Educación de los hijos

Jutbah

LA EDUCACION A LOS HIJOS


Alabado sea Allah Quien dice: “Aquellos que piden: ¡Oh, Señor nuestro! Agrácianos con esposas e hijos que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los piadosos”. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados, el Soberano y Todopoderoso. Y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia, compañeros y con todos aquellos que sigan la guía hasta el día del Juicio Final.


Temed a Allah y sed aplicados en el cumplimiento de los preceptos del Islam en todos sus aspectos para llevar una vida recta y poder concretar vuestros anhelos; y por cierto que entre estos anhelos está brindarles a los hijos una buena educación y un porvenir próspero.


Lo más bello de esta vida y lo más productivo después de la fe en Allah son los jóvenes que crecieron en la obediencia a su Señor, aquellos a los que prácticamente no se les conoce faltas o pecados y que se esmeraron siempre en realizar obras piadosas. Éstos son los que logran vivir con felicidad en esta vida y obtener la bienaventuranza, y son a quienes Allah protegerá con Su sombra el día que no exista más sombra que la Suya. El Profeta dijo: “Allah cubrirá a siete clase de personas con Su sombra el Día que no exista más sombra que la Suya…”, y mencionó entre ellas: “al joven que haya crecido obedeciendo a Allah”.


¡Hermanos! La nación que quiera procurar el bienestar de la generación joven y contentarse con los beneficios de ello debe preocuparse en brindarles una buena educación islámica para que así se vean protegidos por la fe y la piedad, que son la mejor arma del creyente.


Ocuparse de las nuevas generaciones es el camino que siguen los bien guiados, pues las naciones se corrompen a través de la corrupción de sus jóvenes. Los enemigos del Islam para poder dominar a las naciones islámicas corrompen a sus miembros en la etapa de la adolescencia.


¡Hermanos en el Islam! Los jóvenes atraviesan distintas etapas de formación, y la más importante de ellas es la niñez, pues en ella empieza a conocer la vida y a diferenciar lo bueno de lo malo.

La niñez es la etapa más peligrosa, y por ello las primeras generaciones de musulmanes se ocupaban de sus hijos desde temprana edad, enseñándoles el Islam, acostumbrándolos a las obras piadosas, alejándoles de los pecados y escogiendo para ellos educadores benevolentes y profesores piadosos.


El mejor ejemplo para los educadores es el Profeta, quien se empeñó en la formación de los niños. Él nunca se quejó de los niños o se enojó con ellos: cuando se equivocaban los corregía amablemente y cuando acertaban pedía a Allah por ellos. Ésta es la actitud que debe tener un buen educador, debe ser paciente, comprensivo, tolerante y amistoso para que los niños se encariñen y aprendan de él la forma de comportarse, los buenos modales y el conocimiento de la religión.
Si reflexionamos sobre la vida del Profeta encontramos esta cualidad en su trato con los niños.


Abu Hurairah dijo: En una ocasión rezábamos el ‘Isha' `con el Profeta, y cada vez que se prosternaba sus nietos Al Hasan y Al Husain saltaban sobre su espalda y cuando se levantaba de esa posición los agarraba con cuidado y los colocaba sobre el piso. Y así lo hicieron hasta que terminó el Salâh. Luego cogió a uno de ellos y lo sentó sobre su muslo. Y agregó Abu Hurairah: Luego me puse de pie y me dirigí a él para preguntarle si quería que los llevase a su casa, cuando de repente un gran relámpago se divisó en el cielo, entonces el Profeta les dijo a sus nietos: “Iros con vuestra madre”, y la luz del relámpago perduró hasta que ellos ingresaron a su casa.


En otra ocasión, Umm Qais Bint Muhsan se presentó ante el Profeta con su hijo lactante y cuando él lo tomó en brazos el bebé orinó sobre su túnica, entonces sólo roció con agua la parte alcanzada con orina y no la lavó.


Y dijo: “Cuando Al Husain Ibn ‘Ali lo orinó estando en la habitación del Profeta le pedí que me diese su túnica para lavarla y me respondió: “La orina del lactante varón se purifica con sólo rociar la zona alcanzada mientras que la de la mujer es necesario lavarla.”


