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| Tema: 95- Medinah se entera de la victoria Jue Nov 27, 2008 8:59 am | |
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Medinah se entera de la victoria
Dos personas, Abdullah bin Rauuahah y Zaid bin Harizah fueron enviados a Medinah para informar de la victoria de los musulmanes.
La variada estructura étnica e ideológica de Medinah experimentó diferentes reacciones. Los judíos y los hipócritas propagaron el rumor de que el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- había muerto y para apoyar esa mentira se basaron en que Zaid bin Harizah montaba a Al-Qasua', la camella del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- Cuando llegaron los dos emisarios difundieron la alegre noticia del triunfo de los musulmanes y detallaron algunos acontecimientos para infundir el optimismo en los corazones que habían estado preocupados. Inmediatamente, empezaron a alabar a Allah -subhana wa ta'ala- elevando sus voces. Sus jefes salieron de la ciudad para esperar y recibir al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- en el camino que conduce a Badr. Usamah bin Zaid relató que se enteró de la importante victoria poco después que enterraron a Ruqaiah, la hija del Profeta -salla Allah aleihi wa salam- y esposa de 'Uzzman bin Affán -radia Allah anhum- Estaba muy enferma y el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- autorizó a 'Uzman para que permaneciera en Medinah y la cuidase. Antes de abandonar el lugar donde se libró la Batalla, diferencias acerca del tema del botín de guerra surgieron entre los guerreros musulmanes, dado que aún no había bajado la legislación sobre este asunto. Cuando las diferencias se hicieron mayores, el Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- postergó una resolución hasta que descendiera una Revelación al respecto. Ubadah bin As-Samit dijo: 'Partimos junto al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- y estuve en la Batalla de Badr con él. La Batalla comenzó y Allah -subhana wa ta'ala- venció a los incrédulos. Algunos de los musulmanes persiguieron al enemigo, algunos intentaron recoger el botín en el campo de Batalla y otros custodiaban al Mensajero de Allah -salla Allah aleihi wa salam- estando alertas de un posible ataque sorpresa. Cuando llegó la noche y los musulmanes se reunieron, aquellos que habían recogido el botín dijeron: 'lo recolectamos y nadie tiene derecho sobre él excepto nosotros' Aquellos que persiguieron al enemigo dijeron: 'vosotros no tenéis más derecho que nosotros; atacamos al enemigo y lo derrotamos' Los que se quedaron custodiando al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- planteaban reclamos similares.
En ese momento, una ayat de Corán fue revelada:
''Te preguntan por el botín. Di: «El botín pertenece a Alá y al Enviado''. ¡Temed, pues, a Alláh! ¡Manteneos en paz! ¡Obedeced a Alláh y a Su Enviado si sois creyentes! (8: 1)
En el camino de regreso a Medinah, en un monte de arena, el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- dividió los botines entre los guerreros después de tomar una quinta parte. Cuando llegaron a As-Safra, ordenó que dos de los prisioneros fueran ejecutados; ellos eran: An-Nadr bin Al-Hariz y Uqbah bin abi Mu'ait, porque habían perseguido a los musulmanes en La Meca, odiaban a Allah subhana wa ta'ala y a su Mensajero. Usando la terminología moderna, eran criminales de guerra y ejecutarlos serviría de lección para los opresores. Uqbah se tragó su orgullo y gritó: ¡Quién se encargará de mis hijos, oh Mensajero de Allah? El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le respondió: El fuego del infierno (Sunan Abu Daud con 'Aun-ul-Ma'bud 3/12) ¿Acaso Uqbah no recordaba el día que le tiró al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- intestinos en su cabeza y espalda mientras estaba prosternado y Fátima corrió a limpiarle?
También había tratado de estrangular al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- interviniendo Abu Bakr -radia Allah anhu- para socorrerlo y defenderlo. Las cabezas de ambos fueron cortadas por 'Ali bin Abi Talib -radia Allah anhu-
En Ar-Rauha, un suburbio de Medinah, el ejército musulmán fue recibido por los felices medinenses que habían ido a felicitar al Profeta -salla Allah aleihi wa salam- por la gran victoria que Allah subhana wa ta'ala les había otorgado. Usaid bin Hudair, actuando como vocero de los verdaderos creyentes, luego de alabar a Allah subhana wa ta'ala se disculpó con el Profeta -salla Allah aleihi wa salam- por no haber salido junto a él pues pensó que sólo se trataba de interceptar una caravana y dijo que si hubiese pensado que iba a haber una contienda no se habría quedado. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- aseguró a Usaid que le había creído. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- entró a Medinah como un gran estratega en el campo de Batalla. Un largo número de personas abrazaron el Islam, lo cual agregó más fuerza y poder a la verdadera religión.
El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- exhortó a los musulmanes para que traten bien a los prisioneros, a tal punto que compartieran con ellos el alimento. Los prisioneros de guerra constituían un serio problema que esperaba una solución porque era una situación nueva en la historia del Islam. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- consultó a Abu Bakr y a Omar bin Al-Jattab -radia Allah anhum- al respecto. Abu Bakr sugirió pedir un rescate y dijo: 'Son, después de todo, nuestros parientes y el dinero lo utilizaremos contra los incrédulos, es más, tal vez sean guiados por Allah subhana wa ta'ala al Islam''. Omar propuso que había que matarlos y dijo: ''Son los líderes de la incredulidad''. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- optó por la propuesta de Abu Bakr. Al día siguiente Omar encontró llorando al Profeta y a Abu Bakr. Se sorprendió y preguntó el motivo. El Profeta -salla Allah aleihi wa salam- le dijo que había descendido una Revelación desaprobando la idea de pedir rescate en vez de ejecutarlos:
''No está bien que un profeta tenga cautivos mientras no someta en la tierra. Vosotros queréis lo que la vida de acá ofrece, en tanto que Alláh quiere la otra vida. Alláh es poderoso, sabio. Si no llega a ser por una prescripción previa de Alláh, habríais sufrido un castigo terrible por haberos apoderado de aquello'' (8: 67, 68)
La instrucción Divina siguió de esta manera:
''Luego liberadlos con benevolencia o pedid un rescate'' (47: 4) Fueron censurados por haber tomado prisioneros antes de haber conquistado y derrotado a toda la incredulidad. A parte de esto, los incrédulos que llevaron a Medinah no eran solamente prisioneros de guerra sino que eran criminales que un tribunal actual condenaría a prisión perpetua o los sentenciaría a muerte. El rescate pedido para la liberación de los prisioneros oscilaba entre 1000 y 4000 Dirhams de acuerdo a la posición económica del cautivo. Otra forma de pagar el rescate fue con medios educativos; algunos de los Quraishíes de la Meca, sabían leer y escribir, entonces, cada prisionero que no podía pagar el rescate enseñaba a leer y a escribir a diez niños. Cuando el niño aprendía lo suficiente se le dejaba libre. Otro grupo de prisioneros fue liberado sin pagar rescate y Sa'd bin An-Nu'man, que fue detenido en La Meca fue puesto en libertad a cambio de la libertad del hijo de Abu Sufían.
La Biografía del Noble Profeta Muhammad -sal-lâ Allah alehi wa salam- El Néctar Sellado Por: Sheij Safi-ur-Rahmân Al Mubarakfuri Traducción: Yusef Hussein Hallar Revisión: Lic. Isa Amer Quevedo Transcrito para libro virtual por: Ahl al Sunnah wal Yama'ah - [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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