) repitió: ¡Ordenadle a Abu Bakr que dirija la oración! Recurrió entonces Aisha (Allah se complazca con ella) a Hafsa (Allah se complazca con ella) y le encomendó:
-Dile al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que Abu Bakr (Allah se complazca con él) es un hombre apocado y emotivo, cuando tome su lugar, no se escuchará su oración; sería conveniente ordenadle a Omar (Allah se complazca con él). Repitió Hafsa (Allah se complazca con ella) tal lo pedido por Aisha (Allah se complazca con ella) frente al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quién, disgustado por la intromisión e insistencia, exclamó: -”Ciertamente vosotras sois como las compañeras del Profeta José”. (Alusión a las mujeres que se complotaron para tentarlo). -Y repitió por tercera vez: ¡Ordenadle a Abu Bakr que dirija la oración!
“QUIEN ADORABA A MUHAMMAD, CIERTAMENTE MUHAMMAD HA MUERTO''
Llegó Abu Bakr (Allah se complazca con él) a la mezquita del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y supo de la triste noticia: acababa de morir quien era la luz que colmaba la vida de los musulmanes; hasta Omar Ibn Al-Jattab (Allah se complazca con él) el fuerte, el duro, erguido entre la gente con su sable en mano proclamaba:
-Hombres: Entre los hipócritas hay quienes pretenden afirmar que el Mensajero de Allah ha muerto, ¡por Allah, que no es así! Se ha dirigido a su Señor como lo hizo Musa Ibn Imrán (el Profeta Moisés, quien se ausentó de su pueblo cuarenta días y luego regresó tras hablar con su Señor). Por Allah que regresará, y cortará las manos de quienes dicen que ha muerto. Abu Bakr (Allah se complazca con él), sufrió el dolor y la tristeza por el fallecimiento, pues se trataba de su amigo de la infancia, su compañero desde los primeros días de la revelación. Ingresó a la mezquita y escuchó a Omar (Allah se complazca con él) dirigirse a la gente. Con pasos decididos entró a la casa del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y lo vio, cubierto con un manto, descubrió su rostro, lo besó y le dijo: ¡Tú! Por quien habría ofrecido como pago para rescatarte, a mi padre y a mi madre, fuiste bueno en la vida y también en la muerte. Por cierto que la muerte que Allah había escrito para ti, se ha cumplido.
Luego cubrió con el manto el rostro del Mensajero y salió hacia la mezquita. Omar (Allah se complazca con él), continuaba hablando a la gente. Pidió Abu Bakr (Allah se complazca con él) que guardara silencio pero éste se negó e intentó continuar, se adelantó Abu Bakr (Allah se complazca con él), glorificó a Allah, lo enalteció y luego exclamó: -Si habéis estado adorando a Muhammad, sabed entonces que Muhammad ha muerto. Pero si, por el contrario, habéis estado adorando a Allah, tened la certeza de que Allah es El Viviente y no morirá jamás.
Recitando a continuación el siguiente versículo:
“Y no es Muhammad sino un Mensajero, antes del cual han pasado otros Mensajeros. ¿Si muriera o le mataran, ibais a volver atrás? Quien se vuelva atrás no causará ningún daño a Allah y El retribuirá a los agradecidos”. (3:114)
El escuchar estas aleyas, comenzaron los musulmanes a retirarse del lugar, convencidos de que las palabras de Abu Bakr encerraban la inequívoca realidad.
EL DIA DE SAQIFA
Tras la muerte del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), tuvo Abu Bakr (Allah se complazca con él) que atravesar situaciones que jamás hubiere imaginado; se congregaron un grupo de Sahaba de Medina (Ansar) en un lugar llamado Saqifa Bani Saada, proponiendo como candidato para asumir el Califato a un miembro de su tribu: Saad Ibn Ubada, jefe de Jazray (tribu de Medina). Al enterarse Abu Bakr (Allah se complazca con él) se dirigió hacia Saqifa junto con Omar Ibn Al-Jattab y Abu Ubeida Ibn Al-Yarrah (Allah se complazca con él). No era intención dirigirse para ser proclamado Califa, sino para detener la sedición y unificar a los musulmanes.
Demostró frente a la asamblea, basándose en una aleya del Sagrado Corán, que el Califato correspondía a la gente de Qureish y a los Emigrados de otros lugares. (No porque ellos eran de Qureish y Emigrados, sino porque la emigración tenía un lugar primordial en el Islam.)