Al Profeta le gustaba jugar con los niños y los besaba y hacía reír. ‘Ali Ibn Murrah narró que en una ocasión fuimos invitados a una comida con el Profeta y en el camino encontramos a Husain Ibn ‘Ali jugando en el camino, por lo que al verlo el Profeta se dirigió presuroso con los brazos extendidos para abrazarlo, pero el pequeño se escapó riendo y el Profeta lo persiguió, también riendo, hasta que lo alcanzó y pudo abrazarlo; finalmente exclamó: “Husain es parte de mí y yo de él”. Lo registró Al Bujari.


Abu Hurairah relató que el Profeta tenía tomado de las manos a uno de sus nietos y le dijo: “Sube, sube”, entonces el niño fue trepando hasta poner sus pies en el pecho del Mensajero de Allah quien lo besó y dijo: “¡Oh, Allah! Ámalo pues yo lo amo”.


Una vez, Al Aqra´ Ibn Hábis se presentó donde estaba el Profeta y lo vio besar a Al Hasan Ibn Ali y exclamó: “¡Acaso besas a los niños? Y el Profeta le respondió que sí, entonces agregó: Yo tengo diez hijos y nunca besé a ninguno de ellos. El Profeta le dijo: “Allah no tendrá misericordia con quien no es compasivo”. Transmitido por Al Bujari y Muslim.


Éste es un ejemplo de compasión que sirve para atraer a los jóvenes y poder contenerlos, pues con la dureza de corazón no se puede llegar a ellos; es entonces cuando las malas compañías encuentran el terreno fértil para influenciarlos y corromperlos. Por ello los padres deben ser cariñosos y comprensivos con los niños y los jóvenes.

Era tan considerado el Mensajero de Allah con la educación de los niños que hasta en los momentos en los que cumplía con los actos de adoración aprovechaba para dar buenos ejemplos. Abu Qatáda narró que el Profeta rezaba cargando a su nieta Umámah bint Zainab; cuando hacía el ruku´ la dejaba en el piso y al incorporarse la levantaba nuevamente, y cuando escuchaba a algún niño llorar, mientras dirigía el Salat, consideraba la angustia que pudiese sentir la madre y realizaba el Salat un poco más rápido. Transmitido por Al Bujari y Muslim.


En una ocasión el profeta se encontraba disertando sobre el minbar cuando aparecieron sus nietos, Al Hasan y Al Husein vestidos con camisas rojas jugando y tropezando; entonces descendió, y los cargó hasta sentarlos frente a él, luego citó la siguiente aleya: “Por cierto que vuestros bienes e hijos son una prueba”, al ver a estos pequeños jugar y tropezar entre la gente, no pude contenerme e interrumpí mis palabras para alzarlos”, luego siguió con su disertación.


El Mensajero de Allah r nunca descuidó la educación de los niños. Umar Ibn Abi Salamah dijo: “Cuando era niño solía comer en la casa del Mensajero de Allah r y una vez al verme comer de distintos platos servidos me indicó: “Di Bismillah antes de empezar, y come con la mano derecha del pato más próximo a ti”.


En otra oportunidad, cuando Al Husein quiso comer un dátil de los que se habían recaudado como Zakat, el Mensajero de Allah r le dijo: “¡Déjalos! ¿No sabes que no es lícito para nuestra familia tomar nada del Zakat ni de las caridades?”. Esta es una forma de enseñar a los niños a procurar siempre lo lícito y a apartarse de lo prohibido.


Otro aspecto importante de la educación de los niños es inculcarles que recuerden a Allah y Le invoquen para pedir refugio de Satanás, y de todo otro mal. El Profeta solía pedirle a Allah refugio por sus nietos de la siguiente manera: “Os refugio en las palabras perfectas de Allah de todo demonio, desgracia y ojo envidioso”.


En una oportunidad Fátima y Ali se quejaron al Profeta r porque ella tenía demasiado trabajo en su hogar y le pidieron que les consiguiese una sirvienta, pero el Mensajero de Allah r les dijo: “¿Queréis que les indique algo mejor que un sirviente? Cuando os acostéis decid treinta y tres veces subhanallah (glorificado sea Allah), treinta y tres veces alhamdulillah (alabado sea Allah) y treinta y cuatro veces Allahu Akbar (Allah es el más grande)”. Este es un ejemplo de que la educación no se restringe a una determinada edad solamente.
Es importe para una buena educación no olvidarse del esparcimiento permitido para renovar el entusiasmo y las ganas de aprender los conocimientos relacionados a la religión.