Allah dice en el Corán:
“Allah quedó satisfecho de los primeros (musulmanes) de los Emigrados y luego de los socorredores (Ansar)”. (9:100)
Luego, Abu Bakr (Allah se complazca con él) elogió a los Ansar, explicando su importancia en la expansión del Islam y agregó: -¡Ansar! Vosotros no podéis recordar virtud alguna sin que seáis quien la posea Inmediatamente propuso como Califa a Omar Ibn Al-Jattab o a Abu Obeida Ibn Al-Yarrah (Allah se complazca con él) diciendo: - Por cierto que me complazco con cualquiera de estos dos hombres. Pero Omar (Allah se complazca con él) exclamó: ¡Por Allah! Hubiera preferido que mi cuello fuese cortado siendo inocente, a ser elegido Califa de un pueblo en el que se encuentra Abu Bakr (Allah se complazca con él). - De inmediato se apresuró, juró fidelidad a Abu Bakr (Allah se complazca con él) y así lo hicieron el resto de los musulmanes.
EL JURAMENTO DE FIDELIDAD Y LA DECLARACION DE LOS PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LA NACIÓN ISLÁMICA
Después del acontecimiento de Saqifa, se dirigió Abu Bakr (Allah se complazca con él) al mimbar del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), subió solamente dos escalones y se sentó, no toleraría el mismo subir aún más y sentarse en el lugar donde lo hacía el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Dirigiéndose a la multitud, proclamó su pacto de compromiso, considerado el sistema básico para el establecimiento de la nación islámica, y pronunció su primer sermón (jutba) repleto de sabiduría, justicia y grandeza:
¡Oh, gentes! : Se me ha concedido la autoridad, pero no soy el mejor de vosotros. Si obro bien ayudadme y si obro mal corregidme. Sabed, que el débil entre vosotros es considerado por mí poderoso, y sabed, también que el poderoso entre vosotros será considerado por mí débil, hasta garantizarle a ambos sus derechos.
Obedecedme en todo aquello que obedezca a Allah y a su Mensajero, pero sí les desobedezco, no me debéis obediencia alguna. Aceptó Abu Bakr (Allah se complazca con él) el Califato sin desearlo, ni codiciarlo y fue veraz cuando exclamó: ¡Por Allah! No ambicioné el poder ni un solo día, ni noche, como tampoco le pedí a Allah, en público ni en secreto por ello.
CON LOS RENEGADOS
Imaginaron muchos, cuyos corazones estaban enfermos de hipocresía, que al morir el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) moriría con él el Islam. Renegaron de la fe e incitaron a la sedición interna en los albores del gobierno de Abu Bakr (Allah se complazca con él). Estos renegados se dividían en dos grupos: unos, que rechazaban el Islam en su totalidad y otros, que renegaban del tercer pilar del Islam: el “Zakat”. Consultó Abu Bakr (Allah se complazca con él) a los Sahaba sobre este asunto.
Era la opinión de Omar Ibn Al-Jattab (Allah se complazca con él) y de algunos otros, en aplicar la tolerancia y la conciliación con el segundo grupo, a fin de acabar con la sedición. Pero Abu Bakr (Allah se complazca con él) insistió en combatir a la totalidad de los apóstatas expresando estas célebres palabras haciendo referencia a los que entregaban su Zakat en épocas del Profeta, y durante su Califato se negaban a hacerlo:
¡Por Allah! Si entregasen (por ejemplo), un trozo de una cuerda, por ínfimo que sea al Profeta, y a mí me la negasen, los combatiría por ello.
Finalmente los combatió Abu Bakr (Allah se complazca con él) venciéndolos. Al frente de este ejército victorioso se encontraba Jaled Ibn Al-Ualid (Allah se complazca con él), uno de los más valerosos estrategas entre los musulmanes.
EL EJÉRCITO DE USAMA
El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), había preparado en sus últimos días un ejército bajo las órdenes de Usama Ibn Zaid (Allah se complazca con él) para enviarlo a Siria. El día que falleció el Enviado (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), se encontraba éste ejército acampando a tres millas de Medina, listos para partir, suscitándose entre ellos el siguiente dilema:
Opinaba un grupo encabezado por Omar Ibn Al-Jattab (Allah se complazca con él) que enviar al ejército de Usama constituía un gran peligro, porque también se encontraba la ciudad de Medina amenazada de guerra por los renegados.
Usama compartía dicha opinión. Pero Abu Bakr (Allah se complazca con él) apoyó esta decisión con su enorme fe y no dio lugar a reflexión alguna sobre un asunto el cual había ya resuelto previamente el Enviado de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y dijo: - Que el ejército sea enviado, tal lo ordenado por el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y aunque corriera el riesgo de ser devorado por los lobos, jamás discutiría una decisión tomada por él. Luego de esta resolución, Omar (Allah se complazca con él) y un grupo de musulmanes, solicitaron a Abu Bakr (Allah se complazca con él) que escogiese otro jefe para este ejército, ya que Usama era demasiado joven y de limitada experiencia, estando estas tropas formadas por grandes Sahaba y expertos en combate.
Al escuchar esto, Abu Bakr (Allah se complazca con él) se incorporó inmediatamente de su lugar y dirigiéndose a Omar (Allah se complazca con él) le dijo: ¡Ay de ti, Ibn Al-Jattab! ¡El Profeta de Allah lo eligió, y tú me pides que lo destituya! Después de esto, se dirigió el Califa junto a Omar (Allah se complazca con él) al lugar donde se encontraba el ejército, y les ordenó partir bajo la protección de Allah. Abu Bakr (Allah se complazca con él) partió junto a ellos para despedirles. Se encontraba caminando junto a Usama (Allah se complazca con él), quien iba montado sobre su caballo, al percatarse este, sintió vergüenza, e intentó descender del animal para que el Califa lo montase, pero éste le dijo: ¡Por Allah! ¡Tú no desmontarás ni yo lo montaré! Qué hay de malo en que ensucie mis pies con el polvo, transitado por la causa de Allah. Luego aconsejó a Usama y a su ejército (siendo estas palabras consideradas el ejemplo más alto de educación islámica y de conducción militar) diciéndoles:
No traicionéis ni engañéis, no cometáis actos reprobables, ni mutiléis, no matéis niños, ancianos ni mujeres; no destruyáis ni dañéis las palmeras y tampoco las queméis. No cortéis árboles frutales, no degolléis corderos, vacas ni camellos. Pasaréis por pueblos que acostumbran recluirse en sus conventos, invitadlos al Islam, pero no los obliguéis a retirarse de allí. ¡Partid! En el nombre de Allah. La misericordia y complacencia de Allah sea con Abu Bakr.
Historias de los Compañeros del Profeta (sallalahu aleihi wa salam)
Compilación y Edición: Lic. M. Isa García Revisión: Umm Karim Anaya Giraldo
.
|
| |
| | | Sunnah wal Yamaah Admin
Cantidad de envíos : 666
| Tema: Re: Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) Jue Ene 26, 2012 9:19 pm | |
|
Libro de los méritos de los Compañeros(1) del Profeta (sallalahu aleihi wasalam) (que Allah esté complacido con ellos)
Los méritos de Abû Bakr As- Siddîq, que Allah esté complacido con él
(5868) Anas ibn Mâlik transmitió que Abû Bakr As-Siddîq le relató: “Vi los pies de los idólatras muy cerca (lit.: sobre nuestras cabezas) cuando estábamos en la cueva. Entonces dije: ‘¡Oh Mensajero de Allah! Si uno de ellos se mira los pies sin duda nos verá’. Y él me contestó: «¡Oh Abû Bakr! ¿Qué le puede suceder a dos cuando el tercero es Allah?»”(2) .
(1) Sâhib (compañero, amigo, camarada; íntimo; plural: sahâbah) es aquel que está asociado íntimamente con otro. Sâhibahu significa ‘él se asoció’, ‘estuvo en su compañía’, ‘se convirtió en su camarada, en su amigo’. En cuanto a la definición de sahabî (palabra que alude específicamente a los Compañeros del Profeta —sallalahu aleihi wasalam ) en el Islam es aquel que vio al Profeta (sallalahu aleihi wasalam), lo conoció o tuvo el privilegio de sentarse con él y murió siendo un musulmán (definición amplia que incluye a todos sus contemporáneos que se islamizaron y lo vieron alguna vez). Existe otra opinión —más restringida—que afirma que Compañeros del Profeta (sallalahu aleihi wasalam) son sólo aquellos que tuvieron la oportunidad de compartir su vida con él y de ese modo establecer con el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) una relación de verdadera amistad. Entender y conocer las vidas de los Compañeros del Profeta (sallalahu aleihi wasalam) es esencial para una comprensión correcta del Islam. Es a través de ellos que hemos aprendido el Corán y la Sunna. Ellos son “la mejor generación” y “la mejor comunidad” que ha sido enviada a la humanidad. Son los primeros que creyeron en la misión del Profeta (sallalahu aleihi wasalam) y los que lo ayudaron en los momentos de dificultad, compartiendo con él sus alegrías y sus tristezas. Y son ellos quienes nos transmitieron los dichos y hechos del Profeta (sallalahu aleihi wasalam), que Allah esté complacido con ellos.