2ª Jutbah:


Alabado sea Allah. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados, el Soberano y Todopoderoso. Y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia, compañeros y con todos aquellos que sigan la guía hasta el día del Juicio Final.

¡Creyentes! Los hijos dan vida a los hogares, llenándolo de bullicio y desorden, pero esto no hace más que llenar de alegría nuestras casas.


Le fue preguntado a Gilan Ibn Slalamh Az Zaqafi: “¿Cuál de tus hijos es el más amado para ti? Y respondió: El más pequeño hasta que crezca, y el que está enfermo hasta que se cure y el que está ausente hasta que regrese.”


Este es el sentimiento del padre al ver a su hijo pequeño y recordar las palabras del Mensajero de Allah: “No viene una época sin que la siguiente sea peor”. Entonces toda vez que piensa en los problemas que debió atravesar y de los que sólo puede salir airoso el que Allah protege, piensa: ¿Y cómo será el futuro? ¿Cuál será la forma de prevenirse?


Allah dispuso varios asuntos que los padres deben tener en cuenta y que beneficiarán a sus hijos tras su desaparición, entre los principales motivos está la piedad del padre que hace merecedor de la protección de Allah a sus hijos tras su desaparición; dice en el Sagrado Corán:

“En cuanto al muro, pertenecía a dos jóvenes huérfanos del pueblo. Había debajo de él un tesoro que les pertenecía. Su padre había sido un hombre piadoso y tu Señor quiso que cuando alcanzaran la madurez encontrasen el tesoro, como una misericordia de tu Señor” (18:82).

Ibn Abbás dijo: Allah los protegió gracias a la piedad de su padre y no menciona si los hijos fueron piadosos.
Entre los favores divinos está que cuando el creyente ingresa al Paraíso, se reúne con sus padres e hijos, aunque hubiesen realizado menos obras piadosas, Allah dice:

“Reuniremos [en el paraíso] a los creyentes con sus descendientes que les siguieron en la fe. No les desmereceremos sus obras en nada” (52:21).

Ibn Abbás dijo: Allah elevará el grado de recompensa de los familiares para que sean más felices, aunque no hayan realizado obras como para merecerlo.


El Mensajero de Allah r dijo: “Tres súplicas siempre son respondidas por el Creador si duda alguna”, y mencionó entre ellas: “el ruego del padre por su hijo”.


Los Profetas tenían por costumbre rogar por los suyos; Abrahám rogó: “Y [recuerda ¡Oh, Muhammad!] cuando Abraham dijo:

¡Oh, Señor mío! Haz que esta ciudad sea un lugar seguro, y protégeme así como a mi descendencia de adorar a los ídolos” (14:35). Y rogó: “¡Oh, Señor mío! Haz que tanto yo como mis descendientes seamos fervientes practicantes de la oración. ¡Oh, Señor nuestro! Acepta mi súplica” (14:40). Abrahám y su hijo Ismael rogaron: “¡Señor nuestro! Aumenta nuestro sometimiento a Ti, y haz que nuestra descendencia sea una comunidad también sometida a Ti” (2:128).
El Profeta Zacarías rogó: “Allí Zacarías invocó a su Señor diciendo: ¡Señor mío! Concédeme una descendencia buena, Tú escuchas los ruegos” (3:38).


El sometimiento al Creador es lo que genera la piedad, hijos virtuosos, protege el corazón, conduce a la buena adoración, hace que el siervo cumpla con sus deberes y respete el derecho de los demás. El verdadero sometimiento es rezar en comunidad y cuando se encuentra solo también, no aprovechar la oportunidad para incumplir con los preceptos y caer en faltas.


El musulmán vive con dignidad, orgulloso de serlo, siguiendo la Sunna del Profeta en todos los asuntos, es un ejemplo de moral y como educador de sus hijos, sabiendo que a través de su piedad logrará los objetivos como tal. Leed la historia del Profeta Muhammad r para aprended la correcta educación de vuestros hijos. Temed a Allah y obrad piadosamente. Que la paz y las bendiciones de Allah sean con Su siervo y Mensajero Muhammad, su familia y compañeros.


Centro Cultural Islámico "Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas"

TRADUCCION DE LA JUTBA PRONUNCIADA
POR EL SHEIK HAMID MUHAMMAD WALY
EN EL CENTRO CULTURAL ISLAMICO CUSTODIO DE LAS DOS MEZQUITAS SAGRADAS REY FADH
BUENOS AIRES, ARGENTINA.