(2) Esto sucedió cuando el Profeta (sallalahu aleihi wasalam) y Abû Bakr dejaron Makka emigrando a Medina y tuvieron que esconderse tres noches en una cueva en la montaña de Zaur, en las proximidades de la primera, mientras eran buscados intensamente por sus enemigos, los idólatras de la ciudad. Este incidente es mencionado en el Sagrado Corán: “Si le negáis auxilio, Allah sí que lo auxilió cuando expulsado por los infieles, con un solo compañero, le decía a éste estando los dos en la cueva: ¡No estés triste! ¡Allah está con nosotros!” (9:40)
(5869) Abû Sa‘îd relató que el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) se sentó en el púlpito y dijo: «Allah ha permitido a un siervo elegir entre las bellezas del mundo o lo que está junto a Él, y eligió lo que está junto El(3)» . Entonces Abû Bakr lloró intensamente y dijo: “¡Que nuestros padres y madres sean tomados para rescatarte!(4)” . Era el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) al que se le había dado a elegir y Abû Bakr lo sabía mejor que nosotros. Y el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «El más generoso de la gente conmigo, con sus bienes y su compañerismo, es Abû Bakr. Y si yo fuera a elegir un amigo íntimo (jalîl) lo elegiría a Abû Bakr, pero con él tengo la hermandad del Islam. Que no quede ninguna puerta abierta hacia la mezquita excepto la puerta de Abû Bakr(5)» .
(5871) ‘Abdullah ibn Mas‘ûd relató que el Profeta(sallalahu aleihi wasalam) dijo: «Si yo fuese a elegir un amigo íntimo elegiría a Abû Bakr, pero él es mi hermano y mi compañero. Y Allah, Exaltado y Majestuoso,ha tomado a vuestro compañero (e.d.: él mismo)como su amigo íntimo(6)» .
(5872) ‘Abdullah relató que el Profeta (sallalahu aleihi wasalam)dijo: «Si fuese a tomar un amigo íntimo de mi comunidad,tomaría a Abû Bakr».
(5873) ‘Abdullah relató: “El Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «Si hubiese elegido un amigo íntimo habría elegido al hijo de Abû Quhâfah (e.d.: Abû Bakr)»”.
(3) Es decir: le dio la opción de continuar viviendo o ir con su Señor. Se refería a sí mismo y estaba anunciando su próxima muerte. (4) Expresión común en la época hacia alguien muy respetado y querido. Significa: “daríamos por ti lo que más amamos”. (5) Cuando la mezquita del Profeta (sallalahu aleihi wasalam) fue abierta en Medina ocupaba un espacio entre numerosas casas cuyas puertas se abrían hacia la mezquita. Durante su última enfermedad el Profeta (sallalahu aleihi wasalam) se incomodó por el paso frecuente de gente y el ruido entonces ordenó que se cerrasen todas las puertas y ventanas que daban a la mezquita excepto las de Abû Bakr. (6) El término jalîl, implica una amistad e intimidad exclusiva. El Profeta (sallalahu aleihi wasalam) ya era Jalîl Allah, amigo íntimo de Allah, y no podía tomar otro amigo con esa condición. Lo que dice es que si no fuera por esa condición suya, hubiera elegido a Abû Bakr.
(5874) ‘Abdullah relató que el Profeta (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «Si fuese a elegir un amigo entre la gente de la tierra elegiría al hijo de Abû Quhâfa, pero Allah ha tomado a vuestro compañero (e.d.: él, el Profeta) como Su amigo íntimo».
(5875) Este hadiz ha sido relatado a través de otra cadena de transmisores. En la versión relatada por ‘Abdullah dice: “El Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «¡Mirad! Ciertamente yo estoy libre de tener amigos íntimos, pero si tuviese que elegir un amigo íntimo elegiría a Abû Bakr. Ciertamente Allah ha elegido a vuestro compañero como Su amigo íntimo».
(5876) ‘Amr ibn Al-‘Âs relató que el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) lo envió a cargo del ejército a Dhat As-Salâsil . (Dijo:) “Al regresar le pregunté (al Profeta —sallalahu aleihi wasalam—): ‘¿Cuál es la persona que más quieres?’ Contestó: «‘Â’ishah». Dije: ‘¿Y de los hombres?’ Dijo: «Su padre». Pregunté: ‘¿Y luego quién?’ Dijo: «‘Umar». Y luego mencionó a otros hombres”.
(5877) Ibn Abû Mulaykah relató que escuchó a ‘Â’ishah cuando le preguntaban: “¿A quién hubiera elegido el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) como su sucesor (jalîfah), si lo hubiera hecho?”, que dijo: “A Abû Bakr”. Le dijeron: “¿Y después de Abû Bakr, a quién?” Contestó: “‘Umar”. Y le volvieron a preguntar: “¿Y quién después de ‘Umar?” Dijo: “Abû ‘Ubayd ibn Al-Ÿarrâh”. Luego de esto se quedó callada.
(5878) Muhammad ibn Ÿubayr ibn Mut‘im relató de su padre que una mujer le preguntó algo al Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) y él le indicó que volviera (en otra ocasión). Ella dijo: “¡Oh Mensajero de Allah! ¿Y qué pasa si vengo y no te encuentro?” Dijo mi padre: “Era como que se refería a la muerte (del Profeta)”. El contestó: «Si no me encuentras entonces dirígete a Abû Bakr». Este hadiz también ha sido relatado por Ÿubayr ibn Mut‘im a través de otra cadena de transmisores y en esta versión dice que una mujer fue al Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) y le habló de algo y él le ordenó lo mismo que dice el hadiz citado. (5879) ‘Â’ishah relató: “Durante su enfermedad el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) me dijo: «Llama a Abû Bakr y a tu hermano, para que yo escriba un documento. Temo en verdad que los deseos de otro (se manifiesten) y alguien diga: ‘Tengo prioridad (para suceder al Profeta)’, siendo que Allah y los creyentes rechazarán a otro que no sea Abû Bakr»”.
(5880) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) preguntó: «¿Quién de vosotros está ayunando hoy?». Abû Bakr respondió: ‘Yo’. Preguntó: «¿Quién de vosotros ha seguido un funeral hoy?». Abû Bakr contestó: ‘Yo’. Inquirió: «¿Quién de vosotros ha dado de comer a un pobre hoy?». Abû Bakr dijo: ‘Yo’. Volvió a preguntar: «¿Quién de vosotros a visitado a un enfermo hoy?». Abû Bakr respondió: ‘Yo’. Entonces el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) afirmó: «El que reúne estas cualidades debe entrar en el Paraíso»”.
(5881) Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «Había un hombre que conducía una vaca suya a la que había cargado (con algo pesado). Entonces la vaca se volvió hacia él y le dijo: ‘No he sido creada para esto, sino que he sido creada para trabajar la tierra’. La gente dijo, con sorpresa y temor: ‘¡Gloria a Allah! ¿Acaso la vaca habló?’ Y el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «Yo en verdad lo creo y también Abû Bakr y ‘Umar»”. Abû Hurayrah relató: “El Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) dijo: «Había un pastor cuidando su rebaño cuando llegó un lobo y se llevó una oveja. El pastor lo siguió y consiguió rescatarla. Entonces el lobo lo miró y le dijo: ¿Quién la cuidará el día de la fiera (o: el Día del Juicio), en que no tenga otro pastor que yo?». La gente dijo: ‘¡Gloria a Allah! (cómo es que habla el lobo)’. Y el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam) afirmó: «Yo en verdad lo creo y también Abû Bakr y ‘Umar».
(5883) Este hadiz también ha sido relatado por Al-Zuhrî y en él se mencionan las historias de la vaca y la oveja. Dice (esta versión al final): «Yo en verdad lo creo y también Abû Bakr y ‘Umar», aunque ambos no estaban allí (en esa reunión donde el Profeta —sallalahu aleihi wasalam— dijo eso). .
|
| |
| | | Sunnah wal Yamaah Admin
Cantidad de envíos : 666
| Tema: Re: Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) Mar Ene 31, 2012 8:55 am | |
| | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) | |
| |
| | | | Abu Bakr Al Saddiq - (Allah se complazca con él) | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |